Voces de la democracia

María Silvia Leoni
Doctora en Historia
Facultad de Humanidades UNNE

 

“Los elegidos” es un libro que reúne varios importantes méritos, en algunos de los cuales quisiera detenerme. En primer lugar, la propuesta se inserta en la recuperación de un pasado próximo de la provincia de Corrientes -aún prácticamente inexplorado por las ciencias sociales en general y la historiografía en particular- que presenta grandes desafíos para su abordaje. Entre estos desafíos podemos señalar, en un rápido repaso, además de la falta de estudios previos, el entrevistar a figuras aún en plena actividad pública -e incluso en gestión como el actual gobernador-, la coexistencia del entrevistador con sus entrevistados, el problema del acceso a fuentes complementarias, por citar algunos; todos ellos problemas propios de la historia actual que han sido largamente discutidos desde lo teórico y lo metodológico y que considero han sido bien resueltos aquí.

La utilización de fuentes orales ha adquirido centralidad para la investigación sobre la historia reciente desde hace varias décadas. Encontramos sus inicios en la Universidad de Columbia (Estados Unidos), con un desarrollo orientado a la recolección de testimonios de agentes que ocuparan posiciones dominantes dentro del campo político, principalmente. El objetivo era crear fuentes y organizar archivos orales que reunieran información para futuros trabajos investigativos. En esta línea, la tarea emprendida por Eduardo Ledesma se propone construir un archivo de entrevistas que han sido pensadas expresamente con una finalidad de registro histórico. Cada una de ellas, con sus particularidades, gira en torno a la forma de llegada al poder, el funcionamiento del campo político, las principales obras de gobierno, los acontecimientos disruptivos y crisis y los grandes problemas de larga duración que enfrenta la provincia.

Un logro significativo es el haber podido entrevistar a los siete gobernadores electos de la provincia a partir del retorno de la democracia de hasta la actualidad. Esa fortuna de que no se produzca prácticamente ningún hiato temporal, también abona la constitución de un archivo oral de gran valor. Nos posibilita recorrer cuarenta años del devenir político de la provincia desde la perspectiva de estos actores y trazar un perfil de los gobernantes correntinos, en primer lugar, pero también de la dirigencia política en general. Se nos presenta la subjetividad de los que gobiernan, con los discursos que son producto de su posición y de sus luchas dentro del espacio público.

Como señalara Dora Schwarzstein, una de las referentes de la historia oral en Argentina: “Los testimonios orales no son un simple registro más o menos adecuado de hechos del pasado, una manera más o menos adecuada de llenar los vacíos dejados por otro tipo de documentación. Por el contrario, se trata de productos culturales complejos. Incluyen interrelaciones cuya naturaleza no es fácil de comprender, entre memorias privadas, individuales y públicas, entre experiencias pasadas, situaciones presentes y representaciones culturales del pasado y del presente”.

En cuanto a lo metodológico, se observa una tarea concienzuda de preparación previa de las entrevistas, de lectura y contrastación de diversas fuentes, de revisión posterior de los testimonios logrados para luego completarlos y entrecruzarlos a través de nuevas entrevistas. El autor tiene un amplio manejo de las técnicas periodísticas y una especial condición para lograr ricos testimonios. Sabemos que en la entrevista política los entrevistados acuden a estos diálogos para dar cuenta y defender sus acciones, mientras que el entrevistador se convierte en un intermediario del interés público y depositario de un mandato otorgado por los ciudadanos. Ledesma logra conciliar esta disparidad de intereses, así como las dos funciones básicas que se consideran ligadas al ejercicio del periodismo moderno: objetividad y confrontación. 

Las entrevistas están acompañadas por material complementario importante para su contextualización: documentación gráfica, información sobre aspectos centrales de las gestiones de gobierno, datos sobre los resultados electorales. Por último, el registro audiovisual original de las entrevistas, al que puede accederse, completa y enriquece este trabajo. 

Como sabemos, las fuentes orales incluyen, además de las palabras emitidas, entonaciones, silencios, miradas, gestos, propios de la subjetividad del entrevistado. Nos revelan no sólo lo que narra sino también los sentidos que aquel atribuye a lo dicho y lo no dicho.

Indudablemente, los resultados de esta práctica de creación de patrimonio histórico que realiza Eduardo Ledesma constituyen, por un lado, un insumo valioso y bienvenido para el trabajo de historiadores y otros cientistas sociales y, por otro, una contribución a la historia pública, a la democratización del conocimiento histórico, al facilitar que la comunidad provincial acceda a la rendición de cuentas de sus gobernantes y así promover la reflexión sobre el pasado/presente, especialmente hoy, al cumplirse cuarenta años de democracia en nuestro país.

Volvió la Feria del Libro de Corrientes con más de 40 editoriales y 60 charlas de reconocidos autores

CORRIENTES.- Después de dos años de inactividad presencial por las restricciones de la pandemia, con un clima primaveral pese al invierno, en un predio recuperado de las viejas usinas eléctricas de la ciudad y con el marco espectacular de la costanera, el puente General Belgrano y el río Paraná de fondo, comenzó ayer en la ciudad de Corrientes la XII Feria Provincial del Libro, encuentro que, año tras año, se consolida como uno de los principales atractivos culturales y de esparcimiento programados en paralelo a las vacaciones de invierno.

El objetivo de esta edición de la feria “es favorecer el encuentro del sector editorial con los creadores y artesanos de la palabra y del libro, y ponerlos en diálogo con otras manifestaciones culturales como el cine, la música, las artes escénicas y las nuevas tecnologías a través de presentaciones, charlas, talleres, exhibición de cine local y regional, y obras de teatro”, dijo a LA NACION Gabriel Romero, presidente del Instituto de Cultura.

Cerca de cinco mil personas asistieron a la primera jornada de la feria
Cerca de cinco mil personas asistieron a la primera jornada de la feriaInstituto de Cultura de Corrientes

Según datos de la organización, unas 5 mil personas pasaron por la feria sólo en su jornada inaugural, que comenzó en la mañana del jueves con actividades programadas para estudiantes y que siguió en la tarde noche con la inauguración oficial y con la conferencia de apertura que estuvo a cargo de la escritora Ana María Shua, quien conversó con Ramón Blanco acerca de un tema fascinante como esquivo: “Cómo ser escritora, técnica y misterio”. Ese fue el título elegido para la ponencia que se extendió por más de una en el patio mismo del predio ferial.

Un rato antes, el acto inaugural estuvo encabezado por el vicegobernador Pedro Braillard Poccard; el intendente de la ciudad, Eduardo Tassano; por la ministra de Educación, Práxedes López; el rector de la Universidad del Nordeste, Omar Larroza; y el presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero, quienes cortaron las cintas para dejar habilitada la feria que volvió a su modalidad presencial, luego de dos años de realizarse de manera virtual.

La Feria del Libro de Corrientes se ha convertido con los años en una referencia regional en la materia que atrae principalmente a editoriales de la zona que aprovechan el espacio para hacer conocer y comercializar sus títulos, lo mismo que los autores, que tienen en el espacio y en el intercambio una posibilidad amplificada de difusión para su trabajo. De hecho, tan o más importante que la comercialización de los libros es la presentación de las obras, para lo que se dispuso, en esta oportunidad, de un escenario y dos auditorios de mediana capacidad.

“La Feria del Libro moviliza una cuestión no sólo cultural sino también económica, que es muy importante en estos tiempos para la industria editorial, por eso acompañamos y fortalecemos las ideas de las industriales culturales”, dijo Gabriel Romero en diálogo con este diario.

Oferta editorial

Una de las editoriales más importantes es Moglia Ediciones, firma correntina que resiste las muchas crisis de la industria desde hace más de 20 años, y es la principal editora de autores correntinos que publican títulos de los más variados, de ficción y no ficción, pasando por la poesía y los ensayos. Moglia tiene un estand con más de un millar de títulos y más de 300 novedades de 150 autores.

Parecida es la preponderancia de la editorial Contexto, de Resistencia, Chaco, que también edita autores correntinos. El resto de la oferta regional está dada por la editorial de la Universidad del Nordeste, Eudene, por la editorial de la Sade Corrientes y por otras firmas más pequeñas como la Fecobip de las Bibliotecas Populares, que en conjunto nutren a la feria de una oferta voluminosa y variada de literatura del nordeste, literatura de provincia, aunque no por ello necesariamente provinciana.

Ana María Shua dio la conferencia inaugural “Cómo ser escritora, técnica y misterio”
Ana María Shua dio la conferencia inaugural “Cómo ser escritora, técnica y misterio”Instituto de Cultura de Corrientes

Participan también escritores y escritoras independientes, autoeditados, que aplicaron a la convocatoria lanzada por la organización, que comercializa sus ejemplares en el stand del Instituto de Cultura, en el sector editorial.

También, las grandes editoriales están presentes, y en especial, las que comercializan literatura infantil, que ocupan parte importante de los dos galpones recuperados de la ex Usina Eléctrica de la ciudad, mismo espacio donde semanas atrás se realizó también con marcado éxito el ArteCo, la muestra de arte contemporáneo de Corrientes.

Hay un espacio muy destacado para distintos stand institucionales, para los artesanos, otro para ver teatro, para escuchar música, y un patio de comidas amplio que completa la oferta del evento, organizado por el Gobierno de Corrientes a través del Instituto de Cultura, que comenzó este jueves y que se extenderá hasta el domingo 24.

Escritores invitados

La Feria del Libro de Corrientes tiene más de 40 stands del sector editorial y cerrará la puesta de este año con unas 60 presentaciones de libros de la provincia y la región, más las presentaciones o conferencias magistrales de los invitados, una cartelera que incluye, además de Ana María Shua, a Florencia Canale, quien este viernes presenta su libro Pecadora. La pasión de Camila O´Gorman. También estará Mariano del Mazo con Entre lujurias y represión: Serú Girán: la banda que lo cambio todo; Fernando Noy, quien realizará una lectura poética performática en homenaje a Pizarnik, Orozco y Biagioni. Está programada además la presencia de la escritora y periodista Norma Morandini, quien dialogará con el público acerca de su último libro Silencios, memoria ruidosa de lo acallado, y una conferencia del economista Roberto Cachanosky.

Un especial espacio tiene el eje “Malvinas 40 años” con presentaciones de libros, charlas y muestras. Este eje será abordado por instituciones como el Ministerio de Educación, además de la Municipalidad de la ciudad de Corrientes y el mismo Instituto de Cultura.

El Cine Móvil del Instituto de Cultura realizará proyecciones de títulos locales y regionales durante la feria, además del Instituto Nacional del Teatro, que está presente a través de la puesta en escena de obras de teatro de elencos de toda la provincia, pensado para el público infantil y juvenil y la temporada de receso invernal.

Dentro del complejo también se dispuso de un sector denominado “Paseo de los Ilustradores”, donde una veintena de artistas exhiben diferentes obras ilustradas en libros y cuentos, bajo la tutela de sus pares Eugenio Led y Darío Ojeda, y que apunta a la concientización del cambio climático. La música en vivo y los cruces entre música y literatura serán parte importante de la programación.

Para agendar

Organizada por el Instituto de Cultura de Corrientes, la feria abrió el jueves y se extenderá hasta el 24 de julio en el predio de la Ex Usina, ubicado por la avenida Costanera General San Martín y calle Edison. Desde el viernes 15 hasta el domingo 24, el espacio estará abierto para los asistentes entre las 14 y 21. La entrada es libre y gratuita.

“Viaje al país del agua” en la Feria del libro de Buenos Aires

PRESENTACION: 03 de mayo de 2022 / Sala Julio Cortázar / 18 Hs.
Quiero agradecer a todos y todas las que se acercaron, a quienes hicieron posible este acto trascendente para el libro y para mi. En el acto, mas o menos, esto fue lo que se dijo:
Gracias a todos por estar acá.
Para empezar quiero agradecer. Al Instituto De Cultura de La Provincia De Corrientes que le dio a este libro un espacio central en el Día de Corrientes en esta importante Feria Internacional del Libro. Y a Leonardo Moglia por editarla, y por el trabajo que hace con todos nosotros en tanto autores correntinos.
Mi especial reconocimiento por el trabajo que hacen ambas instituciones -una pública y otra privada- para visibilizar el nuestro, que es un trabajo solitario y que debe sortear muchos obstáculos.
Acerca de muchos de ellos ya se habló en esta feria. Otros más, podríamos aportar, tienen que ver con los cánones, con los que deciden los cánones; con la concentración de la producción; con los espacios para que las editoriales de provincias puedan federalizar su producción y los autores puedan estar en librerías por fuera de sus territorios.
No hay duda de que en las provincias hay literatura muy rica y variada, autores y editores que hacen lo imposible para romper con otro de los grandes asuntos de la centralidad: la tensión entre los autores capitalinos, que desarrollan los temas de la llamada agenda nacional, y los autores de provincias a los que les toca, vaya uno a saber por qué, temáticas locales, regionales o regionalistas.
Hay que revelarse ante eso. Revelarse pero con acción. Abandonar solo la queja y empezar a hacer algo para discutir estos espacios y posiciones.
Buenos Aires no es tan grande, somos muchos correntinos, dijo Teresa Parodi alguna vez. Aquí mismo veo escritores, pero vi muchos más recorriendo la feria. Y leí a muchos otros, provincianos como yo que cuentan sus cosas, pero sin que ello carezca de humanidad o de universalidad. ¿Alguien puede desmentir eso?
Necesitamos producir, discutir espacios y temas y generar, tal vez, un círculo más fuerte entre lectores y editores, correctores y críticos para hacer crecer nuestra literatura. Eso sí. Pero me niego a aceptar que lo que tengamos para decir esté determinado sólo por nuestro código postal.
Dicho esto, quiero decir que es un honor para mí estar hoy aquí presentando este libro. Y otro honor compartir esta mesa con Julio Tomas Cáceres referente de la cultura de nuestra provincia que supo darle representación -con su poesía, su música y su voz-, a eso que llamamos con orgullo, identidad.
De Julio escuché por primera vez la poesía de Sosa Cordero. De Julio escuché la belleza del atardecer que en las veredas de los esteros, allá en Concepción del Yaguareté Corá, pintó don Osvaldo. Y entonces me animé a jugar y a pedirle su palabra.
Pínteme ese atardecer, le rogué a Sosa Cordero, y su alma de poeta me devolvió esta maravilla:
“La tarde filtra zafiros/
sobre el sueño de los pastos”.
***
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Viaje al país del agua, este libro que hoy presentamos acá, es una cita. Es un homenaje a un gran libro compilado por Cristina Iglesia que reúne crónicas de Rodolfo Walsh y aguafuertes de Roberto Arlt en la región de los ríos: la región del Norte argentino. Es un homenaje a ellos, a ella, y una excusa: retomar una crónica de 1966 que se publicó en la Revista Adán, escrita por Walsh bajo el sugerente título de “Viaje al fondo de los fantasmas”.
Fue también, entre julio y agosto de 2020, una forma de reencauzar la angustia en la que estábamos todos en tanto humanidad: la angustia del futuro que no nos permitía ver la pandemia de coronavirus.
Así nació este libro. Gracias a un viejo boceto de mis épocas de estudiante. Gracias a la colaboración de mucha gente y a una espina clavada oportunamente por Cristina Iglesia. Presentando en Corrientes su hermoso libro sobre Walsh y Arlt me dijo, como al pasar, que ninguno había dejado herederos.
Me pareció tan potente esa frase. Potente como inalcanzable. Pero como de sueños está hecho también este camino, me tracé un objetivo. Claro que no era para perpetrar la impertinencia de reclamar ninguna herencia, sino más bien para acometer una emulación.
La idea original de esta crónica, entonces, era caminar por esos caminos de Walsh, ese que había recorrido entre otros con Pecco Tissembaun y el mayor Braillard Poccard en 1966, cuando el estero era menos que agua y pasto engarzados.
Pero al poner el pié en el barro, en el puerto Juli Cué del Carambola, supe que la cosa sería distinta. Y lo fue.
Al final se convirtió en una crónica de momentos y lugares. En una crónica de personas que habitan como sus antepasados un territorio aún esquivo y misterioso. Enorme. Insondable. A veces ajeno.
La crónica cabalga además sobre ese detalle que es central, y que lo será todavía más con los años: fue escrita en el marco extraordinario de la pandemia, sin que ese episodio sea determinante en el texto. Es un personaje fugaz, pero inolvidable. Como inolvidables son los personajes de este libro. Los de carne y hueso.
Chuli Vallejos el guía, por ejemplo, sin quien nada de esto sería lo que es. Los hermanos Victoriana, Ramón y Cirila Villagra, los más conmovedores para mi. Y otros tantos, como Casimiro Ojeda, que fue, creo, el hallazgo de la crónica. Y que está en el libro por una cadena grande de favores de gente comprometida con su trabajo, con su lugar y con su gente. A Casimiro no pude verlo en persona, por las limitaciones de la pandemia, pero una guardaparque de Loreto me tradujo ante ese hombre, sobreviviente de una pelea con el jaguar, nada menos. Me tradujo con un trabajo tan minucioso y tal vez más importante que el que hubiese podido hacer yo mismo. A Kuny Alvarez, mi agradecimiento de siempre.
Quiero agradecer especialmente aquí, también, a Fernando Laprovitta, un gran guía para mí y para este trabajo. Y a Pitty Benítez, quien fue para esta crónica un gran facilitador de encuentros. Con ellos y con todos los hombres y mujeres que viven en el corazón y en los contornos del estero, fuimos armando estos retazos de historias que se estructuran en el formato de la crónica periodística y narrativa, que lleva mi firma pero que es un trabajo coral y quiero compartirlo con todos ellos y ellas, porque me ayudaron a contar las vidas que cuento, los oficios, los sueños y las frustraciones.
***
Dijimos que el viaje central y los demás que se cuentan en el libro se hicieron en momentos del cierre total por el aislamiento. A la luz de los meses (años ya), eso fue un acierto, porque el territorio estereño se nos presentó vacío, y sus ecos pudieron salir a superficie. Algunos pocos de esos ecos pudieron ser captados por mi sensibilidad de periodista, de narrador, de cronista.
Digo en el libro:
Pensé entonces en la idea de “ver lo invisible”, de Thomas Fleischner. En la experiencia que uno vive en el momento de la observación y de esos vínculos emocionales que se trazan engendrando una mirada distinta de lo que se observa. Pensé en esa libre asociación y en lo que escribió el poeta y ensayista uruguayo Eduardo Espina, quien aludiendo al Iberá sentenció que allí, envuelto en esa “netitud” de provincianía gaucha, “la razón pertenece cada vez menos al mundo de las palabras”.
Mis compañeros, entonces, además de Walsh fueron Francisco Madariaga, Manuel Belgrano y otros tantos, desde Félix de Azara hasta Alcide D’orbigny, que anduvieron antes que yo por ese lugar que hasta el centenario (1910) era considerado el último gran secreto de la Argentina.
Digo en el libro:
Flotábamos en esas zonas misteriosas donde se presiente una fiereza que brota de los huesos enterrados. Esqueletos que cuando eran molestados y volvían a ver la luz, medían en escala de gigantes.
La etnografía lo explica a su modo: flotábamos sobre las únicas zonas que permanecen habitadas en el estero, y donde se encontraron a lo largo de los años restos de sus primeros pobladores, a los que llamaban karacará: crueles miembros indígenas de las tribus chaná, vinculados a las etnias charrúas, y que adornaban sus cabezas con plumas de carancho, hasta que fueron guaranizados.
Entonces recordé a Francisco Madariaga, que conocía en detalle el alma de esas fuerzas escondidas:
—Son los esqueletos que besan a las islas, durmiendo un sueño aluvional, entero y peligroso, propio de los cadáveres de los que no fueron realmente derrotados.
***
Se trata de una crónica, literaria, narrativa, pero es una crónica. Todos los hechos allí contados sucedieron.
Los vivos hablan por ellos y los muertos a través de sus propios documentos. De sus obras. El paisaje, en tanto, se me reveló como otro protagonista, con vida y libreto propios. Me siguió en cada una de las incursiones. Se me clavó como la lluvia y el frío de aquel agosto de 2020. Pero muchos años tuvieron que pasar desde mi primer abordaje hasta este libro. Mis palabras no alcanzaban siquiera a describirlo.
Sucede que el Iberá es mi provincia. Es el corazón de mi provincia, la nuestra.
Hay quien dice que uno en tanto periodista o cronista se prepara toda la vida para poder contar la manzana de su casa. Su barrio.
Fue esa una dificultad adicional para mi. Contar al Iberá y a su gente, que es mi Iberá y mi gente: un otro igual a mi, que me hace espejo.
¿Cómo conseguir allí la distancia? ¿Cómo no sucumbir ante la emocionalidad que implica ver, más allá de los desarrollos productivos o turísticos, la desigualdad, atávica como su hija la pobreza?
Digo en el libro:
Afloró allí, en ese patio seco rodeado por el agua, el aroma inconfundible de la miseria, hija de estafas reiteradas que se pudren en el tiempo y que pude oler, sentir y ver en el resplandor de un rayo en ese atardecer de selva y laguna. Lo sentí de golpe como un golpe: era la punzada de un invierno antiguo y triste, repetido, agazapado en ese mundo sin puertas.
No pude dejar de verme y se me rompieron los puentes.
Salí del paso con el discurso que mejor he podido articular en los últimos años, que es el discurso político. Y allí otra vez Madariaga. ¿Cómo superar semejante poesía, potente como una caballada?
¿Qué es Corrientes, don Francisco? le pregunto.
—Un reino natural de arisca republicanidad —me dice, y yo nunca supe desde qué época hablaba, o a cuál se refería.
Arisca republicanidad, sí. Reino natural también.
Sólo decir en este punto que esta crónica contó un Iberá en período de seca, el Iberá del largo período de seca de los últimos dos años y medio que terminó en los incendios de principios de año. Fue un dolor compartido ese, el de los fuegos. Mucha gente nos ayudó. Y gracias a eso, y a las lluvias -que se acordaron de caer-, el reino está renaciendo.
Por último quiero traer aquí algo que se dijo de este libro. “No se trata de una crónica común”, escribió mi amigo Carlos Lezcano, que además tuvo la gentileza de acompañarme hoy aquí, gesto que agradezco siempre. “Hay en el texto y en su autor un secreto y antiguo vínculo con el espacio de las lagunas, tal vez por haber nacido en San José de las Siete Lagunas de Saladas. Desde ese vínculo rastrea, escribe, cuenta, y lo hace llevando consigo la poesía y la prosa de Francisco Madariaga, pero sin repetirlo.
Durante el invierno de 2020 el estero abrió sus puertas al cronista y “el caballero repasó las lagunas de los oros naturalmente populares, y se embarcó, en las balsas de los oros, con todos los excesos”.
“Viaje al país del agua” es una crónica sin límites claros entre el periodismo y la literatura. Pero es periodismo, aun con todos los excesos, que para mi son latidos. Acaso este es el periodismo que me gusta hacer.
Si además, alguien siente interés de leer ese periodismo, esos latidos, el primer y último objetivo de todo texto se habrá cumplido.
Muchas gracias a todos por estar
A mi familia que me acompaña a la distancia.
A mi madre, que debe andar por ahí mirando este acto.
Y especialmente al maestro José Luis Castiñeira de Dios que con su presencia prestigió este acto. Me siento muy honrado por ello.
Muchas gracias.

VIDEO: Lanzamiento del libro “Viaje al país del agua”

Agradezco a mis compañeros de Final Abierto: Gabriela Bissaro y Carlos Alberto Simon por el tiempo del programa que me regalaron para el lanzamiento/presentación en sociedad de la crónica “Viaje al país del agua”.
Gracias también a todos los chicos del equipo: Tana Obregón Nicolas Alonso María De Itatí Joaquin Dalmazzo Hugo Orlando Zamora
Gracias a Leonardo Moglia de Moglia Ediciones por la publicación y a todos y cada uno de los y las que lo hicieron posible.
A Cristina Iglesia que sin saberlo ella me inspiró; y a Rodrigo Galarza que sin saberlo él me abrió las compuertas de las palabras.

Moglia Ediciones presenta “Viaje al país del agua”

La firma Moglia Ediciones y el periodista Eduardo Ledesma presentan en sociedad, en el Día Internacional del Libro, una nueva producción periodística-literaria. Se trata del título “Viaje al país del agua: Esteros del Iberá”, una crónica que transita por el lugar, vadea el juncal y los palmares, pero sobre todo conversa con la gente que habita ese ecosistema “cercano pero distante”, fascinante como desconocido, además de inabordable por inmenso.

Es un nuevo libro y por eso mismo una gran noticia. Luego de más de seis meses de incursiones, investigación y escritura, a principios de semana autor y editor ultimaron los detalles para la puesta en circulación de este material que se erige como una actualización de las viejas crónicas que dieron cuenta del estero, allá por el 1700, y de allí en adelante hasta el viaje de Rodolfo Walsh ocurrido en 1966 y que fue el espejo para este recorrido.

De hecho, tal cual se lee en el libro, “el plan de la comitiva fue revisar el itinerario de Rodolfo Walsh desde los dominios de Francisco Madariaga, de Concepción hasta la isla del Disparo. Un viaje al país del agua desde el siglo XXI hasta los vestigios de un tiempo geológico medido en millones de años, y sobre sus memorias culturales, de floras y faunas con descendientes vivos”.

“Viaje al país del agua” es una crónica sin límites claros entre el periodismo y la literatura. Pero “no es la primera vez que Eduardo Ledesma transita este tipo de relato. Ya en ‘A corazón abierto’ daba cuenta del manejo del género, del juego interesante que propone entre el periodista y el poeta”.
“En ‘Viaje al país del agua’ el narrador se interna en el terreno de la crónica literaria con pasos firmes, a grandes zancadas, como recorriendo un camino ya conocido y familiar”, dice la poeta, docente, crítica literaria y prologuista de la obra, Evelín Bochle.

Agrega: “El narrador se nos presenta como un cronista testigo, se vale de datos, información certera y fuentes precisas. Sin embargo, sabe llegar bastante más allá de ser un mero recopilador e informante. Se abre camino por entre los testimonios de los protagonistas, por entre las historias que recoge y recompone. Incorpora a través de la suya, las voces de los lugareños y evoca las voces ancestrales. De esta manera, el poeta irrumpe constantemente ante el periodista, impone la musicalidad de las aguas, le toma el pulso al monte, se mueve al ritmo de los relatos de antes… logra así aliviar la tensión en el lector y reafirmar que el lugar es realmente mágico, desconocido aún, peligroso, y a la vez fascinante”.

De esa manera Eduardo Ledesma “transmite la complejidad de uno de los lugares más emblemáticos de nuestra región. Logra detallar cómo se fue perfilando el destino turístico de la zona, pero se refiere también a los conflictos territoriales, al sincretismo atávico, a la pobreza y las necesidades de sus habitantes, signadas por decisiones políticas e intereses personales y corporativos”.

Es, además de eso, también una renovada apuesta de Leonardo Moglia, que alentó la iniciativa desde el primer momento, y materializó la idea en el entendimiento de que es válido dejar testimonio de un enorme territorio que está siendo apreciado por el mundo entero dada su naturaleza de maravilla ecoturística, pero que puede ampliar sus alcances si se potencian la sapiencia y las posibilidades de la gente de linaje estereño. Ese fue el enfoque propuesto por el editor y esa es hoy la característica más importante del libro: su lupa puesta sobre “ibereños” increíbles de muchos de los pueblos del interior y de los contornos del estero.

Moglia acogió el proyecto y lo sostuvo, aun con las dificultades de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus. Y editó este libro —el tercero del autor en la firma editorial—, que puede leerse desde varios registros, siguiendo los hilos que urdió el cronista para contar las muchas historias que se entrelazan bajo el mismo cielo del corazón de la provincia de Corrientes.

Luego de este lanzamiento, Ledesma y Moglia comenzarán el proceso de articulación con las autoridades sanitarias de la Ciudad de Corrientes y de los distintos municipios del interior mencionados en el volumen para protocolizar presentaciones presenciales futuras, en tanto y en cuanto el desarrollo de la vacunación, el retroceso o la contención de la pandemia así lo permitan.

 

Sobre el autor
Eduardo Ledesma es periodista desde hace más de veinte años, trabaja en el diario El Litoral desde 2003 y desde entonces se dedica esencialmente al periodismo político; conduce un programa audiovisual de entrevistas y co-conduce otro de actualidad, pero sorteando todos los temas de la agenda inmediata, intentó aportar una mirada un poco más profunda sobre la vida de las personas de ese lugar que hoy es la principal carta de presentación de la provincia de Corrientes.

 

Ficha técnica
Título: “Viaje al país del agua”: Estero del Iberá. Crónica. Corrientes, Moglia Ediciones, 2021. Autor: Eduardo Ledesma. Formato: tapa blanda, 21 x 15 cm. Número de páginas: 128. Precio: $800. Cómo conseguirlo: el libro estará disponible desde hoy en el local de Moglia Ediciones, La Rioja 755, Corrientes. Llamando al teléfono 3794-422258, o por WhatsApp al celular 3794-336755. También estará disponible por medios electrónicos como Mercado Libre.

Presentación del libro “Desde las orillas”

Generosas palabras de la gran Stella Maris Folguerá, que agradezco profundamente. Agradezco también a Liliana Romero que guió la conversación, a Leonardo Moglia, como siempre, por editar el libro, y al Instituto De Cultura de La Provincia De Corrientes por el espacio. A Gabriel Romero y a Maia Eirin.

 

Ver entrevista aqui:

 

✍️Sigo disfrutando las charlas dela Feria.
Acabo de ver el muy interesante diálogo entre Eduardo Ledesma y Liliana Romero sobre el libro “Desde las orillas-Entrevistas” de Ediciones Moglia que presenta Eduardo en esta 10º Feria provincial del Libro. La charla se deslizó con naturalidad entre dos que tocan sus instrumentos en la misma clave, y fue de la literatura al periodismo en idas y vueltas fluidas, con entradas a fondo en temas que son eje de nuestra realidad. Muy bien elegida la interlocutora para Eduardo quien, del ciclo “Eduardo Ledesma pregunta, publica en este libro 27 de sus entrevistas siempre sólidas, nunca complacientes a personajes que no dejan de decir lo que tienen para decir. Eduardo es, en mi opinión, un gran periodista y un escritor que maneja su género con riqueza de lenguaje, estilo ágil y profundo, muy buena memoria y conocimiento histórico. Eduardo está siempre a la búsqueda de una verdad que está más allá de la noticia, y eso lo hace entrar en el territorio de la literatura. Su escritura es, sin duda, periodismo literario y literatura periodística en torno a la noticia y la información. Es un periodista escritor, un escritor periodista. “Desde las orillas-Entrevistas” es un libro para tener siempre a mano, no sólo por los personajes que en él vuelcan sus saberes sino por las cuestiones que abordan ya que, como él mismo lo explica, no son encuentros con personajes sino con grandes temas de nuestra realidad y nuestra historia reciente.

Navegantes de la esperanza

Uno cree que los personajes, porque son de otra época, sienten las injusticias de manera diferente. Y la realidad es que no: las pasiones, emociones y temores han sido siempre los mismos. Las que cambian con las épocas son las aspiraciones”.
Con esta y otras frases de similar hondura, proyección y enorme humanismo, la escritora chilena Isabel Allende dejó inaugurada el miércoles la décima edición de la Feria Provincial del Libro, que esta vez asumió un formato virtual como consecuencia de la pandemia por coronavirus.
El acto fue una transmisión por Instagram Live, por lo que cientos de pantallas de computadoras, tabletas y celulares se constituyeron en el espacio-marco que contuvo a la escritora de 76 años, radicada hace 30 años en Estados Unidos, y que en esta ocasión fue guiada con solvencia y en clave de divulgación casi docente por la periodista Constanza Pérez Ruiz, que la llevó de paseo por su monumental obra.
La biblioteca Isabel Allende tiene punto de partida en 1974, con sus libros infantiles “La abuela Panchita”, “Lauchas y lau­chones, ratas y ratones” y su recopilación de columnas periodísticas “Civilice a su troglodita”. Su salto a la fama internacional se produjo en 1982 con “La casa de los espíritus”, y al día de hoy mantiene un punto de parada momentánea con el libro “Largo pétalo de mar”, editado en 2019, el vigésimo octavo de su carrera.
El recorrido incluyó una avistaje por la construcción de las voces y el perfil de sus personajes, sin abandonar nunca la dimensión política que atraviesa la literatura de Isabel: la dimensión política y humana, moldeada para ella por el terror de la dictadura de Augusto Pinochet. De allí sus obsesiones, según dijo: la violencia, los autoritarismos en todas sus formas, los desplazamientos provocados por el odio al otro, al distinto, por sus datos de origen, color de piel o pensamiento.
—El abuso del poder absoluto en detrimento del ser humano es un tema que me obsesiona. El poder absoluto en todas sus formas y en los escenarios más injustos siempre ha sido un disparador en la temática y la trama de mis libros —dijo Isabel Allende, para luego enmarcar esa posición en cada una de sus obras, en sus personajes, muchos de ellos con carnadura y domicilio en la realidad.

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Fue una entrevista literaria, sí, pero también una declaración de principios políticos necesarios en un momento como este, en el que los abusos parecen recobrar vigor como consecuencia de los estados de excepción que, como resquicio sólido, posibilitó la pandemia. Estados de excepción que toman medidas en términos excepcionales bajo el pretexto de una preocupación anclada en la preservación de la vida, que en los hechos parece estar en estado de vulnerabilidad constante por imperio de las quiebras emocionales, el agravamiento de las asimetrías económicas y culturales que engendran, ante la falta de horizontes, diferentes modelos de violencia multicausal y multidimensional que no enajena a nadie en ningún lugar.
En Corrientes, por caso, la cosa es igual de preocupante que en cualquier otro punto del globo: se registró un caso de violencia familiar cada 30 horas durante la pandemia de Covid-19, según un relevamiento realizado hace unos días por la Inspectoría de Justicia de Paz, que depende del Superior Tribunal de Justicia.
¿Es esta una situación excepcional? Puede ser, como no. Lo alarmante es que la teoría advierte que ciertas situaciones derivadas de transformaciones o estados fundamentales, muchas veces tienen vigor para independizarse del caso respecto del cual habían surgido.
—Lo que nos está sucediendo ahora es tan pavoroso como fascinante. Es la primera vez que estamos todos, en simultáneo, conectados y afrontando lo mismo. Es la evidencia de que somos una gran familia humana —dijo al respecto Isabel Allende, pensando en las luchas contra el Sars-Cov-2.
No es una simple declaración de escritora. Allí hay un fuerte llamado de atención para las individualidades, para los colectivos, pero también para la política, que muchas veces, con sus actos magnificados por la difusión a la que tienen acceso, definen conductas generales.
El mundo asiste, estos largos días, a una pausa de los derechos con implicancias múltiples y disímiles según la geografía y su desarrollo, pero que en general constituye un escenario de complejidad extrema debido a la incertidumbre del futuro. De allí su trascendencia.

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Isabel habló de literatura, sí, pero también del alma humana de sus personajes, espejo del alma humana a secas.
Habló de los porfiados intentos de la investigación literaria para evitar caer en la caricatura, oponiendo esa postura a la exageración en la que cae muchas veces el discurso político binario y venal que se autopercibe cercano a la realidad en tanto insumo para cocinar a su gusto.
Isabel Allende habló de literatura desde la vereda del pensamiento; de los sentimientos e ideales, de la emoción y de las pasiones, de las aspiraciones personales y colectivas que cambian conforme avanza la cultura, estado de cosas a veces necesaria y que otras veces resulta un ancla. Habló de los contextos y de los escenarios. De las conexiones familiares y de las conexiones sociales; del encierro, de los desplazamientos y de las pérdidas.
Isabel Allende habló de literatura, sí, pero a lo largo de la hora que duró la charla, de a ratos conmovedora y de a ratos inspiradora, dio la impresión de decir mucho más. Cada palabra fue más que la descripción de una obra o del proceso creativo de la escritora viva más leída del mundo en habla hispana, con más de 74 millones de ejemplares vendidos y traducida a 42 idiomas.
Isabel habló del mundo de todos los tiempos y en un momento, arropada por el dolor de los migrantes —que ella misma fue en algún momento—, recordó la anécdota de aquellos “navegantes de la esperanza”: pasajeros en fuga de un barco zozobrante que aún en medio de intensas y peligrosas borrascas marinas, sentían que estaban un poco más a salvo que en la tierra, donde la firmeza del suelo era también la obstinada firmeza de la pobreza, de la violencia, de la muerte.
Isabel hablaba de literatura, sí, pero también de las urgencias, de las angustias y de la comprensión necesarias. Hablaba del hombre y del tiempo. Fue excepcional la charla: sin dudas un punto altísimo para inaugurar una feria que será recordada como la primera feria sin feria, la primera feria virtual y la primera en intentar una resistencia a los límites de la pandemia que a priori parece eso, pero a veces deviene en una gran oportunidad.
—Es que una de las cosas más fascinantes que tiene la literatura es la capacidad de conectarnos con la consciencia colectiva. De conectarnos con lo humano —agregó Isabel.
Puede ser esta, de hecho, una importante oportunidad para que la comunidad en general, y de ella sus dirigentes, asuman el precio de su estatus y puedan encontrar, tal vez en alguna forma de la literatura, voces y miradas que nos ayuden a ver más allá de una próxima gestión. Los desafíos del futuro requieren más que eso.

Para ver la charla:
https://bit.ly/2ZjAeNb

Seguir la feria en:
corrientesferiaprovincialdellibro.net

Lanzan el libro “Desde las orillas”

 

Como parte de las actividades previstas para este 3 de mayo, en el marco del 60  aniversario de la fundación del diario El Litoral, se realiza por este medio el lanzamiento del libro “Desde las orillas”, del periodista Eduardo Ledesma, editado por Moglia Ediciones, volumen que estará disponible a partir de los próximos días y que podrá adquirirse siguiendo los protocolos dispuestos para los locales de comercialización de la ciudad. Dada la obligatoriedad del aislamiento social por la pandemia de coronavirus, no habrá acto de presentación. 

De hecho, la presentación formal del libro iba a hacerse hoy en la Feria del Libro de la ciudad de Buenos Aires, evento que fue suspendido por prevención dado el avance de la pandemia del covid-19. 

Tal evento tenía fecha y horario programados para hoy a las 18, como parte de las acciones del Instituto de Cultura en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que todos los años dedica el 3 de mayo, día de la ciudad de Corrientes y su Cruz, a presentar alguna obra de autor correntino. Pues bien: el acto formal de la presentación fue postergada, como la feria misma, pero el volumen está listo para circular entre los lectores y para testimoniar el acontecimiento que iba a revestir su lanzamiento.

“Desde las orillas” es un libro de entrevistas. Compila 27 charlas del ciclo “Eduardo Ledesma Pregunta”, editado para el formato gráfico, completando así el circuito multiplataforma del proyecto, que nació audiovisual para el mundo digital, llegó a la televisión tradicional, pasó por la radio y ahora migró al formato impreso.

Se trata de una apuesta -otra más- de Leonardo Moglia, de Moglia Ediciones, que alentó la iniciativa desde el primer momento, y ahora materializó la idea en el entendimiento de que es válido dejar testimonio de estos encuentros que ocurrieron en el Teatro Vera, que se concibieron con la idea de “aportar una mirada un poco más profunda a los temas que nos atraviesan como sociedad”, y que se ganó un lugar en la agenda regional.

Moglia acogió el proyecto y lo sostuvo, aun con las dificultades propias de la industria gráfica, a las que se sumó, en el último tiempo, la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus. Esto es: si hasta acá ya era difícil editar un libro, ahora lo es todavía más. Incluso así, desafiando la gravedad del momento, “Desde las orillas” saldrá a la luz. 

Las páginas de este libro pretenden recuperar la impronta de la entrevista como herramienta esencial del periodismo, yendo de un soporte a otro y atravesando las fronteras desde las plataformas digitales hacia el papel, en una búsqueda por condensar las principales ideas que se debatieron durante la primera temporada del ciclo “Eduardo Ledesma Pregunta”. 

“Eduardo es periodista desde hace 20 años, trabaja en el diario El Litoral desde 2003 y desde entonces se dedica esencialmente al periodismo político, pero, sorteando todos los temas de la agenda inmediata, intentó aportar una mirada un poco más profunda a los temas que nos atraviesan como sociedad: la pobreza, el conservadurismo, el estancamiento cultural y económico. Hoy, desde el programa que salió en mayo de 2019, busca desarmar esas tramas, en un formato dinámico, intimista y que pone al entrevistado a hablar. Eduardo se acerca a sus entrevistados con esa cualidad indispensable del periodismo: la curiosidad”, dice el prólogo de esta primera edición. 

“Antes de tener al entrevistado o a la entrevistada frente a frente, indaga con esmero sobre sus trayectorias personales y profesionales, busca datos, consulta fuentes intermedias, lee sus libros, reseña su obra y, finalmente, escribe un cuestionario que es apenas una guía para enfocarse en unos pocos conceptos. El objetivo: que cada uno hable de lo que sabe sin estridencias. Un acierto”.

La premisa del ciclo de entrevistas y de este libro, por añadidura, es intentar sortear barreras y evitar el lugar común. No “darle” la palabra a nadie, sino conversar y debatir sobre ideas. Esa fue la propuesta desde el primer momento. Por tanto, “no encontrarán ni en las líneas escritas del libro ni en la reproducción audiovisual una confrontación. No hay un entrevistador intentando ‘tirarle la silla por la cabeza’ a su interlocutor. No es puesta en escena ‘contra’. Hay un acompañamiento para que el entrevistado pueda hablar de lo que sabe”. 

“Una conversación honesta e informada” que ahora llega al formato libro para que pueda ser revisada de acuerdo con los cánones tradiciones de la transmisión de conocimiento, o del simple, pero no menos importante placer de la lectura. 

La pregunta es del periodista Eduardo Ledesma, pero las respuestas son de destacadas personalidades de la provincia y el país, como Carlos Altamirano, Jorge Liotti, Chango Spasiuk, Cristina Iglesia, Hugo Alconada Mon, Carolina Centeno, José Como Birche, Delfina Veiravé, Fernando Abelenda, Guadalupe Arqueros, María Mercedes Vázquez, Julio Cáceres, César Sotelo, Marina Medrano, Alberto Forastier, Florencia De Pompert, Leonardo Moglia, Ingrid Jetter, Las Hermanas Vera, Adrián Ghirardi, Germán Soto, Virginia Acosta, María Iglesia, Eduardo Varela, Carlos Gómez Sierra, Marimar Solís Carnicer y Domingo Salvador Castagna.

 

Ficha técnica

Título: “Desde las orillas”. Entrevistas. Corrientes, Moglia Ediciones, 2020. Autor: Eduardo Ledesma. Formato: tapa blanda, 21 x 15 cm. Número de páginas: 363. Precio: $900. Cómo conseguir: el libro estará disponible desde esta semana en el local de Moglia Ediciones, La Rioja 755, Corrientes, de 9 a 17. Llamando al teléfono 379-442-2258, o por Whatsapp al celular 379-4336755.

También estará disponible por medios electrónicos como Mercado Libre. 

Crítica: “A corazón abierto”

Por Evelín Bochle
Poeta, Licenciada en Letras, Docente.

Esta crónica tiene como marco principal la IV Feria del Libro de Caá Catí: “Donde nacen los vientos”, llevada a cabo durante los días 1, 2 y 3 de septiembre de 2017.
—“Gerardo murió en mis brazos” —confiesa una de las voces de A corazón abierto, refiriéndose a la muerte del escritor saladeño Gerardo Pisarello.
Un corazón se detiene para siempre. Por un instante, por una fracción de tiempo, la muerte aparece como lo que realmente es. Durante ese intervalo en que se la entiende, se la reconoce, no ocurre otra cosa, no hay palabra ni símbolo, sólo silencio.
El silencio se interrumpe cuando reaparecen los versos, se reaviva la palabra para sortear el dolor, se disimula a la muerte al nombrarla. La palabra, como signo, se ubicarse entre el sujeto y la cosa misma.
Quien narra el momento de la partida del escritor es Romy; Rómulo Francisco Espinoza; abogado, escritor, músico y uno de los discípulos de Gerardo. A partir de allí las voces de jóvenes poetas van a referirse a personajes, hechos y lugares que constituyen la realidad cultural e histórica de Caá Catí y de la zona.
Eduardo Ledesma evoca, a través de ellos, a los grandes poetas, a los que recogieron el legado de los originarios: Albérico Mansilla, David Martínez, Carlos Gordiolla Niella, Pedro Cabral, Olga y Enrique Piñeiro, José Alberto Alarcón y el mismo Pisarello.
Los que toman la posta son principalmente los fundadores de Pájaro de tinta, un enorme y fructífero grupo literario. Son testigos que ofrecen sus relatos y sus anécdotas; pero también son partícipes de la historia porque continúan la actividad iniciada e instaurada por esos grandes que admiran. Ellos son los creadores de la feria como evento cultural e identitario.
Con respecto al género, tenemos en cuenta que la crónica es un tipo de texto que busca el punto cero, el aquí y ahora.
—“Ahora es septiembre de 2017. Ahora es Caá Catí. Ahora es la cuarta entrega de una feria del libro que se despide anunciando su continuidad. Ahora es de noche y el calor afloja.”
Entendemos que el autor regrese constantemente a ese cronotopo; sin embargo, le es imposible sostener la escritura en ese lugar y en ese tiempo. La feria es un disparador que lo ubica una y otra vez frente a otros que aparecen a través de las voces que ahora escucha. La feria es el vehículo que le ofrece la oportunidad de desplazarse e instalarse en un espacio y tiempo poéticos.
Si bien este tipo de texto por definición ubica los acontecimientos en el tiempo, ocurre que el autor se encuentra con personajes y hechos que se pierden en un pasado emparentado con el tiempo detenido, originario. Por eso la obra se va constituyendo como una búsqueda de la palabra, que a través de los grandes poetas de nuestra zona se vincula directamente con la palabra fundadora de los primeros habitantes, ésos que nombraron por primera vez las cosas cuando comenzaron a existir:
—“Caá Catí —dijeron, y quedó para siempre.” Hierba de aroma intenso, monte de olor pesado.
Por todo esto, también es una obra en la que se construye la propia voz poética de su autor. Eduardo Ledesma se presenta como un cronista, pero llega bastante más allá de ser un recopilador de datos:
—“A Caá Catí fui como cronista, pero hice un mal cálculo: pensé que me sobraría tiempo, pues acostumbrado a la vida de los pueblos, no pensé ver más que unas pocas cosas en medio día. Me equivoqué. La feria modifica esa rutina y el tiempo parece no alcanzar.”
Su voz es ésta. Genuina y verdadera se abre camino por entre los testimonios de los protagonistas directos. Lo emocional se entrecruza con un interesante trabajo de investigación y recopilación de información.
La muerte de un hombre, relatada y sentida por otro hombre es un evento devastador que enmudece y paraliza. Pero culturalmente, se funda como un momento de transición y trascendencia. El sentido de pertenencia y la identificación cultural confirman la constitución de una literatura justificada desde su origen.

 

Gracias Evelin Bochle. Por estas palabras, que le dieron marco, nada menos, que a la presentación-lectura de “A corazón abierto” en la Feria del Libro de Buenos Aires. Inmensamente agradecido.
Eduardo Ledesma
Mayo de 2019

“A corazón abierto” se presentó en Saladas

Sólo tengo palabras de agradecimiento. A Carlos Lezcano por el reconocimiento y sus palabras. A Leonardo Moglia por sus gestos en un momento difícil para la industria del libro, por la donación de ejemplares y el acompañamiento. A Romy Espinoza que lleva larguísimos kilómetros recorridos abrazando la idea de un rescate y homenaje a Gerardo Pisarello. A la Comisión de la Biblioteca Gerardo Pisarello Saladas. A mi familia, amigos y compañeros de siempre. A los colegas que cubrieron el acto. A Pedro Zubieta que se hizo el viaje. Y a las autoridades que estuvieron y le dieron marco institucional a la presentación de “A corazón abierto”. Muy agradecido. Gracias.
Fotos de Marcos Hernan Diez de MI Saladas II