María Silvia Leoni
Doctora en Historia
Facultad de Humanidades UNNE
“Los elegidos” es un libro que reúne varios importantes méritos, en algunos de los cuales quisiera detenerme. En primer lugar, la propuesta se inserta en la recuperación de un pasado próximo de la provincia de Corrientes -aún prácticamente inexplorado por las ciencias sociales en general y la historiografía en particular- que presenta grandes desafíos para su abordaje. Entre estos desafíos podemos señalar, en un rápido repaso, además de la falta de estudios previos, el entrevistar a figuras aún en plena actividad pública -e incluso en gestión como el actual gobernador-, la coexistencia del entrevistador con sus entrevistados, el problema del acceso a fuentes complementarias, por citar algunos; todos ellos problemas propios de la historia actual que han sido largamente discutidos desde lo teórico y lo metodológico y que considero han sido bien resueltos aquí.
La utilización de fuentes orales ha adquirido centralidad para la investigación sobre la historia reciente desde hace varias décadas. Encontramos sus inicios en la Universidad de Columbia (Estados Unidos), con un desarrollo orientado a la recolección de testimonios de agentes que ocuparan posiciones dominantes dentro del campo político, principalmente. El objetivo era crear fuentes y organizar archivos orales que reunieran información para futuros trabajos investigativos. En esta línea, la tarea emprendida por Eduardo Ledesma se propone construir un archivo de entrevistas que han sido pensadas expresamente con una finalidad de registro histórico. Cada una de ellas, con sus particularidades, gira en torno a la forma de llegada al poder, el funcionamiento del campo político, las principales obras de gobierno, los acontecimientos disruptivos y crisis y los grandes problemas de larga duración que enfrenta la provincia.
Un logro significativo es el haber podido entrevistar a los siete gobernadores electos de la provincia a partir del retorno de la democracia de hasta la actualidad. Esa fortuna de que no se produzca prácticamente ningún hiato temporal, también abona la constitución de un archivo oral de gran valor. Nos posibilita recorrer cuarenta años del devenir político de la provincia desde la perspectiva de estos actores y trazar un perfil de los gobernantes correntinos, en primer lugar, pero también de la dirigencia política en general. Se nos presenta la subjetividad de los que gobiernan, con los discursos que son producto de su posición y de sus luchas dentro del espacio público.
Como señalara Dora Schwarzstein, una de las referentes de la historia oral en Argentina: “Los testimonios orales no son un simple registro más o menos adecuado de hechos del pasado, una manera más o menos adecuada de llenar los vacíos dejados por otro tipo de documentación. Por el contrario, se trata de productos culturales complejos. Incluyen interrelaciones cuya naturaleza no es fácil de comprender, entre memorias privadas, individuales y públicas, entre experiencias pasadas, situaciones presentes y representaciones culturales del pasado y del presente”.
En cuanto a lo metodológico, se observa una tarea concienzuda de preparación previa de las entrevistas, de lectura y contrastación de diversas fuentes, de revisión posterior de los testimonios logrados para luego completarlos y entrecruzarlos a través de nuevas entrevistas. El autor tiene un amplio manejo de las técnicas periodísticas y una especial condición para lograr ricos testimonios. Sabemos que en la entrevista política los entrevistados acuden a estos diálogos para dar cuenta y defender sus acciones, mientras que el entrevistador se convierte en un intermediario del interés público y depositario de un mandato otorgado por los ciudadanos. Ledesma logra conciliar esta disparidad de intereses, así como las dos funciones básicas que se consideran ligadas al ejercicio del periodismo moderno: objetividad y confrontación.
Las entrevistas están acompañadas por material complementario importante para su contextualización: documentación gráfica, información sobre aspectos centrales de las gestiones de gobierno, datos sobre los resultados electorales. Por último, el registro audiovisual original de las entrevistas, al que puede accederse, completa y enriquece este trabajo.
Como sabemos, las fuentes orales incluyen, además de las palabras emitidas, entonaciones, silencios, miradas, gestos, propios de la subjetividad del entrevistado. Nos revelan no sólo lo que narra sino también los sentidos que aquel atribuye a lo dicho y lo no dicho.
Indudablemente, los resultados de esta práctica de creación de patrimonio histórico que realiza Eduardo Ledesma constituyen, por un lado, un insumo valioso y bienvenido para el trabajo de historiadores y otros cientistas sociales y, por otro, una contribución a la historia pública, a la democratización del conocimiento histórico, al facilitar que la comunidad provincial acceda a la rendición de cuentas de sus gobernantes y así promover la reflexión sobre el pasado/presente, especialmente hoy, al cumplirse cuarenta años de democracia en nuestro país.