Una ministra de Capitanich fue picada por una víbora tras un acto con Alberto Fernández

CORRIENTES. La ministra de Salud de la provincia del Chaco, Carolina Centeno, se encuentra internada y en observación en el Instituto de Cardiología de Corrientes debido a una arritmia cardíaca desencadenada por la mordedura de una víbora que se produjo el miércoles, en el interior chaqueño, luego de que la funcionaria y parte de su equipo asistieran a los actos desarrollados en Puerto Esperanza, en el Impenetrable, junto con el gobernador Jorge Capitanich y el presidente de la Nación, Alberto Fernández.

Esta mañana, la institución informó que “la paciente cursa el segundo dia de internación” y “evoluciona en forma favorable, estable y compensada hemodinámicamente”. “En la fecha -además- se realizarán estudios complementarios cardiovasculares a fin de definir la conducta médica a seguir”.

Hasta ayer su estado era reservado, aunque de acuerdo a lo informado en el parte emitido por Salud Pública, derivado del parte del Instituto Cardiológico, la ministra está estable. El parte de este mediodía habla de una “evolución favorable”

Según el informe médico, “se realizaron los estudios complementarios cardiovasculares y de imágenes, estando compensada y aguardando la evolución clínica cardiovascular y la relacionada al accidente ofídico”.

El hecho se conoció en la noche del miércoles, al regreso de la ministra del acto en Fuerte Esperanza en el que participaron el gobernador Jorge Capitanich y el presidente Alberto Fernández, además de otros funcionarios locales y del gabinete nacional.

El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y el presidente Alberto Fernández
El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y el presidente Alberto Fernández

En esa circunstancia, aunque ya finalizados los actos institucionales, Centeno sufrió la mordedura de una víbora, que se cree fue una yarará, animal que al inyectar su veneno puede “destruir tejidos y afectar la coagulación sanguínea causando hemorragias y caída de la presión sanguínea” de la víctima, según el Ministerio de Salud de la Nación.

De acuerdo a lo trascendido en la prensa local y lo reconstruido por LA NACION con fuentes cercanas de la ministra, el equipo del Ministerio se bajó a auxiliar a una camioneta que tuvo un desperfecto cerca de la zona de Fuerte Esperanza, en el Impenetrable chaqueño. Centeno fue una de las autoridades que bajó y fue allí cuando fue atacada por la serpiente.

Tras el incidente, la ministra fue trasladada en ambulancia al hospital 4 de Junio de Presidencia Roque Sáenz Peña, segunda ciudad en importancia del Chaco. Allí fue atendida por personal de salud, que diagnosticó que presentaba “mordedura de víbora en pie derecho y permanecería en observación”.

Más tarde la doctora Marcela Peralta -según parte del Gobierno- informó que la ministra se hallaba medicada con suero antiofídico y se le suministraron corticoides, analgésicos, hielo local, mientras era monitoreada con tratamiento de control protocolar.

Recibió el alta horas más tarde y se retiró en una ambulancia hacia el hospital Perrando de Resistencia, acompañada por una custodia de la Policía Caminera. Ya en la Capital de la provincia y luego de algunas tareas de monitoreo, la ministra fue trasladada al Instituto Cardiológico de Corrientes, por contar con antecedentes de patología coronaria. Allí se encuentra siendo atendida por profesionales correntinos y un médico de cabecera.

Esto fue posible, según informaron ambas administraciones provinciales, debido al convenio que el Gobierno de la Provincia del Chaco tiene con el Instituto Cardiológico para la realización de estudios de alta complejidad. Además, porque la mujer ya era paciente de la institución.

Hasta ayer su estado era reservado, aunque de acuerdo a lo informado en el parte emitido por Salud Pública, derivado del parte del Instituto Cardiológico, la ministra está estable. Se espera para la noche de hoy un nuevo parte médico para cotejar su evolución.

Una experta en salud pública

Carolina Centeno es médica egresada de la UBA. Es magister en Salud Pública, con varios estudios de posgrados vinculados al género, a la teoría feminista y también a la salud como un derecho. Se declara porteña de nacimiento y chaqueña por adopción. Desarrolla su actividad profesional en el Chaco con una fuerte incidencia en espacios vinculados a la planificación y a prevención de enfermedades que afectan a las mujeres.

Se fue formando, dijo en declaraciones de hace unos años, “para el momento social que estamos atravesando, con la discusión sobre el aborto y sobre los derechos de las mujeres en todos los ámbitos sociales”.

Centeno fue coordinadora del Programa de Prevención de Cáncer Cérvicouterino del Ministerio de Salud Pública del Chaco y subsecretaria de Salud comunitaria, entornos saludables y no violentos de la provincia, hasta que en julio de 2021 juró como ministra de Salud Pública, en momentos en que la provincia del Chaco atravesaba momentos difíciles en cuanto a la gestión de la pandemia de coronavirus, situación que en parte Centeno ayudó a contener.

El gobernador de Corrientes cruzó a Alberto Fernández en plena crisis por la escasez de gasoil

Publicado en La Nación

El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, acusó al presidente Alberto Fernández de mentir para justificar la inoperancia del gobierno nacional en materia energética. Lo hizo primero a través de su cuenta oficial de Twitter. Allí cuestionó al Presidente por sus dichos en una entrevista televisiva en la que declaró que las provincias limítrofes “dejaron escapar gasoil”, y que esa negligencia en el control explica parte del conflicto generado por la falta de combustible.

Fernández mencionó específicamente a la provincia de Corrientes, razón por la cual Valdés salió a contestarle. “Nosotros advertimos la situación, pero no nos escucharon”, escribió, y luego, en declaraciones a LA NACION, dijo que “además de desconocer sus funciones, (el Presidente) se justifica mintiendo”.

“Es mentira eso de que Corrientes subió sospechosamente el 40 por ciento de su consumo de combustible. Y es mentira lo de la fuga. Lo que ocurre en toda la frontera norte argentina -donde hay muchas más provincias, pues no alcanza sólo a Corrientes- es que el combustible se iba por el diferencial de precio que conviene a nuestros vecinos. Más de dos meses después, el Gobierno salió a cobrarle más caro a los vehículos de patente extranjera. Esa no es una responsabilidad de las provincias”, remarcó.

Todo empezó luego de una entrevista que el presidente Alberto Fernández mantuvo con el periodista Gustavo Silvestre en el canal C5N. Allí el jefe de Estado acusó a las provincias limítrofes de “dejar escapar el combustible insólitamente”. “En Corrientes, en el último mes, la venta de gasoil aumentó un 40 y pico por ciento, ¿cómo se explica eso?”, se preguntó Fernández.

La respuesta no se hizo esperar. Con una captura de las imágenes y por Twitter, Valdés le recordó al presidente que “en la reunión del 8 de abril, en Salta, los gobernadores del Norte Grande advertimos a Nación sobre la falta de combustible. Pasaron más de dos meses y recién ahora el Presidente se sorprende porque en las fronteras se llevan el gasoil. Lo señalamos, pero no nos escucharon”, cuestionó.

“Miente para justificar su desmanejo”, agregó.

Pero la controversia fue más allá, porque el Presidente también dijo que la fuga ya fue resuelta: “Eso ya lo corregimos, pero no debería pasar: una provincia que no mira el problema y deja que ocurra”. “Estas cosas también pasaron”, argumentó el Presidente.

Ante tal acusación -una supuesta falta de control en el ingreso y egreso de camiones cisterna y de tanques particulares fugando combustible por las fronteras-, el gobernador de Corrientes dijo: “También expone la responsabilidad de su Gobierno cuando menciona que Corrientes no miró y dejó escapar el gasoil porque ninguna provincia tiene jurisdicción en las fronteras”, respondió Valdés. “Afirma que el problema está corregido, pero los que vivimos en el Norte del país sabemos que no es así”, remarcó.

“Además de que la fuga se explicó por el diferencial de precio, decir lo que dijo implica al menos desconocer sus funciones. ¿Qué pretende? Que las provincias cerremos las estaciones de servicio de las fronteras por una cuestión de precios. Me parece más una declaración que intenta justificar la inoperancia del gobierno en esta materia”, añadió el gobernador correntino, en contacto con LA NACION.

Tensiones

Este diferendo, que ahora tiene al combustible como materia de discusión, viene siendo una constante entre el gobierno de Corrientes y la Nación, aunque en el último tiempo se sumaron los reclamos de las demás provincias, sobre todo de las gobernadas por el peronismo.

Valdés y Fernández supieron tener mejores épocas, pero la relación se tensó el año pasado, durante la campaña electoral tras la cual el gobernador de Corrientes resultó reelecto en el cargo. Se agravó a principios de año durante los incendios en la provincia -con fuertes acusaciones cruzadas-, y luego con la visita del propio Presidente a Yacyretá, donde ni siquiera invitó al gobernador.

En Corrientes señalan el modus operandi también en la reciente visita del ministro Eduardo “Wado” De Pedro, que también estuvo en Corrientes sin pasar por Casa de Gobierno, situación que es expuesta por los funcionarios locales, más allá del protocolo, pues apuntan a que la falta de relación después se manifiesta en desequilibrios en cuanto a las cuestiones institucionales y en destrato económico, de obras y gestiones. “Ahora hizo lo mismo con Gerardo Morales en su visita a Jujuy”, recordó Valdés a este diario.

Reclamos

Por lo demás, a Valdés le asiste la razón cuando dice que “en la reunión del 8 de abril, en Salta, los gobernadores del Norte Grande advertimos a Nación sobre la falta de combustible”.

En esa asamblea, de la que participaron también el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta y entre otros el secretario y subsecretario de Energía, Darío Martínez y Federico Basualdo, Manzur garantizó la provisión de gasoil para las provincias norteñas para la cosecha, abastecimiento y transporte. El jefe de Gabinete señaló que cinco barcos de importación complementarían la oferta, lo que implicaría unos 150 millones de litros de gasoil.

Incluso el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, dijo a la vuelta, ya en su provincia, que “estamos en proceso de garantía de abastecimiento para el transporte público, de carga y para siembra y cosecha de distintos cultivos”.

La situación claramente no se verificó y la crisis del combustible hizo eclosión en la región, pero se expandió después a las demás provincias argentinas. Tanto es así que el tema del combustible, y específicamente la “previsión de su provisión”, conformó uno de los puntos centrales del documento que el viernes 24 firmaron los gobernadores de “La liga” -en su mayoría del PJ y socios hoy de una parcela importante del poder territorial nacional-.

“Peticionamos a nuestras autoridades la definición de un plan concreto para resolver el abastecimiento de combustibles líquidos, como así también generar las condiciones de inversión y planificación para que este inconveniente no vuelva a repetirse el año próximo”, escribieron los gobernadores, y de allí surge una situación mucho más abarcativa que la que explica el presidente.

En ese texto, además, emitido desde Chaco, abundan los reclamos para el Gobierno y para el Presidente, planteos que van desde el manejo de los planes sociales hasta las quejas por la inflación.

Los gobernadores reclamaron al Presidente un plan antiinflacionario y resolver el abastecimiento de gasoil

Publicado en La Nación 

RESISTENCIA.- . Con la firma de 12 gobernadores, dos vicegobernadores y tres provincias adheridas, los mandatarios que asistieron hoy a la reunión constitutiva de “la liga” emitieron un documento conjunto en el que alertaron sobre “el impacto de la inflación en el ingreso de las familias argentinas” y reclamaron la implementación de “medidas específicas destinadas a desacelerar su impacto de manera clara y sostenida”.

En una cumbre que protagonizaron en la capital chaqueña, los gobernadores pidieron además a la administración nacional de Alberto Fernández que ejecute “un plan concreto para resolver el abastecimiento de combustibles líquidos, como así también generar las condiciones de inversión y planificación para que este inconveniente no vuelva a repetirse el año próximo”.

En una conferencia de prensa previa al encuentro, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, confirmó el pedido de las provincias para “descentralizar las políticas sociales”, tal como informó LA NACION. Tanto allí, como en el texto escrito, los mandatarios dejaron en claro que la idea es superar las divisiones partidarias y sectoriales y abordar las problemáticas transversales que demanda la sociedad y que debe estar, además, por encima de la grieta.

Ante una consulta de este medio, el gobernador del Chaco consideró que el espacio está en plena formación y expansión, y que tiene el objetivo de ir más allá de la cobertura que tienen hoy, pues la gran mayoría está bajo el paraguas del Partido Justicialista.

Con el chaqueño como anfitrión, la cumbre contó con la presencia de Axel Kicillof (Buenos Aires), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Ricardo Quintela (La Rioja), Arabela Carreras (Río Negro), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Uñac (San Juan); mientras que enviaron a sus vices Misiones y Salta; a distancia se sumaron Tucumán, Tierra del Fuego y Chubut.

Los gobernadores Axel Kicillof y Jorge Capitanich hoy en Resistencia
Los gobernadores Axel Kicillof y Jorge Capitanich hoy en Resistencia

La actividad que concluyó esta tarde con la firma del documento de la Liga de Gobernadores y Gobernadoras, comenzó ayer con debates relacionados con el transporte y siguió con una sesión del Consejo del Trabajo y del Consejo de la Hidrovía. Pasado el mediodía, los gobernadores que no participaron de estas reuniones previas empezaron a llegar vía el aeropuerto de Resistencia, que se ubica muy cerca del Centro de Convenciones del hotel provincial donde se desarrollaron las actividades.

Una vez en el lugar, a puertas cerradas, discutieron los alcances de la formación del grupo y elaboraron el documento, almorzaron y luego posaron para la foto oficial. Inmediatamente después, el grueso de los invitados abandonó el lugar para emprender el regreso. Ese lote incluyó al gobernador Kicillof. Para hablar del documento se quedaron el local Capitanich, la rionegrina Arabela Carreras (que será anfitriona de la próxima reunión de la Liga), el pampeano Sergio Ziliotto, el catamarqueño Jalil y el santiagueño Zamora.

Antes, acordaron volver a reunirse el próximo 27 de julio en Río Negro para retomar esta agenda y convocar todos por encima de cualquier cuestión partidaria. “Planteamos el federalismo desde la unidad de los argentinos, superando cualquier grieta”, aseguró el gobernador Zamora.

La mesa redonda en la que debatieron este viernes los gobernadores
La mesa redonda en la que debatieron este viernes los gobernadores

En el documento final, en un claro mensaje al Presidente y al ministro de Economía, Martín Guzmán, los gobernadores advirtieron que el aumento de la inflación “afecta las tarifas, la ejecución de las obras, el sostenimiento del salario real; y promueve efectos colaterales que afectan el desenvolvimiento de las políticas públicas en nuestras provincias”.

“Reclamamos la distribución justa y equitativa de los subsidios al transporte público de pasajeros y de energía que consumimos”, agregaron los gobernadores en el documento conjunto, distribuido esta tarde en el hotel de Resistencia en el que se realizó el encuentro. El texto concluyó con una consigna: “Por una Argentina justa y federal, en unidad nacional”.

La gobernadora de Río Negro, Arabella Carreras; detrás, el santiagueño Gerardo Zamora
La gobernadora de Río Negro, Arabella Carreras; detrás, el santiagueño Gerardo Zamora

En la carta constitutiva, titulada “En defensa de los argentinos”, los gobernadores hicieron una declaración de principios: “Fomentamos la unidad nacional, no el desarrollo de parcialidades partidarias”. Y continuaron: “Pretendemos ayudar a la construcción de consensos imprescindibles que nos permitan aprovechar las oportunidades que un mundo lleno de incertidumbre nos depara”.

“Necesitamos sancionar iniciativas legislativas que nos permitan el desarrollo de la industrialización con valor agregado en origen de nuestra producción primaria, lo cual implica avanzar en la sanción de un marco jurídico que garantice previsibilidad e incentivos para lograr más inversiones y exportaciones diversificando la penetración a mercados múltiples”, postularon los gobernadores.

La gobernadora Carreras junto al anfitrión Capitanich
La gobernadora Carreras junto al anfitrión Capitanich

Hasta el momento no se sumaron a la “liga de gobernadores” las provincias de Santa Fe y Córdoba, administradas por los peronistas Omar Perotti y Juan Schiaretti; ni las gestionadas por mandatarios de Juntos por el Cambio, como Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). Tampoco fueron de la partida el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ni el neuquino Omar Gutiérrez.

Consejo del trabajo y de la Hidrovía

Por la mañana sesionó también en Chaco el Consejo Federal del Trabajo, del que participaron Claudio Moroni, ministro de Trabajo, y funcionarios del área de distintas provincias. Allí se analizó la realidad en cada región y se habló de garantizar el sostenimiento del empleo y el incremento del empleo registrado. Se dijo también que el Consejo Federal debe ser la base para la obtención de los consensos necesarios para diseñar las políticas públicas sostenibles en favor del empleo, reducir las asimetrías históricas y mejorar la calidad de vida de los argentinos, más allá de su lugar de origen.

Finalmente, los gobernadores y representantes de las provincias de Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Corrientes, Santa Fe y Buenos Aires, junto al ministro de Transporte de Nación, Alexis Guerrera, participaron de una nueva reunión del Consejo Federal de la Hidrovía. Surgió de allí que pedirán al Presidente por el balizamiento, señalización y dragado de la vía navegable principal y las secundarias, junto con sus respectivos accesos en condiciones de equidad.

De acuerdo a las fuentes consultadas, se habló también de la revisión integral del Tratado de la Hidrovía “desde una perspectiva internacional para corregir las asimetrías entre los países signatarios” y de la necesidad de recuperar la flota fluvial y mercante de la Argentina, así como de “debe ejecutarse el Canal Magdalena para ejercer la soberanía estratégica del país”.

“La Argentina y Paraguay tienen un destino común que queremos profundizar”, dijo Alberto Fernández en Yacyretá

Publicado en La Nación

CORRIENTES.- El presidente Alberto Fernández cumplió hoy una agenda bilateral en su visita a Ayolas, Paraguay, donde fue recibido por el presidente de ese país, Mario Abdo Benítez, con quien primero recorrió las obras de maquinización de la represa Aña Cuá, que está en plena construcción, para luego entregar 1134 títulos de propiedad de las casas construidas hace tiempo por la Entidad Binacional para vecinos de esa ciudad paraguaya, ubicada frente a la Central Hidroeléctrica Yacyretá, en el lindero fronterizo Norte de la provincia Corrientes.

Sobre el principal reclamo regional, que le dio contexto previo a la vista, es decir la habilitación de la línea de frontera que pasa por encima de la represa, ambos presidentes se comprometieron a trabajar para resolverlo cuanto antes, aunque sin fecha. El paso, mientras tanto, seguirá cerrado.

El mandatario argentino viajó acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez, por el canciller Santiago Cafiero y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y fue recibido en el Aeropuerto Internacional Juan de Ayolas por el presidente de Paraguay y la primera dama de ese país, Silvana Abdo; por el ministro de Relaciones Exteriores, Julio César Arriola; el embajador argentino, Domingo Peppo; y los directores de la Entidad Binacional Yacyretá: Nicanor Duarte (por Paraguay) y Fernando de Vido (por Argentina).

El Gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, que viene reclamando la apertura del paso fronterizo terrestre entre Ayolas e Ituzaingó, se quejó en horas de la mañana porque ni siquiera fue invitado a la recorrida. No obstante esto espera, según dijo, la declaración sobre la apertura del único paso fronterizo terrestre aún cerrado entre Argentina y un país vecino, en este caso con el departamento de Misiones, Paraguay. La declaración llegó, pero a medias.

Sucede que ambos presidentes abordaron brevemente el tema en contacto con la prensa, en Ayolas, y se comprometieron a encontrar una salida, pero la misma no tiene fecha cierta. “Estamos trabajando con el presidente Fernández para habilitar de vuelta el paso. Ya estuvo habilitado, pero bueno, ahora seguramente los técnicos seguirán haciendo los estudios y yo espero que podamos habilitarlo lo antes posible”, dijo el primer mandatario paraguayo.

Fernández agregó: “Estuve hablando con nuestro director ejecutivo, para plantearle la necesidad de que el paso se habilite cuanto antes, (pero) hay cuestiones de infraestructura del lado argentino, así que le pedí que nos pongamos en marcha rápidamente para que el paso pueda funcionar como debe funcionar”.

Debido al número de gente que cruza de Paraguay a Argentina, no tenemos infraestructura suficiente para recibirles, no tenemos ni playas de estacionamiento, ni un lugar propicio para hacerlo, así que pedí que resolvamos eso cuanto antes para que se pueda habilitar el paso como debe ser. Pero quédense tranquilos, me llevo el pedido del presidente, así que cuanto antes va a estar habilitado. Argentinos y paraguayos no podemos tener puentes que nos distancien, sino puentes que nos unan”, dijo para finalizar.

Agenda

Fernández y Abdo Benítez recorrieron este mediodía las obras que se ejecutan en la represa hidroeléctrica de Añá Cuá por parte de la Entidad Binacional Yacyretá y, en ese marco, destacaron la relevancia de las obras energéticas que potenciarán el desarrollo de ambos países. “Argentina y Paraguay tienen un destino común que queremos profundizar, y parte de ese destino común lo estamos construyendo aquí”, afirmó Fernández durante la recorrida de la central que posibilitará ampliar la capacidad de generación de energía de Yacyretá entre un 9 y un 20 por ciento.

“Estas obras son importantes porque suman más energía para los dos países, en un mundo en el que la energía está siendo muy demandada”, dijo, y agregó a su vez la importancia de “trabajar mucho más juntos en el Mercosur y de ese modo unirnos para poder llegar al mundo”.

El presidente Alberto Fernández supervisó este mediodía en la ciudad paraguaya de Ayolas junto a su par de Paraguay, Mario Abdo Benítez, los avances del proyecto de maquinización del brazo Aña Cuá, que posibilitará ampliar la capacidad de generación de energía de la Central Hidroeléctrica Yacyretá entre un 9% y un 20%.
El presidente Alberto Fernández supervisó este mediodía en la ciudad paraguaya de Ayolas junto a su par de Paraguay, Mario Abdo Benítez, los avances del proyecto de maquinización del brazo Aña Cuá, que posibilitará ampliar la capacidad de generación de energía de la Central Hidroeléctrica Yacyretá entre un 9% y un 20%.ESTEBAN COLLAZO – Presidencia / Télam

En el mismo sentido, Abdo Benítez resaltó que esta obra “representa un ejemplo del compromiso que tenemos en los procesos de integración regional y de la coordinación entre Paraguay y Argentina”. “Todos sufrimos la necesidad de generar trabajo en un momento en el que, a consecuencia de las medidas sanitarias, el empleo era un problema en toda la región, pero esta obra casi no paró y eso permitió generar un impacto social importante”, remarcó el mandatario paraguayo.

Fernández y Abdo Beníntez fueron recibidos en la zona de trabajos por Fernando De Vido; los gerentes de obra Fabián Ríos (Argentina) y Carlos Yorg (Paraguay); por la consejera Ana Almirón y los diputados nacionales Jorge Romero, Nancy Sand y Fabián Borda.

Quienes también recibieron y participaron de la recorrida fueron diputados y senadores provinciales, intendentes y funcionarios nacionales con oficinas en Corrientes, todos ligados al Partido Justicialista, lo que motivó una fuerte queja del gobernador Gustavo Valdés, quien no fue invitado a la visita, como tampoco su hermano el intendente de Ituzaingó, Juan Pablo Valdés, municipio fronterizo de Ayolas y cabeza de playa -del lado argentino- de la Central Hidroeléctrica.

Represa Aña Cuá, en el complejo de Yacyretá.
Represa Aña Cuá, en el complejo de Yacyretá.

“El gobierno nacional no nos invitó a participar en esta recorrida por las obras, y sé que invitaron a intendentes de su signo político”, dijo Valdés. “Ojalá que, para beneficio de la provincia, se pueda habilitar el paso internacional, que es fundamental para todos”, agregó.

“El gobierno paraguayo dice que se puede abrir perfectamente. Esperemos que (al Presidente) no le sigan vendiendo pescado podrido, que se dé cuenta que es el capricho de algunos funcionarios argentinos, porque no hay problemas del otro lado”, dijo Valdés en declaraciones a la prensa.

El embajador en Paraguay, Oscar Domingo Peppo, reiteró ayer, tras conocer la queja de Valdés, que “la situación responde a un pedido de la Entidad Binacional, que es en definitiva la que está esgrimiendo situaciones particulares y especiales para la no apertura momentánea” del paso. El Presidente después lo confirmó y especificó el inconveniente, así que el paso seguirá cerrado.

Luego de supervisar el avance del proyecto de maquinización del brazo Aña Cuá, que posibilitará ampliar la capacidad de generación de energía de la Central Hidroeléctrica Yacyretá entre un 9 y un 20 por ciento, Fernández y Abdo Benítez presidieron en el Centro Cultural “Mil Viviendas” de Ayolas el acto de entrega del título de propiedad de 134 casas a pobladores locales.

Al término de esta actividad, los jefes de Estado mantuvieron una reunión de trabajo en el Centro Administrativo de la Entidad Binacional para analizar la marcha de las relaciones bilaterales, la situación internacional y la política de ambas naciones hacia el Mercosur.

En la última actividad oficial en Paraguay, Abdo Benítez y la primera dama ofrecieron un almuerzo en honor a la comitiva argentina en la residencia presidencial ubicada en la Isla Yacyretá.

La obra

Las obras de ampliación de la central hidroeléctrica se iniciaron en junio de 2020, están en un 22% de su ejecución y suponen una inversión total de unos 400 millones de dólares (de los cuales 63 millones de dólares ya fueron desembolsados), y su ejecución posibilita la generación de 800 puestos de trabajo directos y 2400 indirectos.

Se trata de una iniciativa de bajo impacto ambiental, ya que no genera nueva superficie inundada ni relocalizaciones. Contempla sí, las obras de embocadura y un canal aductor a la central, la casa de máquinas y el canal de fuga. También requerirá una instalación para la transferencia de peces y una playa de maniobras e interconexión, con las correspondientes líneas de transmisión.

Añá Cuá emplea actualmente a 793 operarios. La mitad son argentinos y la otra mitad son de nacionalidad paraguaya, aunque hay también un 6% de trabajadores chilenos, venezolanos, brasileños y norteamericanos.

Las proyecciones formuladas por el gerente argentino de la obra, Fabián Ríos, sostienen que en octubre-noviembre de 2023 se haría la primera prueba de turbina. Para 2024, en tanto, la represa de Aña Cuá deberá estar funcionando a pleno.

Alberto Fernández viaja a Yacyretá, en medio de reclamos por el cierre de un paso fronterizo con Paraguay

Publicado en La Nación

CORRIENTES.- El presidente Alberto Fernández se reunirá este lunes con su par paraguayo, Mario Abdo Benítez. Primero recorrerán la zona de obras en que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) construye el brazo de la represa Añá Cuá, y luego viajar a la localidad paraguaya de Ayolas, donde cumplirán una agenda institucional. Se trata de una visita que genera expectativas en la región, en medio de una creciente tensión entre ambospaíses, por el cierre del paso fronterizo Ayolas-Ituzaingó, única vía terrestre que se mantiene inactiva e impide el ingreso a la Argentina.

El mandatario argentino arribará a las 11 al aeropuerto internacional de Ayolas con una comitiva reducida de menos de 10 personas. Allí lo recibirán Abdo Benítez e integrantes del gabinete paraguayo, autoridades de Yacyretá y legisladores nacionales de nuestro país.

Tras la recepción, los presidentes se trasladarán a la central hidroeléctrica Añá Cuá, que ampliará entre un 9 y un 20% la producción de energía de Yacyretá, y serán recibidos por los gerentes de obra: el ingeniero Fabián Ríos -exintendente de Corrientes- y por el ingeniero Carlos Yorg, de Paraguay, con quienes recorrerán la obra. Más tarde, ambos mandatarios regresarán a Ayolas donde Abdo Benítez y Fernández encabezarán un acto de entrega de viviendas y títulos de propiedad.

La agenda contempla encuentros bilaterales en la residencia presidencial de Paraguay, emplazada en la Isla Yacyretá, y un posterior almuerzo.

En esas reuniones se cifran las expectativas sobre posibles soluciones al reclamo paraguayo y del gobierno de Corrientes, que buscan la reapertura del paso internacional Ituzaingó-Ayolas, que viene siendo demorado por los trabajos en la represa de Aná Cuá.

Obras en la represa Añá Cuá, en el complejo de Yacyretá
Obras en la represa Añá Cuá, en el complejo de Yacyretá

“Fernández tendría la voluntad de abrir el paso fronterizo. Esa es la versión que nos llegó desde el vicepresidente, Hugo Velázquez, luego de su visita a la ciudad de Buenos Aires”, dijo el intendente de Ayolas, Carlos Duarte, en declaraciones a una radio correntina.

La posible reapertura del paso fronterizo fue un tema de conversación entre Fernández y Velazquez, el pasado 16 de mayo, cuando el Presidente recibió en Olivos al vicepresidente paraguayo.

El conflicto fronterizo

El cierre de la frontera, que se decretó tras declararse la pandemia de coronavirus, forma parte de un áspero debate político puertas adentro de la provincia de Corrientes y la zona sur de Paraguay, y que escaló a mediados de abril. Sobre todo porque la Entidad Binacional Yacyretá había anunciado que abriría el paso el 18 de ese mes. La promesa no se cumplió porque, según el mismo organismo, las obras de ampliación de la represa en Aña Cuá lo impiden.

Producido el reclamo por el cambio de posición, la directora de Migraciones, Florencia Carignano, rechazó cualquier posibilidad de capricho político en la no habilitación del paso Ituzaingó-Ayolas. “No tengo conocimiento de ningún reclamo político. No se habilita por un pedido de la gente de Yacyretá. Aún siguen las obras en Aña Cuá y eso impide habilitar el paso”, remarcó en declaraciones a la prensa.

Para sectores de la oposición en Corrientes, ligados al PJ, es claro lo que esgrime Yacyretá, dado que existe un riesgo importante si se reabre el cruce de vehículos particulares y de personas. Para el gobierno correntino, en tanto, no hay sustento en los fundamentos de la entidad binacional. Sostienen que habría una discriminación de la Nación en perjuicio de Corrientes, al estar gobernada por un signo político distinto a la Casa Rosada.

El propio gobernador, Gustavo Valdés, se metió en la discusión: “Básicamente, nosotros pedimos la apertura de los pasos, pero parece que hay ´caprichitos´ de algunos funcionarios”, dijo.

“Ya en 2019, Yacyretá informaba que el cambio de turbinas y los trabajos en Añá Cuá generarían un escenario de difícil circulación en la zona de obras. Parece que el caprichoso es el gobernador de Corrientes”, respondió el senador Martín Barrionuevo (PJ), principal vocero de la oposición en la provincia.

También fue consultado el embajador argentino en Paraguay, Oscar Domingo Peppo, quien sugirió “despolitizar la situación”, pues “no es una cuestión discriminatoria, no es una cuestión de capricho de Migraciones, ni de Carignano. Hay un planteo que hizo el gobierno de Corrientes, pero hay también una situación que no depende de Migraciones. Esto está ligado a la Entidad Binacional Yacyretá y al proceso de reconstrucción de Aña Cuá”, remarcó. Uno de los argumentos que sustentan el reclamo es que la construcción de Añá Cuá se realiza a varios kilómetros del paso por el puente binacional.

En ese escenario, el gobierno argentino informó que las autoridades de Yacyretá pidieron no habilitar el paso fronterizo y argumentando que, si bien se trata de un paso importante, no transita tanta gente por día, razón por la cual el impacto es menor.

El gobernador radical Gustavo Valdés también planteó reclamos para la reapertura del paso fronterizo
El gobernador radical Gustavo Valdés también planteó reclamos para la reapertura del paso fronterizoGerardo Viercovich

El argumento del gobierno de Corrientes pone el acento en que la decisión del cierre genera un déficit grande en las economías regionales de ambas naciones, lo que debilita a varios sectores productivos locales ligados al movimiento de bienes y servicios, pues se le niega a los comerciantes la posibilidad de reactivar el flujo económico y se limita el ingreso de turistas.

En los últimos días se produjo la reapertura del paso fluvial entre los puertos de Itatí, en Corrientes, e Itá Corá, en la ciudad paraguaya de Mayor Martínez. En breve, se anticipó, se sumaría un servicio que uniría General Díaz, en Paraguay, con Itatí. El 25 de abril, en tanto, se restableció el cruce fluvial entre Yabebyry (Paraguay) e Itá Ibaté (Corrientes), lo mismo que el transporte fluvial entre Paso de la Patria y Paraguay.

Campo negro

El fuego que arrasa la provincia de Corrientes ya redujo los campos usualmente verdes a enormes manchones negros de carbón y cenizas, y con ello menguó el trabajo de años en los centros de investigación y de producción tanto forestal como de pastura, ganadera y turística, además de amplísimos sectores destinados a la preservación del ambiente. Las pérdidas, que están siendo cuantificadas en el marco de un proceso dinámico y en curso, deberán ser afrontadas por el Estado en todos sus niveles y también por las empresas y los particulares. En el medio, acusaciones de las más variadas pusieron en alerta al sistema político, que encontró un punto más de tensión a los temas controversiales de la agenda diaria.
Los datos son dramáticos. Según los registros del Inta local que se conocieron el viernes, hasta el momento los incendios afectaron 786 mil hectáreas, es decir, el 8,8 % de la superficie total de la provincia. El tamaño de las pérdidas y las formas y la celeridad de la ayuda es lo que ahora concentra la tarea de los técnicos provinciales y nacionales.
Los sectores afectados se multiplican con los días: los hay en poblaciones urbanas, periurbanas, rurales, y en los sectores productivos y de reserva ecológica, puesto que las llamas, en complicidad con la sequía prolongada que no da tregua, también hicieron estragos en los Esteros del Iberá, ecosistema que en épocas de normalidad es dominado por el agua. El perjuicio, por tanto, se siente en la naturaleza pero también entre los vecinos de vastos poblados, entre los chacareros menores y entre los empresarios que explotan grandes extensiones de terreno con forestación o ganado, con arroz o maíz, yerbas o cítricos, y también afecta a las administraciones del Estado, sobre todo a aquellas instituciones públicas con años de trabajo científico devorado por las llamas. 
He aquí el punto central del debate que se viene. Y también la razón de la mesura con que la clase dirigente pareció reaccionar tras los primeros días de verba inflamada, escudo de la inacción, desesperación, e incluso de la incapacidad de cooperación por las miserias de la política que afloran siempre, pero sobre todo en circunstancias como estas. Todos los sectores involucrados intentan sacar partido de una situación que, en definitiva, nos costará reponer a los correntinos, y a los argentinos por extensión.
La gente que se vio abrasada por las llamas, que perdió todo su esfuerzo de años, reaccionó de inmediato reclamando alguna contención. Fueron los que gritaron desde un primer momento para que este tema fuera sopesado en su dimensión real, razón por la cual demandarán, de aquí en adelante, por la cadena de responsabilidades.

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¿Quién es responsable por esto que pasa en la provincia? ¿Qué obligaciones tiene el Gobierno y cuáles tendrán los particulares? ¿Cuáles son las prácticas culturales sobre el manejo del fuego para limpieza o rebrote que debemos observar o reeducar? ¿Qué pasa con las normas que regulan el uso de las llamas y sus penas cuando se quebrantan? ¿Qué pasará con los bomberos? ¿Alcanza con que sean abnegados voluntarios entregados a los otros, pero que arriesgan sus vidas sin capacitación específica permanente ni elementos adecuados? ¿Qué debió hacer la Provincia? ¿Qué debe hacer la Nación? En situaciones como estas, ¿es necesario llegar al límite de la ruina para activar protocolos de ayuda? ¿Nunca se podrá prevenir una catástrofe de esta naturaleza? ¿Cuántas de estas quemas son intencionales y cuantas espontáneas? ¿En qué trabajan las áreas específicas de los gobiernos? ¿Para qué los Estados crean dependencias ad hoc si al final las responsabilidades terminan cayendo sobre el conjunto, o sobre nadie, viciando el resto de los debates o incluso el resto del funcionamiento del Estado? ¿Hasta dónde llega la autonomía provincial? Esa autonomía, que suena lindo a los oídos de los autodeterminados, ¿sirve de algo sin recursos adecuados y bien distribuidos? ¿Sirve una autonomía pobre que alimenta los discursos en épocas de normalidad, pero que te deja en evidencia y te hace doblemente dependiente en épocas de necesidad? Un Estado provincial pobre subordinado siempre del Estado nacional rico, ¿es viable para proyectar un futuro de crecimiento y desarrollo?

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La situación es desesperante y los recursos no están o son insuficientes o están mal administrados, pese a que la ayuda empezó a llegar desde todos los cuadrantes. Ayuda económica, de logística y brigadistas enviados por la Nación y por distintas provincias para combatir el desastre. Incluso desde Brasil empezó a ingresar material y gente. ¿Sirve? Sí. ¿Recién ahora? Podemos discutirlo. ¿Debió venir antes? Sin dudas.
Desde este punto de vista surge la segunda clave para afrontar el problema. ¿Cómo iniciar la reconstrucción, cuándo, bajo qué esquema de prioridades? 
El gobernador Gustavo Valdés habló entre el viernes y ayer de pérdidas que están en el orden de los 25 mil millones de pesos. Hay quienes como el exministro Jorge Vara —ahora muy presente en los medios—, que calculan el estrago, al día de hoy, en 55 mil millones de pesos por lo menos.
El trabajo consiste entonces en determinar la asistencia inmediata para los que perdieron todo. En cómo cubrir las pérdidas ocasionadas a mediano plazo y en cómo reconstruir y proyectar el futuro, que son cosas bien distintas, sin contar con la urgencia de recuperar los años de investigación, trabajo e infraestructura acumulada de las que hoy no quedan más que rastros calcinados.
Valdés pidió el viernes por la unidad. “Tenemos que juntarnos. No hay lugar para las grietas y las chicanas políticas. Ni para los trolls, ni para las injurias personales que estamos recibiendo. Hoy nos tenemos que juntar para poder salir adelante”, dijo, aludiendo de ese modo a los ataques —sobre todo virtuales— que recibió en los últimos días.
La situación lo puso en el centro de la escena a recibir todos los golpes de una situación que todavía está en proceso y que, como él mismo dijo, no permite vislumbrar una salida inmediata sin ayuda de la naturaleza: sin las lluvias que se niegan y que ponen a Corrientes en situación de jaque agobiante.
Según dijo ayer, recién el viernes por la noche habló con el presidente Alberto Fernández. ¿Qué fue lo que postergó por tanto tiempo una comunicación entre ambos hombres que hasta no hace mucho no escatimaban en la dispensa de halagos? No se sabe. Ojalá esa charla prospere y fructifique.
Un día antes, en contacto con este diario, Valdés se quejó de la falta de coordinación en relación a la ayuda, lo que produjo fugas en los recursos existentes. También dijo que los millones que dice Nación que había enviado aún estaban en camino, salvo el efectivo que acordó con Wado de Pedro: 200 millones de pesos.
Casa Rosada informó por su parte, a través de sus voceros, que ya envió 1.000 millones, amén de brigadistas, aviones, autobombas, maquinarias e insumos. Incluso una fuente de acceso al despacho presidencial le dijo a El Litoral, ayer, que el Ministerio del Interior prepara otro desembolso, mientras el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, planea otro aterrizaje para hoy en la provincia.

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Mientras todo esto ocurre, el clima no da respiro. Las lluvias anunciadas para hoy, ahora se corrieron para mañana. La superficie quemada al 16 de febrero era de 785.238 hectáreas, según detalles presentados por el grupo de Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria Corrientes del Inta. Pero hay otro dato inquietante. El ritmo de progresión del fuego entre el 7 y el 16 de febrero (los últimos 9 días) fue de casi 30 mil hectáreas diarias. En un informe anterior, esa tendencia era de 20 mil hectáreas diarias.
Estos parámetros justifican la decisión que tomó el viernes Valdés de declarar zona de catástrofe ecológica y ambiental a la provincia. Al anunciar la medida, dijo que el cambio climático está golpeando fuerte. Los efectos de esa frase están a la vista; dejaron de ser teóricos hace tiempo, pero ahora se muestran de manera más que descarnada. Hay allí, entonces, una tercera clave. Empezar a trabajar y a educar pensando en el ambiente como algo más que un entorno escenográfico mejor o peor dotado según el código postal de cada uno.

Crujidos radicales

La provincia se juega mucho el año que viene, en el marco de una crisis que se presenta como problema para los que gobiernan y como posibilidad para los que no.

La oposición local tomó nota y empezó a trabajar. Esto quiere decir que los legisladores peronistas jugaron sus cartas para activar un mecanismo de presión e incorporar muchas de las múltiples necesidades de Corrientes en el presupuesto nacional, instrumento que tuvo su primera sanción el jueves en la Cámara de Diputados.

El Gobierno de la Nación hizo lo propio y habilitó una bolsa grande de plata para darle material proselitista a los propios, y material institucional al extraño. En este caso el extraño sería el gobernador Gustavo Valdés, con quien el presidente Alberto Fernández mantiene una relación de cercanía madura, aceitada sobre un concepto de federalismo. Mantener la equidistancia facilitaría las cosas si es que tienen que convivir más allá de 2021, lo cual implicaría la reelección de Valdés.

Esa posibilidad, que en principio debería ser un problema para la oposición (que hace tres elecciones queda en la puerta, pero sin poder entrar al palacio de Salta y 25 de Mayo), parece ser más un problema del radicalismo, que hace crujir su interna por asuntos no resueltos, más allá de los números, que siempre fueron un ordenador político en la era del colombismo.
Sucede que los números ahora acompañan a Valdés, y Ricardo Colombi parece no convencerse ante esa evidencia amarga, entonces apela a lo que sabe y que tiene aprendido de sus viejos libros gordos de chicanas y zancadillas.

Y si bien en público se desmienten las intencionalidades, o se las minimizan, vale hacer un racconto para dejar constancia, al menos, de un problema político que ya tiene algunos síntomas y que mal gestionado podría agravarse. Veamos los puntos más importantes de lo que hasta ahora es sólo una puesta en escena:

Acto 1

Esta semana se trató y se aprobó el presupuesto nacional en la Cámara de Diputados. Allí obtuvo su primera sanción con 139 votos a favor, 15 en contra y 90 abstenciones.

Los diputados correntinos se dividieron en dos bloques. Por un lado están los que aprobaron, es decir los tres peronistas (“Pitín” Aragón, Nancy Sand y Jorge Romero) y las dos del PRO (Ingrid Jetter y Sofía Brambilla); y por el otro están los que se abstuvieron, es decir los dos radicales (Estela Regidor y Jorge Vara).

Parece el mundo del revés, pero no lo es. Es el mundo de la política.

—¿Cómo se entiende?

—Así:

El Gobernador pidió a los legisladores correntinos de ECO-Juntos por el Cambio que “acompañen” el proyecto, entre otras cosas porque sus voces fueron escuchadas y el presupuesto prevé la afectación de unos 116.000 millones de pesos en obras. El asunto es que sólo las diputadas macristas lo hicieron.

Regidor y Vara, radicales ellos, se abstuvieron de votar en general, aunque votaron en particular los artículos que beneficiaban a Corrientes. En ese mismo acto desoyeron el pedido del Gobernador, alegando conducta partidaria, pues siguieron la bajada de línea del radicalismo nacional que les ordenó abstenerse.

Aquí hay que tener presente que una cosa es la estrategia nacional de la UCR, y otra la estrategia provincial de cara a las elecciones provinciales del año que viene, cosa que se diferencia todavía más de la estrategia del gobierno provincial, que tiene más responsabilidades, de cara a la gente, que la de pelear espacios o negocios.

En esa línea se manifestó el viernes el secretario general, Carlos Vignolo, quien hablando por radio dijo que Regidor y Vara “tomaron una decisión equivocada”.

Para agregar, solo decir que Vara fue siempre ministro de Ricardo Colombi, hasta que fue electo diputado ya en épocas de Valdés. Y Regidor fue siempre un comodín versátil que a veces cubre necesidades electorales, a veces necesidades administrativas y siempre responde a los requerimientos políticos del ex gobernador. Siempre. Es infalible. Por lo tanto, si siguió un mandato partidario, ese no partió de la ciudad de Buenos Aires sino de la calle Buenos Aires. El tiempo dirá por qué o para qué lo hizo de ese modo.

Acto 2

Si bien responde a una disposición nacional fundamentada en los impedimentos de la pandemia, la conducción de UCR Corrientes decidió prorrogar todos sus mandatos partidarios hasta por lo menos mediados del año que viene. Hay quien dice, no obstante, que ciertos sectores influyentes del partido intentarían alargar la prórroga hasta diciembre de 2021. He allí la clave.

En el resto de los distritos esa decisión tiene un peso determinado, pero en Corrientes, y pongamos por caso, en Santiago del Estero, que también elige gobernador en 2021, esta decisión es un tanto más trascendente porque los procesos electorales son más grandes y determinantes. Se juegan las gobernaciones e intendencias, además de la integración de los parlamentos.

Los mandatos de las autoridades de la UCR Corrientes caducan el 16 de diciembre, pero ante la imposibilidad de realizar convenciones y asambleas, el Consejo Nacional habilitó una extensión de los mismos.

En Corrientes, la decisión de prorrogar mandatos surgió tras la reunión de la Mesa Ejecutiva del Comité Central de la UCR realizada el pasado jueves 22 de octubre. Esa mesa está integrada por Ricardo Colombi, Héctor Lopez, Graciela Insaurralde, Graciela Rodríguez, Norberto Ast, Manuel Aguirre y Susana Nugara, entre otros.

En tal reunión, Colombi expuso la necesidad de considerar la prórroga dada la imposibilidad material de realizar procesos electorales en este contexto pandémico, ya que su concreción implicará el desplazamiento y aglomeración de personas. Es lo que pasará, de hecho, en las elecciones generales, pero para Colombi el riesgo de contagio está en la interna. (¿?)

Lo que no se dice de esa argucia es que tales autoridades tendrán responsabilidades en 2021, por caso la de fiscalizar los procesos y armar las listas de candidatos. (Por suerte lo tienen a Colombi, que se ofrece gratis a realizar esas tareas). De todos modos todavía no está dicha la última palabra. La decisión final debería surgir de la Convención Provincial. Allí necesitarían unos 70 votos para imponer una decisión al respecto.

Acto 3

La semana pasada ocurrió también un escarceo en la Cámara Baja de la Provincia. Diputados peronistas enrolados en el Frente de Todos solicitaron preferencia para agilizar el tratamiento de dos leyes clave para la sociedad en su conjunto, pero ambos fueron rechazados. Se trata de los proyectos de paridad de género y voto joven.

El diputado José Mórtola fue quien primero pidió preferencia para los proyectos de paridad de género, incluyendo el enviado por el gobernador Gustavo Valdés. Tras la votación, su petición fue desestimada. Más adelante, el diputado César Acevedo solicitó la preferencia para las iniciativas de voto joven, que también fueron rechazadas.

Es verdad que el PJ está en su derecho y casi en obligación de insistir con estos temas, aunque cuando puertas adentro tuvo que responder por la paridad, por ejemplo en la disputa entre Rubén Bassi y Patricia Rindel, no quiso hacerlo o no pudo. Y entonces recibió la ayuda solícita del oficialismo radical en el Senado, que con notable coherencia avaló al varón por sobre la mujer y terminó la discusión.

Tal vez no sea este el caso, pero desde entonces ya nadie puede mirar con ingenuidad los amagues opositores para poner en evidencia la supuesta negativa oficialista de tratar estos asuntos, porque negar espacios a la mujer o a los más jóvenes, no generan impacto directo en los generales de las sombras, sino que comprometen más la palabra del Gobernador, más allá de colocar a la provincia entre las más atrasadas en cuanto a la “real igualdad de derechos” que exige la propia Constitución.

Cada vez que es consultado por el tema, Valdés pide que en vez de reclamarle a él, se les reclame a los legisladores por su actitud de negativa constante. Tal vez tenga razón. El ministro Vignolo, que también respondió sobre esto el viernes en una entrevista en Radio Dos, intentó bajar los decibeles. Dijo que cuando estén dadas las condiciones, la Legislatura avanzará en ambas cuestiones.

Pero el tiempo es ahora, y él lo sabe, o debería saberlo. Demorar el debate implicaría votar otra vez, el año próximo, en las mismas condiciones de siempre, desoyendo fuertes demandas sociales, cambios culturales ya dados en el mundo con evidencias de sobra y las propias promesas formuladas por Gustavo Valdés hace casi 4 años.

También lo saben quienes frenan estas iniciativas, y tal vez por eso lo hagan: porque pescan en río revuelto, y mientras haya pesca, se demora la jubilación de varios pescadores. De todos modos tendrán que tener cuidado, porque el proceso de cambio ya empezó y hace tiempo que escapa de su control.

Peste, política y posverdad

La verdad fue otra vez víctima de la posverdad, abonada por intenciones políticas que traccionan detrás de la pandemia. Y si bien no es nueva la costumbre de tomar el todo por la parte para documentar el parecer propio en desmedro del ajeno, los daños se proyectan mayores cuando está en juego la salud, la vida y, por tanto, el futuro.

¿Qué pasó? Pasó que un delegado de la Organización Mundial de la Salud, que aconseja sobre covid-19 en Europa, pidió a los países que “dejen de utilizar el bloqueo como método de control principal” para frenar el virus.

El pedido va en línea con la posición del organismo, que desde marzo advierte sobre los efectos negativos de los confinamientos masivos y prolongados y pide minimizarlos, con la aclaración de que estas medidas “son necesarias para suprimir rápidamente el virus”, pero que “deben tener una duración limitada” porque generan efectos socioeconómicos iguales o peores que la peste.

El tema es que las declaraciones del delegado, David Nabarro, volvieron a poner en debate la utilidad de las cuarentenas e hicieron tambalear la posición de la OMS. El cuadro se completó cuando intereses partidarios volvieron a tomar la parte por el todo, apalancados en esas declaraciones. Incluso el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, utilizó esas palabras para asegurar que la OMS le dio la razón y para pedirles a los gobernadores demócratas que “abran sus estados”.

Pero también en Argentina se sintió el efecto media-verdad, según escribió José Giménez, haciendo un racconto aclarativo para chequeado.com. A raíz de las declaraciones del delegado especial, en Argentina “La OMS” fue tendencia en Twitter. El argumento se utilizó además para cuestionar las medidas de aislamiento aplicadas desde marzo por Alberto Fernández y para respaldar las acciones que terminaron en una manifestación ciudadana el pasado 12 de octubre.

Las críticas, que no cabían en marzo, caben ahora por los resultados. La cuarentena es una medida extrema para frenar la propagación, pero acarrea costos altos. Se la tomó para ganar tiempo y de ese modo preparar el sistema de salud, pero desde el primer momento, más allá de ciertas actitudes triunfalistas tempranas, se dejó dicho que tales decisiones no acabarán con la epidemia.

En su chequeo, Giménez recordó que la OMS recomendó acciones para detener la propagación: ampliar el sistema; localizar los casos sospechosos; aumentar la capacidad de los test, y adaptar y equipar instalaciones destinadas a tratar y a aislar a los pacientes.

En la Argentina se avanzó bien en algunos ítems; poco y nada en otros. En Corrientes la cosa estuvo más pareja, con un alto nivel de cumplimiento de esas recomendaciones: se creó un sistema sanitario paralelo para atender, tratar y aislar pacientes, se informó una buena capacidad y número de testeo por habitante y hasta el último mes, al menos, la Provincia informó que tenía controlado el nexo de contagios. Y esto más allá de las múltiples versiones que circulan por el territorio de la virtualidad y que indican lo contrario, a caballo de algunos datos que surgen de usinas de distintos niveles de credibilidad e intencionalidad, con acceso a información confidencial, que echan raíces allí donde la oficialidad llega tarde o calla.

Esto ocurre aquí como en todas partes, porque a la salud y a la economía se les abalanzó la política que tensiona desde los atriles del proselitismo en puertas, con base de sustentación en otra recomendación que parece no tener una respuesta clara: la planificación de una transición gradual para salir de esta situación y reimpulsar la actividad anclada en la famosa “nueva normalidad”, que implica drásticos cambios culturales, además de contención sanitaria.

Es allí donde se inserta la más certera crítica contra el aislamiento, porque demostró no ser una solución sostenible. En ese sentido, Nora Bär escribió el viernes en La Nación que una de las primeras equivocaciones tal vez haya sido seguir la idea de “aplanar la curva”, en vez de “aplastarla”, estrategia que mostró su efectividad en Córdoba, por ejemplo, o en Corrientes misma, pero que fue insuficiente cuando volvió la movilidad.

Pero, además de esos aspectos técnicos, “hay dos factores cruciales que incidieron en los resultados actuales: la falta de un trabajo interdisciplinario sostenido entre médicos y científicos, incluso con los de campos no afines a la medicina; y la visión de que la pandemia es un hecho meramente biológico, dejando de lado aspectos sociológicos y culturales determinantes”.

Entonces, como vimos, usar la parte por el todo, además de ser engañoso, no es válido como opción, y menos en sistemas deteriorados como el de la Argentina, por caso también el de Corrientes, que debió montar en paralelo un nuevo sistema porque no existía ninguno en condiciones de soportar las exigencias de la pandemia.

El deterioro es una de las herencias de las que habla con cierta desvergüenza el peronismo bonaerense o nacional, que pocas veces acepta el tamaño de su responsabilidad que deviene de la cantidad de años en el gobierno; pero también es una herencia de la que no puede hablar el gobernador Gustavo Valdés, pues más bien es un lastre solapado que le vino del enquistado colombismo, como la pandemia, pero que emergió gracias a ella.

Acá, como en el país, y también como en todas partes, la cuarentena sirvió para preparar hospitales y para aletargar lo que está pasando ahora: las olas de contagios con números de muertos que empiezan a preocupar pero que hubieran sido peores sin la preparación previa necesaria. Lo dicen en el Gobierno de la Nación, pero también aquí en Corrientes, en ambas veredas de esa ancha avenida que a veces suele mostrarse como grieta. En ambos búnkers muestran, aunque en privado, que la gente murió menos en el comparativo marzo-agosto/2019-2020, incluso menos por afecciones respiratorias. Suena fuerte decirlo así, pero es sobre la base de esas evidencias que se tomaron medidas de acción pública. Debería ser siempre así, por lo demás.

Pero más allá de la carrera por la peor estadística -que parece motivar a algunos-, se trata aquí y ahora de construir sobre los objetivos comunes, de salvar vidas, de recuperar la economía; se trata, sobre todo, de la verdad como cimiento para edificar soluciones necesarias y urgentes, y sociedades duraderas que puedan convivir aun en sus diferencias.

Quiere decir esto que saber la verdad de la pobreza, por ejemplo, nos abre la posibilidad de abordarla adecuadamente, contenerla, morigerarla, erradicarla. Se trata de un ejercicio que puede hacerse con cualquier otra cosa: con la pandemia, con la economía, o con la corrupción. Los resultados podrían ser sorprendentes.

Quiere decir que hay que respetar el derecho al trabajo, a la circulación, a la opinión, a la queja política, pero siempre. No solo cuando me conviene. Hacer respetar la libertad de uno, pero también la del otro, que incluye respetar a un “todos” que, en épocas de pandemia, asienta en la salud de la población.

Tal situación, en todo caso, lleva a plantear la necesidad de la responsabilidad individual, sin que ello implique bajar los controles o relajarlos, porque en países como los nuestros -y en provincias como las nuestras- hay factores que exceden el voluntarismo y que determinan conductas.

Es muy fácil criticar la movilidad o la falta de cumplimiento de ciertas normas, sobre todo las que implican costos económicos, sin mostrar en el mismo acto los altísimos niveles de informalidad laboral-salarial, de desempleo, de pobreza estructural y el raquitismo cultural derivado de la falta de educación, que es transversal a los estratos sociales y rangos etarios.

Los resultados conductuales de hoy, demuestran una decadencia en aumento en cuanto a valores de forma y fondo, e incluso demuestran enormes niveles de prepotencia pública, a veces insuflada por malos ejemplos que bajan desde la oficialidad: un contrato social que se deteriora todavía más cuando el Gobierno parece encubrir más que disciplinar, o dar el ejemplo.

Allí surge la importancia de la coherencia y de la verdad, que utiliza el vehículo de los hechos, de las pruebas, que se comunica echando mano a la información disponible, lo cual es contrario a su ocultamiento, y que a su vez debe ser lo más democrática posible.

A la mentira se la conjura con datos, con pruebas, no acallando voces o creyendo que el Estado es el único vocero posible o el único contralor válido. Entre otras cosas, porque hay evidencias de sobra, aquí y en todas partes, de las maniobras de censura en la que terminan cayendo muchos gobiernos mientras maquillan en el plano discursivo una aparente custodia de la libertad de expresión, que no es privilegio de medios o periodistas, sino un músculo de la democracia.

Para que sean creíbles, en todo caso, estos valores deben sostenerse siempre, no cuando queda a mano de alguien porque ilustra su sesgo de pertenencia. Si eso pasa, no estamos más que actuando como aquellos a los que criticamos.

Adoptamos una suerte de “tribalismo moral”, al decir de Eduardo Levy Yevati, en el que hay un “nosotros” y un “ellos”, pero que se parecen. “Asumimos que la gente como uno comparte nuestra visión; si no la comparte, lo más probable es que no sea como uno, y por lo tanto, mejor no escucharla”. La conclusión de eso es una tribu compacta, cerrada. Cuando, además, tal situación está mediada por el odio, o por un cierto resentimiento, el otro se convierte en alguien al que hay que eliminar. Muy peligroso.

Cooperar para vivir

Para el diario El Litoral
Si es verdad que en estos largos días de cuarentena aprendimos que “nadie se salva solo”, entonces hemos aprendido también que la cooperación humana es la tecnología mejor acabada para ponernos de nuevo de cara al sol, cuando todo pase.
Ejemplos a lo largo y ancho del planeta confirman el diagnóstico vuelto sentencia. Y la buena noticia, para hacer frente a los escépticos, es que la cooperación también resultó en Argentina, con efectos que están a la vista.
La cooperación entre los tres niveles de Estado en el Area Metropolitana de Buenos Aires no sólo dio resultados en términos sanitarios (más allá del desfase de los últimos días en los barrios hacinados y marginales ubicados en la porción de tierra más rica del país) sino que también aportó un sedante de magnitud insospechada para la grieta política, repeliendo incluso el intento de quienes, fuera del reparto de la consideración ciudadana, intentan a toda hora y por cualquier orificio sembrar un poco de cizaña para envenenar la magra cosecha de estos días.
La cooperación que dio resultados en todo el mundo, dio también sus frutos en Argentina. ¿Eso molesta? ¿A quién? ¿Por qué?
Atravesamos como humanidad -no ya como nación, o como naciones- una situación crítica por pandemia. Es cierto que sus efectos no encuentran parangón en la historia mediana del globo, pero las bases de lo bien hecho se volverán sólidas si sabemos aprovecharlas.

 

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La cooperación del Estado con los científicos, médicos, infectólogos, fue el primer modelo en el que nos pusimos de acuerdo como sociedad. Nadie, o pocas personas a estas alturas, dudan de la importancia que tuvo para el manejo de la pandemia que el gobierno de Alberto Fernández se respalde en la ciencia, en sus expertos, en los estudiosos que dedican sus vidas al diseño de políticas y estrategias sanitarias.
La cooperación del Estado con los científicos y los CEO (de muchas empresas nacionales) hizo que la Argentina pueda desarrollar tecnología y aparatología médica, además de insumos y reactivos que nos permitirán estar mejor preparados si es que el coronavirus decide golpearnos todavía más de lo que lo ha hecho hasta el momento.
El Estado, las empresas, el conocimiento industrial y la mano de obra calificada, que procede -por ejemplo- de las universidades, como la de los estudiantes de la Universidad del Nordeste, permitieron, por decir algo, el ensamble de respiradores mecánicos para asistir al hospital de campaña de Corrientes, pero también, a futuro, a los institutos u hospitales que lo requieran.
La cooperación del Estado con los empresarios, en el plano de los productos y servicios, hizo posible muchas otras inversiones necesarias, pero al mismo tiempo mostró los agujeros que eran invisibles en el trajinar cotidiano de la vieja normalidad.
Se trata del conocimiento, más que nunca, en la era del conocimiento. Pero en este caso, se trata del saber al servicio de las políticas públicas implementadas bajo el régimen de la evidencia y no bajo el yugo de los caprichos personales, lo que supone un antes y un después, de mínima, en la toma de decisiones de Estado. Y de muchas empresas.

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Por supuesto que hay desafíos, falencias. Hay carencias estructurales. Hay dudas. Por supuesto que hay algunos desconfiados que azuzan con denuncias, y sus razones tendrán. Nunca fue fácil la cosa, nunca del todo transparente. Y nada hace suponer que de repente lo será, en medio de una pandemia, cuando el Estado, a través del gobierno, muchas veces coquetea con la fuerza absoluta que surge de la excepción. Cuando más bien se reviste de poderes que lo alejan del deber ser de la rendición de cuentas. Pasa aquí como en las sociedades más avanzadas. No es un consuelo, pero pasa.
No obstante, habrá un “antes y después”, previenen hasta el cansancio médicos, psiquiatras y analistas, docentes, gremialistas, economistas y políticos de toda caladura.
Ojalá el después, en todo caso, sea un poco mejor que el antes. Que muchas de las acciones apuradas por el coronavirus se queden para contener otros problemas que nos aquejan. Que las campañas sanitarias sirvan, por ejemplo, para atacar al dengue, que es otro de los males que nos zumban en clave de epidemia desde hace bastante tiempo.
Habrá un antes y un después -dicen a coro los expertos- en cuanto a la forma de vida, a la forma de manifestar los afectos, a la forma de realizar los trabajos, muchos de los cuales no tendrán más remedio que adaptarse. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre abril y junio se perderán 195 millones de empleos en el mundo. Los sectores más afectados con pérdidas de mano de obra son el hotelero, el de producción de alimentos, el gastronómico, el inmobiliario, las actividades administrativas, las fábricas y los servicios de reparación, los comercios, el área de los negocios y el sector artístico.
Otra mala noticia, publicada ayer por Daniel Santa Cruz en La Nación: la Argentina reúne el 41% de sus empleos dentro de este grupo de riesgo, de acuerdo al mismo informe de la OIT.

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Habrá un antes y un después en la forma de educar.
La educación, tal vez como ninguno de los otros estamentos, pone al desnudo las asimetrías y brechas, tecnológicas y de aprendizaje. He allí un enorme desafío.
El cambio de mentalidad asociado al cambio de ritmo en el paso de lo analógico y semianalógico a lo digital, por influjo de una crisis sanitaria, insufló la transformación digital, el teletrabajo, la inteligencia artificial. Dispersó la productividad, pero al mismo tiempo dejó más pobres a los pobres y más excluidos a los que ya lo estaban.
La brecha digital es mucho más que eso en provincias y regiones como las que habitamos nosotros. Es eso, pero sobre todo es la pobreza, la falta de trabajo, de viviendas dignas, de infraestructura básica.
Semejante brecha en semejante zona acentúa todavía más las diferencias. Las familias, incluso las que tienen algún recurso tecnológico, sucumbieron ante la cuarentena, que también es asimétrica. En todo caso no hay una sola cuarentena. Las hay a distinto precio.
Las familias sucumbieron ante la falta de aparatos y de servicios de internet y energía suficientes para atender las demandas de todos los miembros del núcleo en el mismo momento, que por trabajo o por estudio, intentan de ese modo hacer sus propios esfuerzos para vincularse con un afuera que cada vez queda más lejos. Ya en una familia tipo se manifestaron esos problemas, y las familias tipo, está claro, son mucho más numerosas en las provincias del Norte. No hay espacio para todos en el mismo momento, y así es difícil pensar, aprender. Avanzar.
Las otras familias, en las que la realidad virtual está lejos de ser siquiera una realidad, volvieron a ser castigadas, ahora en simultáneo por la brecha tecnológica, educativa, por la pandemia y por la economía que se paró como protección ante el virus. El combo es demasiado dañino.
En cuadros como esos es donde anidan los militantes anticuarentena que se mueven por el parámetro único de la economía. Son los que denunció hace unos días el doctor Pedro Cahn, director de la Fundación Huésped y uno de los integrantes del comité de expertos que asesora al Gobierno. “Odio la cuarentena, no la amo. Pero más odio a la morbilidad y mortalidad”, lanzó. Pidió, en todo caso, “que alguien me explique cuál es la alternativa”.
Es muy complejo todo, pero al mismo tiempo esperanzador.
Si la crisis del coronavirus logró sacar -en parte al menos- lo mejor de nosotros, en aspectos cooperativos de proyección positiva, sería bueno que esa voluntad sobreviva cuando acabe la amenaza.
Hasta aquí vimos los efectos multiplicadores de la cooperación como artefacto tecnológico para el avance humano. El coraje de los trabajadores de la salud, el espíritu de solidaridad y compasión de muchos voluntarios y voluntarias, su disposición a ir más allá de sí mismos para colaborar en el bien de todos. También vimos experiencias demoledoras que forzaron a muchos ciudadanos a poner de manifiesto lo peor que llevan dentro: sus miedos, broncas, odios. Afloraron las “conductas regresivas” y muchos se pusieron como niños, como dijo la doctora Nadia Vaschuk Semper en la entrevista #ELP de la semana pasada.
Pero “algo se aprende en medio de las plagas”, nos dijo Camus en “La peste”: “Que hay en los hombres (y mujeres) más cosas dignas de admiración que de desprecio”. Ojalá sea una mayoría la que pueda quedarse con esta mirada.

Gustavo Valdés: “Tenemos que darle un changüí al Presidente para que trate de hallar el rumbo económico que no supimos encontrar nosotros”

Esta entrevista, parte de un ciclo que El Litoral y E. L. editaron en formato digital durante todo el año, tuvo su cierre en el Teatro Vera con el gobernador Gustavo Valdés. Coincidió además con la culminación de su segundo año de gestión, por lo cual la oportunidad fue más que propicia para esbozar un balance y proyectar lo que viene, pasando por la coyuntura nacional y provincial. La que aquí reproducimos es parte de la charla, que se puede ver integralmente en video en esta misma plataforma.

—¿Cómo le va, Gobernador? ¿Cuál es su balance de estos 2 años de gestión?
—El primer año fue adaptación, de luna de miel. La verdad es que no es fácil hacerte cargo de un gobierno. Tomar las riendas de un Estado, que es omnipresente en toda la provincia, realmente es complicado.
Y darle una impronta y que el Estado se pueda mover, lleva su tiempo; pero creo que estamos encaminados. Estos dos años que vienen creo que le vamos a dar un dinamismo que ya va teniendo, el ritmo que queremos. Espero que ayude la cuestión nacional y que no tengamos vientos de frente, por lo menos.

—A mitad de este año ganó con más del 60% de los votos y una diferencia de más del 40% en relación al PJ. Eso lo convierte en el gobernador más poderoso, al menos desde el retorno de lo democracia. ¿Qué responsabilidades asume ante tanto acompañamiento?
—Pero el poderoso no termino siendo yo. El poderoso termina siendo el conjunto. A medida que nosotros vamos entendiendo hacia dónde tenemos que ir, creo que nos estamos encaminando todos, porque si no termina siendo como que el poder radica en una sola persona, y yo no soy partidario de que el poder lo maneje una sola persona durante todos los tiempos, durante todo el tiempo.

—Pero es el gobierno más poderoso que se recuerde…
—El gobierno. Me parece que tener mayoría en Diputados, en Senadores, te va dando la posibilidad de que puedas hacer lo que uno va creyendo. Pero uno también tiene que ir articulando con diputados y senadores, enriqueciendo las normas, las leyes, las ideas. Eso me parece que es positivo para todos, con una dirección ya definida hacia dónde quiere ir la gente, acompañando al gobierno y el gobierno acompañando a la gente.

—Igual, tiene una cuota de responsabilidad…
—Seguro, no lo discuto, pero es la primera que vez hay una mayoría clara, una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, que no sale a correr, a modificar, a cambiar, a pedir superpoderes, a salir a intervenir instituciones, municipios, a trabajar con ese tipo de cuestiones. Creo que a nosotros esa confianza de los ciudadanos nos sirve para afirmar la identidad de vivir en paz, en armonía y fortalecer las instituciones. Ese es un logro que lo hemos conseguido todos.

—Hace pocos días usted se reunió con el Presidente la Nación. Después del encuentro, ustedes los gobernadores radicales (Valdés, Morales y Suárez) fueron muy importantes a la hora de empezar a dar señales, desde el punto de vista democrático, para permitir el tratamiento de la Ley de Emergencia Social. Fue reconocido incluso por el propio Alberto Fernández y la sociedad.
—Cada vez que el Presidente convoque a los gobernadores o al gobernador de Corrientes uno tiene que concurrir, escuchar, dialogar, porque me parece que es lo sano: la democracia, y no tiene que tener nada malo, ya que es una reunión de institucionalidad.
Yo creo que lo democrático es siempre respetar la voluntad popular, y respetar la voluntad popular es dejar que la voluntad popular se plasme a pleno en el cuerpo y después uno va a tener una discusión si te da la fuerza, si no te da la fuerza. Si no te da la fuerza, tenés que comenzar tachando la generala doble, como en definitiva terminó ocurriendo.

—Pero no obstruir el Congreso, como se pretendió.
—No obstruir el Congreso de la Nación. Entonces me parece que era saludable que nosotros salgamos a respaldar la asunción de diputados oficialistas, en este caso, y que con el juego de la democracia, con toda la voluntad plasmada, pueda jugar libremente el Congreso de la Nación, con los claros y oscuros. Hay un gobierno que necesita y tenía apremio para tratar una norma. Ojalá que todos los argentinos podamos pensar y actuar de esta manera, que podamos tener instituciones más sanas, que sean más saludables y que pueda haber debate. Eso me parece que es prudente para todos.

—Para hacer el balance lo invito a hacer un repaso desde su discurso de asunción. En marzo de 2017 usted proponía un ataque frontal a la pobreza y dos procesos centrales: modernización y crecimiento.
—Hay dos cosas: yo analizo el empleo público en cuanto a niveles de salario. Nosotros estamos en un promedio de salario de $28.000, por encima del promedio de salario del sector privado y eso genera un aporte. Por supuesto que cuando uno ve y tiene devaluación, y mide en dólares, uno mide la pobreza y, generalmente, los números terminan subiendo; pero este ciclo nosotros lo vimos en Argentina.
La pobreza se tiene que medir de manera multidimensional: no es lo mismo una persona que cobra 20.000 o 30.000 pesos en Corrientes a otra que cobra lo mismo pero en el centro en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, la pobreza te mide de igual forma. Pero hay que trabajar mucho y ayudar. Uno puede largar un plan social y enmascarar la pobreza. Pero la pobreza se tiene que resolver generando inversiones, generando trabajo con empresas privadas que puedan llegar a tomar trabajadores y que puedan tener sueldos importantes con aportes y en blanco.

—En su discurso de marzo del 2017 también hay un paralelismo que me parece importante, porque habló casi en los mismos términos que el presidente Fernández en su asunción. Dijo: “Asumimos el compromiso del erradicar la pobreza y acompañar a los desposeídos, sabemos que la única manera de solucionar los problemas es reconociéndolos”.
—Bueno pero eso es un problema de cómo mirás el vaso. Nosotros tenemos pobres y es una verdad de perogrullo: tenemos pobres, Estados Unidos tiene pobres, China tiene pobres; pero hay veces que es conveniente decirlo y hay veces que es mejor hablar de lo positivo que tiene una provincia, es una toma de decisiones. Pero en todo el mundo existen pobres, ojalá que no existiera ni uno más, que podamos llegar a una sociedad o apuntar, como una utopía, a decir: “yo quiero hacer desaparecer a los pobres”. Pero hay que trabajar todos los días y hay que tener inversiones que te conduzcan hacia ese destino. Eso es lo que tratamos de hacer siempre.

—En ese discurso habló de incluir a las mujeres y a los más vulnerables, a los vecinos en todas las direcciones, mencionó especialmente a la Capital y hoy se está viendo un poco eso. Otro punto que me parece fundamental de ese discurso es que mencionó incluir “a los que están y a los que se fueron”. Durante el siglo XX y los primeros 20 años del siglo XXI, 1 de cada 3, o 1 de 4 de los nacidos se fueron de la provincia. ¿Se puede revertir esta tendencia?
—El correntino es embarcadizo, va a la fuerza de seguridad, vamos a todos lados. Históricamente, Corrientes tuvo un rol fundamental, que es, por ejemplo, los docentes en el Chaco, los en Formosa, en Misiones. Los trabajadores, los profesionales que se fueron afincando en distintos lugares.
Pero (siempre le decía a la gobernadora Vidal y se lo puedo decir a cualquier gobernador de la provincia de Buenos Aires o de la Capital Federal) mientras siga habiendo desigualdad de oportunidades, más oportunidades en Buenos Aires, y que no hayan oportunidades para la provincia, los correntinos vamos a seguir yendo a la Capital Federal y al Gran Buenos Aires. Siempre que no haya posibilidades, si no cambia la matriz, no va a cambiar esa migración. Si vos tenés una tarifa de luz baja, una tarifa de agua baja, y si vas tener un sueldo muy superior en Buenos Aires, con que consigas un trabajo, tu condición de vida cambia. Es como irte a otro país. Entonces, vos tenés una migración interna que termina generando un país macrocefálico y ese tipo de país no le hace bien al argentino. Esto es lo que tenemos que revertir con oportunidades en el interior, con federalismo, que es lo que terminó devolviendo Mauricio Macri a las provincias. Pasa que la Argentina es complicada, el presidente que más le devolvió el federalismo económico a las provincias fue Macri. Y hoy comenzamos a revertir nuevamente este proceso, porque todas estas leyes que se mandaron al Congreso de la Nación son nuevamente el concentrar recursos para la Nación y estamos desandando el camino que trazó el anterior presidente. Estamos volviendo al unitarismo fiscal y lo estoy diciendo hoy, a diez días de haber asumido el nuevo presidente.

—Al asumir, cuando habló de modernización, dijo: “El mundo está creando inteligencia artificial y nosotros todavía luchamos con la deserción escolar”. “Modernización no es comprar computadoras, es cambiar nuestras cabezas y pensar de otra manera”.
—Bueno, es todo un desafío. La cuarta revolución en el mundo es la inteligencia artificial y si no tenemos conectividad, nos vamos a perder grandes posibilidades en el mundo. Por eso, invertir en conectividad es lo que estamos comenzando a hacer desde el Estado. Es fundamental para no perder la batalla contra las empresas privadas.

—También mencionó… vamos a hacer un repasito rápido: la ganadería, la exportación, el arroz, los cítricos, la horticultura, la yerba, el té, la miel, el turismo, el Iberá, la expansión de las redes del aeropuerto; se habla de nuevas pistas, más allá del Piragine Niveyro. ¿Cómo está eso?
—Bueno, las pistas… inauguramos la de Ituzaingó, la recuperamos, pues estaba fuera de servicio completamente. La de Carlos Pellegrini la estamos haciendo, estamos buscando en Concepción hacer la otra pista. El aeropuerto de Paso de los Libres lo estamos trabajando, como también el que hemos conseguido en el aeropuerto de Monte Caseros. Son pistas que hemos recuperado, en las que hoy tenemos cinco lugares donde mejorar. En muchos casos van a ser turísticas, en muchos casos van a ser comerciales.

—También habló de la Ley de Educación, del Código Penal. Recientemente hubo avances en esos ordenamientos. La regulación dominial, un banco de tierra, fondo de desarrollo rural, plan hídrico….
—El plan hídrico lo estamos avanzando en la medida que podemos. Tenemos el plan de una obra muy grande que tiene que ver con la Ex Vía, una obra esperada largamente. Esperamos realizarla con Eduardo Tassano, con fondos que son propios de la Provincia. Terminamos el Canal 5, que es el que pasa por debajo del aeropuerto. Estamos avanzando en la canalización del barrio Cremonte para tener salida por el Canal 5 y que no salga por otros desagotes. Después, bueno, tenemos que ir avanzando por esos planes, vamos a ver qué posibilidades tenemos y vamos a seguir trabajando en eso.
Y después tenemos la modernización del Estado, que tiene que ver con el Banco Provincia nuevo, que ya lo estamos terminando. Después, estamos trabajando en el Ioscor e IPS; aumentamos dos pisos más de lo que estaba previsto, porque soportaron las estructuras. En la medida que podamos, vamos a trasladar Catastro, y el Registro de la Propiedad Inmueble, edificios que eran absolutamente necesarios y también Personas Jurídicas.

—Pero ahí se va a generar un nuevo centro… y puede generar problemas la falta de infraestructura vial.
—El centro hoy ya es inaccesible.

—Claro, pero se puede pensar en extender la costanera sur, para poder dar salida al flujo vehicular de esa nueva zona…
—Es una obra cara, esta es una cuestión de plata. El plan lo tengo, me falta solamente la plata. En definitiva. la pobreza termina siendo pobreza por falta de plata. Por eso me parece que hay otras obras que son más urgentes; por ejemplo, el ingreso desde San Luis del Palmar, desde Laguna Brava, hasta la rotonda de la Virgen; que es una obra que lo tenemos que hacer porque es el lugar más transitado de la ciudad, más transitado que el puente.

—Sé que es importante, pero no me quiero detener en la política salarial, porque es una cosa que se habla todos los días. Sí mencionar que usted garantizó la política salarial de este año y el próximo.
—Exactamente, porque tenemos solvencia fiscal, financiera, y la provincia básicamente está bien comparado con otras provincias. Nosotros sabemos que tal vez no haya tanta ayuda del Gobierno nacional, lamentablemente, para que la Provincia de Corrientes ande bien. Pero tenemos que hablarlo, debemos tranquilizar a mucha gente. Porque por ahí dicen: “y ahora qué va a pasar, ahora que tenemos este gobierno que viene y no tenemos las posibilidades que antes”.

—En ese punto no va a pasar nada.
—No va pasar. Nosotros estamos garantizando pagar los sueldos. Bueno, de hecho, anunciamos el pago de un bono $6.000 para enero, que es el mes más largo del año.

—Mencionó antes que a partir de 2020 va empezar otra sinergia, otra velocidad en el gobierno, y uno tiene la sensación de que hay ministros que no le siguen la velocidad en la que ya está hoy el gobierno.
—Bueno, tienen que apurar el paso, tienen que acelerar. Hay ministerios que tienen dificultades en la estructuración del Presupuesto. En este Presupuesto nos sentamos a ver con detenimiento tratando de delinear en gran medida la obra pública y ordenarla. El Ministerio de Obras Públicas está funcionando mejor, lo reagrupamos y le estamos dando presupuesto.
Entonces, vos decís, “si no le das presupuesto, es imposible que el ministro pueda avanzar con velocidad”; por ende, tratamos de distribuir lo mejor posible. Este es el primer presupuesto (el de 2020) que de alguna manera comienza a avanzar con lo que nosotros creemos que tenemos que hacer.

—Vamos a conceptualizar un poco. Un informe del Banco Mundial dice que Corrientes es una de las provincias con menos posibilidades de habitabilidad. ¿Qué ve usted en cuanto a las posibilidades de revertir esto, en cuánto tiempo? ¿Por dónde empezar?
—Tenemos que tratar nuestras ventajas, sino otra vez estamos mirando nuestras desventajas. Si nosotros fuéramos una provincia petrolera, podríamos hacer como Dubái: poner islas sobre el río Paraná y arriba de la isla de arena construir un rascacielos, hacer un edificio. Pero estamos hablando de recursos. Tenemos que aprovechar al máximo nuestros recursos y hacer más eficientes los recursos que invertimos en el Estado, ese es un ejercicio que venimos haciendo.
No queda otra posibilidad, tener los caminos en condiciones que necesitamos seguir mejorando, porque falta mucho, tener inversión en lo que es puertos, tratar de generar nuevas rutas, de ayudar a los productores que se radiquen y que mejoren su calidad productiva. Esto es lo central, lo demás tiene que ser un acompañamiento de la sociedad, pero sabiendo que lo central termina siendo la producción y la generación de riquezas. No hay otra manera. Todo lo demás termina siendo una mentira.

—Hay un recambio generacional en los elencos políticos. Usted mismo encarna uno de ellos: la Provincia. Pero en el resto de las líneas, ¿están generando recambio generacional?
—Hay que mejorar, pero se está generando. También hay que ver si la política se renueva o renueva su stock de dirigentes, pero uno nuevo no quiere decir que es uno mejor que uno que ya tiene experiencia. La experiencia es fundamental e importante, y cuenta. Las sociedades sabias no son las sociedades que tiran la experiencia por la ventana, las sociedades sabias son las que se nutren de la sabiduría de la experiencia.
Entonces hay que combinar. Creo que las personas jóvenes tienen mucho más fuerza, que realmente poseen mucho más potencial para dinamizar la política, pero el que tiene la experiencia y la sabiduría debe conducir la fuerza joven por el lugar correcto. Entonces, así, nosotros equilibramos.

—Claro, acá como que hay cierta quietud…
—Tenemos nuevos cuadros y otros que ascendieron con el paso del tiempo, por decirlo de alguna manera. Es decir, hay un recambio generacional también en cuanto a la experiencia, pero al no haber un cambio de gobierno, lo que hay es trabajo y mayor experiencia en cada uno de los equipos técnicos y se va sumando por debajo a las nuevas líneas gente más joven que va aprendiendo y va evolucionando. Esa es la forma que nosotros tenemos y vamos mejorando nuestros equipos técnicos. Yo creo que de igual forma podemos avanzar en la capacitación también. Hay que trabajar.

—Siguiendo este punto ¿cómo toma decisiones el Gobernador? ¿A quién consulta usted en su mesa chica?
—La decisión del poder es siempre una sola. Las decisiones del gobernador las toma el gobernador. Uno puede tener dos o tres sugerencias, pero la decisión y el camino siempre la toma el gobernador. Ahora: hay decisiones que son políticas, que hacen al partido o al rumbo, en las que uno puedo escuchar, ver, trabajar. Por ahí tomar una decisión política juntos, que es sobre todo referida a la política o a la marcha, o escuchar a los socios.
Me parece que eso tiene que ser una virtud: poder escuchar a todos, pero la decisión del gobierno la toma el uno solo. Las decisiones políticas creo que las terminamos tomando entre unos cuantos.

—¿Se inscribe más cerca de la tradición desarrollista del Piragine o del pragmatismo colombista?
—Creo que hay que hacer las dos cosas. Me parece que uno tiene que ver el problema y estar orientado a la resolución, no importa si la idea es de izquierda o de derecha. Aprendimos en China que hay un dicho que dice: “No importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones”. En definitiva, uno hace política no para un sector; sino que hace política para que el ser humano esté mejor y eso es importante.

—En relación a los aportes para cerrar la grieta. La grieta es un hecho político y social que vive la Argentina y también Corrientes. ¿Ahora, cuánto más está dispuesto a hacer para cerrar esa herida?
—Uno es el gobernador de los correntinos, de todos. Entonces cuando hay un necesitado, no importa de qué partido sea: lo tenés que resolver. Creo que esa es una forma y un aporte a resolver la grieta. La descalificación al opositor porque lo querés descalificar me parece que no construye. Tenemos que bajar un poco los decibeles de la pelea y que la política se siente a pensar en planes estratégicos y que todos juntos podamos tener una propuesta de una sociedad en un trabajo conjunto.

—¿Qué errores le endilga al macrismo por la derrota electoral?
—Yo creo que le faltó contacto con la ciudadanía, faltó política. Hay cosas que se resuelven haciendo política. Hubo funcionarios que tuvieron un contacto fluido (Marina Klemensiewicz; Rogelio Frigerio), y otros a los que realmente les costaba el contacto con el ciudadano. Y a veces se toman decisiones desde Buenos Aires y se pierde contacto con la ciudadano. La política en la Capital Federal, en el Conurbano y en Buenos Aires es de una manera, y en el interior de la Argentina es de otro.

—¿Y la economía?
—La economía también, pero la economía decime quién la resolvió, decime que la resolvió Carlos Saúl Menem o Raúl Alfonsín, o Eduardo Duhalde. O decime que la resolvió Néstor Kirchner, o Cristina, o Macri. El que resuelva la cuestión económica de la Argentina y que vuelva la Argentina de los años 30, yo creo que va a ser votado por mucho tiempo. El problema es que nosotros no queremos hacer lo que tenemos que hacer para que la economía crezca.

—¿Qué es?
—Equilibrar los gastos del Estado e invertir en desarrollo y crecimiento, es lo que no queremos hacer, nos queremos mentir de que estamos en otra Argentina y permanentemente hacemos cosas que son populistas, hacemos cosas que suenan bien a los oídos y queremos agradar a la gente para ganar la elección a 2 años o 4 años. Nosotros tenemos que hacer una política que nos sirva en el tiempo, 20 años adelante y ahí vamos a crecer, no hay solución mágica.

—La sociedad exige también ajustes en los gastos del Estado, los gastos políticos…
—¿Cuál es el gasto político?

—El Gobierno, los legisladores, las dietas, los cupos, los jueces.
—El Estado tiene tres poderes. Nosotros tenemos el el Poder Legislativo que gasta el 2,5%, aproximadamente, en Argentina; el Poder Judicial gasta otros 3 o 4 puntos y el 94% se invierte en el Poder Ejecutivo. Entonces, la desproporción de presupuesto que tiene el Poder Ejecutivo respecto al Legislativo y Judicial es enorme. Sin embargo, se termina achacando a las representaciones menores presupuestariamente. Pero nosotros tenemos que tener racionalidad dentro del Poder Ejecutivo, si no tenemos racionalidad, no vamos a resolver las cosas. El Estado para resolver tiene que tener racionalidad. Entonces, cuando más agrandamos el Estado, necesitamos cargar más impuestos para los que producen, y al cargar más impuestos sobre los que producen, los que producen cada vez lo hacen menos, y cada vez hay más pobres y para salir de la pobreza los ponemos en el Estado, y el Estado, como necesita pagar mejores sueldos y salir de la pobreza, vuelve a cargar impuestos sobre los que producen. Entonces, eso es lo que tenemos que resolver alguna vez, aunque sea antipático, pero no lo hacemos.

—¿Y por qué no lo hacemos?
—Porque viene el populismo y tenemos que hacer lo que le gusta a la gente y todos sabemos lo que está ocurriendo, todos sabemos las consecuencias, aplicamos políticas que ya fracasaron en Argentina, pero que son simpáticas.

—Bueno, pero el ajuste también hambreó a mucha gente, el 40% de la gente es pobre.
—En dólares…

—Es inviable igual, sea un número más, un número menos…
—Lo único que sirve es la inversión. Nosotros no podemos tener funcionarios públicos nacionales que cobran 400.000 o 500.000 pesos y funcionarios municipales que trabajan por 2.000 o 3.000 pesos, con planes sociales. Esto termina siendo un problema central, que en algún momento se tiene que resolver.

—Dada la actualidad de la oposición en Corrientes, una oposición fragmentada producto del voto popular, y también de sus propias responsabilidades, los escarceos que más suenan desde el punto de vista político son los escasos de la coalición del gobierno ¿Cómo se maneja esa interna?
—Bueno es lo que ocurre cuando uno tiene muchos votos y muchos partidos, pero uno incluso puede tener diferencias de visiones dentro de los mismos partidos políticos y uno las tiene que tomar como sugerencias. Si uno toma todo el tiempo como un ataque el pensar diferente, el tener otra opinión, es complicado. Nosotros somos un partido político centenario, el radicalismo, que ha tenido divisiones en su tiempo, que ha tenido puntos de vista distintos. Ahora tenemos que conjugar con una serie de partidos políticos trabajando y armonizando, pero es el arte de construir entre todos la sociedad del futuro. Creo que en esto radica el buen arte de la política.

—¿Qué espera para este año y para el que falta todavía?
—Espero que el año que viene sea un año mejor para todos y encontremos el camino del desarrollo y el crecimiento, y que hagamos una apuesta para que a los argentinos nos vaya bien, para que al gobierno de Alberto Fernández le vaya bien, porque si le va bien el gobierno nacional, le va bien al gobierno provincial. Esto lo tenemos que entender, tenemos que darle un changüí como decimos nosotros las correntinos para que encare una senda y que trate de encontrar el rumbo que tal vez nosotros no supimos encontrar en lo económico, aunque concertamos en muchos otros rubros y que son positivos. Y esperemos que en los dos años que nos quedan a nosotros, encontremos el camino y que Corrientes esté un poco mejor. La vamos a comparar con otras provincias y la van a ver mucho mejor.

—La última: ¿De cuántos años es el proyecto político del gobernador Valdés?
—Mi proyecto político es el que me dé la gente. Si la gente quiere me va a dar dos años, si el ciudadano quiere vamos a tener la posibilidad de ir por más, pero depende del tiempo de gobierno. Pero no tenemos que hablar de estas cosas si nosotros no tenemos la posibilidad de evaluación. Primero, tenemos que trabajar y después, en todo caso, tenemos que proponer. Pero primero hay que trabajar porque si no, uno parece que está pensando en 2 años, y nosotros tenemos que trabajar pensando en 20, no en 2. Cuando nosotros pensamos en 2 años, en 4 años, equivocamos el camino.

 

Corrientes pro vida: “Que los cambios por el aborto se debatan en la Legislatura”

—¿El 2020 va a ser el año de la reforma electoral, del voto joven?
—Yo propuse el tema del voto joven, del voto de la mujer también. Ese es un debate horizontal y que va a todos los sectores, mujeres de nuestro partido, de otro partido, hombres que quieren votar, hombres que no quieren votar. Yo creo que la política es la que tiene que generar los cambios en la sociedad y hoy la mujer tiene un rol central y la Legislatura tiene que comprender que ese rol central tiene que estar reconocido y garantizado por ley.
La participación de las mujeres es necesaria y cometemos un error al no tener obligación. Hay muchas mujeres capaces, lo digo haciendo una autocrítica. Creo que es un proceso que se va a ir dando con el transcurso del tiempo, pero hay que ir poniendo el asunto sobre la mesa.

—También está sobre la mesa la Educación Sexual Integral y el nuevo protocolo de aborto. La provincia tiene una postura tomada al respecto: es una provincia pro vida. ¿Va a cambiar la posición de Corrientes con respecto a estos temas?
—Nosotros lo tenemos por ley, por lo que esto hay que debatirlo por ley. Tenemos una ley que dice que Corrientes es pro vida. Que se debata en la Cámara.

—¿Propone que la Legislatura aborde el tema?
—Que debatan los representantes de la gente cuál es el protocolo, qué vamos a hacer y que se escuche a la Iglesia Católica -que tiene muchos fieles-, pero que también se escuche a los evangelistas, que se escuche a la izquierda. Esto tiene que ser un debate que se tiene que dar, no con una sola oposición, sino escuchando a todos y consensuando. La mejor manera de consensuar no es con un decreto, sino es justamente que la Legislatura que sancionó la ley Corrientes pro vida vuelva a discutirla. Me parece que tienen que ser los legítimos representantes de la gente.

—¿Y la Educación Sexual Integral? ¿Cómo repensamos la educación, en general, más allá de eso?
—Es complicado no tener la educación sexual como lo es no tener una materia inclusiva. Debemos revisar esto, como también que todos los sectores puedan tener que ver con tránsito, en todas las materias educativas, todo el tiempo. Porque un tránsito desordenado nos genera un agujero en las cuentas públicas, porque tenemos que hacer inversiones permanentes en salud, en el Hospital Escuela.
Me parece que es fundamental que repensemos la educación. Incluir robótica, modernizar, que todas las escuelas tengan internet, que puedan brindar a sus alumnos esa posibilidad fundamental. Hoy es más importante tener conectado un celular, un ordenador a la red, donde está el 90% del conocimiento humano, que tener una biblioteca llena de libros; porque la red es como tener una biblioteca virtual al alcance de la mano. Entonces, creo que tenemos que aportar sin descartar. Y, entre otras cosas, tenemos que leer más.

—Es importante lo que está diciendo. ¿Cuándo ponemos la línea de largada?
—La línea final sería en conectividad…

—Está bien, pero eso es infraestructura.
—Bueno. El contenido lo estamos trabajando hace dos años.