El mapa argentino del dengue: los distritos más complicados, el problema del subregistro y el número ascendente que inquieta

LA NACION

Débora Cruz habla lento. Estuvo internada días atrás en el hospital de la localidad salteña de General Güemes y tiene dengue grave. “Ahora, estoy un poco mejor –cuenta a LA NACION–. Estaba en casa cuando empecé a sentir que me dolían las piernas, tenía fiebre y me empecé a medicar. Pasó una semana y comenzaron los vómitos. Cuando vine al hospital, empecé a vomitar con sangre”.

Vive en el Barrio El Cruce, donde “hay muchos casos”, dice. Había ido dos veces a la guardia, pero por la cantidad de pacientes con fiebre y el mismo malestar decidió volver a casa y se automedicó. “Por todo eso, me pasó lo que me pasó –agrega–. Ante el primer síntoma, y más si se tiene algún riesgo o antecedente de diabetes o cáncer, aunque haya sido hace mucho tiempo, le recomendaría a la gente que se acerque a un hospital. Los síntomas del dengue se dan de un momento al otro y puede volverse grave.”

SaltaTucumánSanta Fela ciudad de Buenos Aires y Santiago del Estero están entre las provincias con más casos declarados, aunque en todo el territorio hubo positivos, entre autóctonos o casos luego de un viaje. En más del 95%, son infecciones contraídas donde la persona vive, trabaja o estudia.

Débora Cruz estuvo internada por dengue en el Hospital Joaquín Castellanos, en General Güemes, Salta
Débora Cruz estuvo internada por dengue en el Hospital Joaquín Castellanos, en General Güemes, SaltaJavier Corbalan

Y mientras las autoridades sanitarias nacionales y provinciales insisten en que la cantidad de casos de este año no tiene la magnitud de la gran epidemia de 2020, una comparación semana a semana que hizo LN Data de los registros oficiales describe lo contrario, con un retraso de dos semanas en la información.

En ese intervalo, que abarca hasta el 25 de marzo pasado, se notificaron 16.143 casos, entre confirmados y probables, comparado con 7862 de hace tres años. Eso se traduce en un 105% más de infecciones que en 2020, en lugar de un 10% menos, como informó el Ministerio de Salud de la Nación el sábado pasado.

Con datos actualizados a esta semana, la ciudad de Buenos Aires informó hoy que este año “está sobrepasando en número a los años de brote anteriores”, por las epidemias de 2015-2016 y 2019-2020. Tiene 3838 casos de dengue entre más de 6000 notificados.

LA NACION se comunicó con la cartera a cargo de Carla Vizzotti, pero optaron por no responder sobre la evolución del brote epidémico, las acciones que se están tomando y la discrepancia en sus estadísticas. Se estima que uno de cada cuatro casos de dengue es asintomático y, de manera conservadora, que por casa caso que se detecta puede haber entre ocho y 10 casos que quedan sin registrar.

Al recorrer localidades y barrios de los distritos que están notificando casos, como viene publicando este medio, sorprende el alto subregistro de las infecciones, ya sea por falta de diagnóstico o de consulta o una subestimación de los síntomas de sospecha aun a la redonda de donde se confirmaron otros casos. Hay provincias en las que lo atribuyen, también, a que están quedando fuera los diagnósticos en centros y laboratorios del sector privado.

A partir de esto, LN Data relevó los registros oficiales del Boletín Epidemiológico Nacional para cada semana del año hasta el 25 de marzo, que es el último publicado. En siete de al menos 14 provincias con transmisión del virus de dengue hay cocirculación con el de chikungunya. Con los mismos criterios con los que el Ministerio de Salud de la Nación organiza los datos en sus reportes semanales, se comparó el brote actual con la última epidemia de dengue de 2019-2020, que superó los 59.000 casos confirmados o probables al mes de agosto y se la considera mayor que la de 2015-2016. Este año, los datos indican que hay un 105% más de casos para las 12 primeras semanas del año que hace tres años, cuando el dengue se superpuso con la pandemia de Covid-19.

¿Más o menos?

Para las autoridades sanitarias, en cambio, la tendencia es distinta. “En relación con años anteriores, los casos acumulados registrados en la presente temporada se encuentran por encima de los registrados en los últimos dos años [por 2021 y 2022]. Sin embargo, están aún un 10% por debajo del número de casos para el mismo período del año 2020 y un 40% por debajo del 2016 [por las dos últimas epidemias]”, publicó la Dirección de Epidemiología, a cargo de Carlos Giovacchinique interviene en la redacción de esos reportes desde hace años. La diferencia de casos con 2016 es, en realidad, de un 27%, si se tienen en cuenta los datos oficiales publicados.

Este año, hasta hace dos semanas, habían fallecido 13 personas con dengue en el país; en 2020, fueron siete –casi la mitad– para el mismo intervalo.

El domingo pasado, Adrián Rúa, secretario de Servicios de Salud de Salta, afirmó en conferencia de prensa que “el brote de dengue está controlado en toda la provincia”. En localidades como OránEmbarcación Pichanal, se repiten los reclamos de los vecinos como en General Güemes. “El dengue está afectando a todo Güemes y al norte de la Argentina. Acá, hay muchísimos casos”, cuenta Silvia Páez en una guardia colapsado del Hospital Joaquín Castellanos, donde primero consultó con su hijo menor y, ahora, espera desde hace una hora y media que atiendan a su hija menor.

Espera en la guardia del hospital Joaquín Castellanos, en General, Güemes, Salta
Espera en la guardia del hospital Joaquín Castellanos, en General, Güemes, SaltaJavier Corbalan

“En los dos casos, lo mismo: es un mundo de gente y un solo médico para atender. Las dos veces que vine pasó lo mismo. No había ni sillas para sentarse y, con la fiebre, mi hija no se puede ni parar. Esto ya es una epidemia”, sostiene. Son pasadas las 13.30 del lunes y hay pacientes que esperan desde las 10 de la mañana.

Horacio Mdalel, jefe del Programa de Emergencias de ese hospital provincial, describe así el escenario actual para el área operativa que alcanza a los municipios de Güemes, Campo Santo y El Bordo: “Estamos teniendo un crecimiento sostenido de los casos de dengue, que son febriles, y están poniendo al sistema de salud en jaque porque, si bien es cierto que no colapsamos, estamos desbordados en las atenciones: en los pasillos tenemos pacientes atendidos en camillas y sillas de rueda, tuvimos que instalar consultorios extras de emergencia para pacientes febriles de 11 a 13 y de 19 a 22″.

El hijo de Nilda es uno de los vecinos que tuvo dengue en La Matanza, una de las áreas más complicadas del conurbano
El hijo de Nilda es uno de los vecinos que tuvo dengue en La Matanza, una de las áreas más complicadas del conurbanoFabian Marelli – LA NACION

Esos consultorios los atiende personal jerárquico y profesionales de guardia de otras especialidades, como traumatólogos, anestesiólogos, cirujanos y ginecólogos, lo que demuestra la tensión en los servicios que está generando la transmisión viral local. El domingo de la semana pasada, en esos consultorios atendieron más de 240 personas en un solo turno y en uno de los consultorios. Pasadas las 19, Mdalel atendió con otros profesionales el sábado y domingo en un consultorio más de 150 pacientes. “La consulta se triplicó o cuadruplicó –estima–. Digo que está bajo control porque los pacientes están atendidos, la demora es siempre lógica, pero prudentemente aceptable, a veces hay que priorizar a un paciente más grave por encima del menos grave, lo que se conoce como triage, y lo estamos haciendo lo mejor posible.”

Afirma que, en ambos casos, los están atendiendo “en los tiempos internacionalmente aceptados”, pero adelanta que si ese escenario sigue creciendo, tendrán problemas porque los casos no disminuyen. El calor y las lluvias se están prolongando en abril y eso, según explica el profesional, está retrasando la caída de la helada que anticipa, cada año, que disminuyan abruptamente los casos de dengue recién a partir de los 10 o 15 días. “El clima no está acompañando”, admite.

La familia Avellaneda sufrió la pérdida de Hilda Flores por dengue, y la despiden en el cementerio de Campo Santo, a 60 km de Salta
La familia Avellaneda sufrió la pérdida de Hilda Flores por dengue, y la despiden en el cementerio de Campo Santo, a 60 km de SaltaJavier Corbalan

Evalúa como “un error táctico” desde salud pública haber desatendido el dengue por la superposición con la pandemia de Covid-19. Insiste en que, este año, el descacharrado va a tener que ser “en tiempo y forma”. Dos personas fallecieron y hay un deceso en investigación. En las tres últimas semanas, atendieron en el hospital más de 3500 pacientes febriles, que pudieron haber consultado más de una vez.

Paula Sartor, subsecretaria de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud de Chaco, señala: “Dado el incremento de positivos de dengue y chikungunya que se está dando en toda la provincia, estamos trabajando con equipos técnicos en una mesa interinstitucional para la prevención, el control y el manejo de casos, tomando como base la experiencia con el Covid-19″.

La provincia declara tener 11 casos de chikungunya y 228 de dengue, con 82 en estudio, con focos en ResistenciaBasailCharataFontanaCoronel Du GratyBarranqueras Puerto Vilelas. Esto se da en un escenario regional complicado en las provincias de Santa Fe, Salta, Santiago del Estero y Formosa.

Recipientes con agua en el cementerio de Campo Santo, en el departamento de General Güemes
Recipientes con agua en el cementerio de Campo Santo, en el departamento de General GüemesJavier Corbalan

La cartera sanitaria chaqueña también reconoce que existe un subregistro de las infecciones, aunque no define en qué proporción: “Tenemos información –indican– de que algunos laboratorios privados no están notificando casos, pero ya se están haciendo las intimaciones a través [del área de] Fiscalización Sanitaria”.

En el contexto nacional actual, Carolina Centeno, ministra de Salud provincial, dijo esta semana en conferencia de prensa: “Es preciso tomar las medidas de limpieza preventiva: evitar elementos que acumulen agua para los mosquitos, usar repelente y estar atentos a los síntomas para dar aviso en cualquier centro de atención, sin caer en la automedicación”. Esto, como se viene alertando, puede complicar la infección.

Campaña de fumigación para contener el dengue en Rosario
Campaña de fumigación para contener el dengue en RosarioRodrigo Abd – AP

En Misiones, uno de los distritos más afectados en las epidemias anteriores, este año informa tener 81 casos de chikungunya, entre confirmados y probables, y apenas 17 de dengue. Ante la consulta, Oscar Alarcón, ministro de Salud provincial, atribuye ese contraste con provincias vecinas a tareas de prevención luego de que todos los municipios misioneros resultaras afectados en la epidemia de 2020.

En Corrientes, el mes pasado terminó con 140 casos de dengue y 35 de chikungunya. Angelina Bobadilla, directora general de Epidemiología provincial, indica a LA NACION que corresponden a brotes focalizados “en algunos barrios de algunas localidades y ciudades como Capital, Paso de la Patria, Ituzaingó y se reportan algunos casos aislados en San Lorenzo, San Luis del Palmar y Mercedes”. Dice que “no hay circulación [viral] activa aún” en la provincia. Los síntomas en todos los casos fueron fiebre, cefalea y dolores musculares y articulares, a veces con lesiones en la piel (sarpullido) y síntomas gastrointestinales. Continúan diagnosticando viajeros a otras provincias o Paraguay, donde se mantiene la epidemia de chikungunya.

Alta demanda de pruebas

Los diagnósticos por laboratorio en Corrientes, como en los distritos donde aún no se suspendieron por la gran cantidad de casos o la falta de reactivos, se están haciendo con test rápidos, por biología molecular y serología. En todos los casos es a través de una muestra de sangre.

Mientras que en una prueba para confirmar o descartar la infección en un laboratorio privado puede costar en Corrientes hasta $22.700 (si incluye la detección por anticuerpos IgG/IgM y antígeno (NS1)), en Chaco, alrededor de $10.000. En Santa Fe, donde ya son 7661 los casos de dengue confirmados, un laboratorio privado de Rafaela hizo 100 determinaciones en un día. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el foco del brote en Mataderos y el corredor oeste del conurbano también impulsan esa demanda privada.

Jorge Bazzán, vecino de Mataderos, afirma que nunca vio tantos casos de dengue en el barrio
Jorge Bazzán, vecino de Mataderos, afirma que nunca vio tantos casos de dengue en el barrioFabiola Czubaj

Desde la Cámara Argentina de Laboratorios de Análisis Bioquímicos (Calab), confirmaron un aumento de estudios de manera particular, por indicación médica o para centros privados. “Se percibe que es mucha la demanda y empieza a haber preocupación por la disponibilidad de reactivos, que son importados, si volviera a crecer en las próximas semanas [con el aumento de las temperaturas, luego de las lluvias, y los viajes por Semana Santa]”, dijo Alejandro Rapela, secretario de Calab.

“Con el descenso de las temperaturas, la demanda se estabilizó y, de seguir así, no debería faltar stock”, agregó.

El faltante podría darse en los insumos para la detección del antígeno NS1, una prueba más rápida y económica, pero algo menos sensible que la detección del genoma viral por PCR, según se explicó. Ambas se ofrecen hasta los tres primeros días desde el inicio de la fiebre o, combinadas con la detección de anticuerpos IgM, entre los cuatro y cinco días desde la aparición de los síntomas. A partir de los siete días, se utiliza la detección de anticuerpos IgM e IgG.

Ese aumento de la demanda, con o sin indicación médica, es para confirmar el diagnóstico, en primer lugar, y, luego, para determinar si se trata de dengue o chikungunya, según explicó Rapela.

Con la colaboración de Florencia Rodríguez Altube, Natalia Louzau, Melanie Prokopiec, Fernando Torres Ullmer e Ignacio Suarez (LN Data), Javier Corbalán (Salta), Martín Boerr (Misiones) y Eduardo Ledesma (Corrientes y Chaco)

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Coronavirus, el nuevo enemigo de una región pobre jaqueada por el dengue 

La situación es complicada en el Chaco y la psicosis va en aumento, tanto allí como en el resto de las provincias del Nordeste. Y si bien el Estado nacional es el principal ordenador del itinerario a seguir, todavía no se verifica un trabajo conjunto en las cuatro provincias de la región, más allá del cierre de sus respectivas fronteras terrestres y de los aeropuertos. Más allá, incluso, del aislamiento obligatorio decretado anoche por el presidente Alberto Fernández. 

En este marco, gana terreno una situación de zozobra propicia para macerar más que un virus, dada la persistente irresponsabilidad social, civil y sanitaria de muchas personas que desoyen todo protocolo de aislamiento, pero también la persistencia de la desinformación, la sobreinformación, e incluso las avivadas de algunos inescrupulosos que apuestan al caos generando y difundiendo noticias falsas de todo orden y caladura, de a cientos por día.

La situación es compleja, pero puede volverse crítica y caótica. Desde hace tiempo, la región NEA constituye el territorio más pobre del país: problemas laborales, educativos y sanitarios, como la desnutrición o el dengue, forman parte de su realidad. Los índices de inflación, incluso, son los más altos del país en el rubro alimentación. Y ahora, por si fuera poco, acecha el coronavirus.

Después de Capital Federal y Buenos Aires, Chaco es la tercera provincia con la mayor cantidad de personas afectadas. Según el racconto que hizo el gobernador Jorge Capitanich, el detalle sería el siguiente: “En total son 15 casos confirmados por COVID-19 hasta el momento: 6 importados, 8 por contacto estrecho y 1 sin nexo epidemiológico, por lo tanto estamos ante una probable circulación viral”. Anoche se confirmaron los últimos dos casos por contacto estrecho, de los 15 registrados.

La pregunta que surge ante este cuadro es por qué el Chaco, y no Corrientes, Formosa o Misiones, provincias que comparten todo, desde el clima hasta la idiosincracia e incluso la frontera terrestre más importante de la zona, que es la de Paraguay, seguida de la frontera con Brasil.

“La respuesta a esa pregunta es muy sencilla, sin ánimo de polemizar: nosotros decimos la verdad. Las otras provincias no buscan o no quieren buscar. O no quieren encontrar casos”, dijo el doctor Nicolás Ivancovich, director de la Central de Emergencias Médicas del Ministerio de Salud Pública del Chaco.

“Además nosotros formamos prematuramente un equipo de infectólogos y epidemiólogos que buscaron los primeros casos, hicieron los mapas de seguimiento, y por eso vamos encontrando casos siguiendo esos rastros”, añadió María Elisa Flores, directora de Epidemiología.

“Igual es una cuestión de tiempo, más allá de los procedimientos. Cuando salten los primeros casos en las otras provincias, esperemos que no sea tarde”, completó Ivancovich, sustentando su línea argumental en la estrecha relación que tiene la población del NEA, sobre todo la del Chaco y Corrientes. Sucede que ambas provincias comparten todo, desde la educación superior (la Universidad Nacional del Nordeste tiene sede en ambas orillas del Paraná) hasta cuestiones familiares, pasando por una intrincada red de relaciones laborales que, sin conciencia preventiva, ofrece grandes posibilidades de desarrollo a una pandemia como la del coronavirus.

El ministro de Salud Pública de Corrientes, Ricardo Cardozo, defiende sus estadísticas. El parte oficial de ayer decía que Corrientes seguía sin registrar casos de coronavirus. Se realizaron exámenes que dieron negativo. Cardozo informó además que son 217 las personas aisladas y que enviaron 40 muestras al Instituto Malbrán para ser analizadas. “Sí se registraron más casos positivos de dengue. Ya son 430”, apuntó.

“Estamos preparándonos para atender coronavirus. Por ahora no lo tenemos. Tampoco creció el número de otros cuadros respiratorios, por lo que no hay motivos para pensar ni siquiera en malos diagnósticos”, se defendió el ministro, en contacto con este diario, cruzando de ese modo la crítica del emergentólogo chaqueño.

“Alquilamos un hotel para alojar extranjeros con síntomas, tenemos dos hospitales con sectores aislados y preparados para recibir pacientes con el virus, y respiradores para contener la demanda, más allá de que seguimos buscando respiradores para adquirirlos preventivamente. Y tenemos cinco líneas telefónicas de denuncia y consulta”, concluyó.

 

La región

Misiones cerró su frontera, tiene un caso sospechoso y 177 personas permanecen en aislamiento. Otros 13 casos fueron descartados y 16 fueron desestimados. Y hasta el momento suman 19 los misioneros repatriados del exterior.

Por lo demás, allí ya dejaron de contar los casos de dengue, por su magnitud. Hace tres días, de hecho, se registró la primera muerte por esa enfermedad.

En Formosa también manda el dengue. El Ministerio de Desarrollo Humano provincial informó ayer que son 510 los casos confirmados de dengue en todo el territorio. Las localidades más afectadas con trasmisión viral del serotipo 4 son Formosa capital, Clorinda, Laguna Blanca y Naineck.

La provincia administrada por Gildo Insfrán es vecina de Paraguay y paso obligado para los argentinos que van al exterior por el aeropuerto internacional de Asunción. Por ahora, según se reporta desde allí, hay sólo dos casos sospechosos por coronavirus.

El director de Epidemiología de Formosa, Mario Romero Bruno, explicó el miércoles en conferencia de prensa, que aguardan los resultados de la médica aislada desde el sábado, cuando regresó al país tras un viaje a Europa. Ingresó por el paso “Puerto Falcón”, junto con dos familiares que la buscaron del aeropuerto Silvio Petirossi, y que se encuentran en cuarentena preventiva.

Ayer actualizó el parte y confirmó que hay un segundo caso sospechoso en Formosa. Se trata de un hombre de 31 años que estuvo en Brasil hace menos de una semana. Su familia también está en aislamiento.

 

Epicentro chaqueño

Mientras todo esto ocurre en el vecindario, Chaco se prepara para lo peor. La confirmación de un caso de coronavirus sobre el que hay fuertes indicios que se trata de un contagio “autóctono”, sin trazabilidad aparente, profundizó el diseño de medidas preventivas.

Ya están trabajando con el Ejército. La Brigada III de Monte, con base en La Liguria, desplegó sus carpas para situaciones de emergencia. Y aunque todavía no entran en acción, fueron habilitadas con el objetivo de contar con equipos médicos y espacios para la toma de muestras a los efectos de contar con un sistema de diagnóstico descentralizado y cercanía con la comunidad. Epidemiólogos chaqueños, además, reciben capacitación del Malbrán para poder estudiar las muestras más rápidamente, lo antes posible, en la propia provincia.

Ayer, en tanto, tras el anuncio de la titular de la cartera sanitaria, Paola Benítez, comenzó la construcción de un hospital modular de emergencia en el predio del Hospital Perrando, en Resistencia, que al cabo de unos 20 días, según se prevé, estará equipado con 48 camas para internación y 24 para terapia intensiva.

El gobernador Capitanich, en tanto, firmó el miércoles un decreto, el 433/20, con medidas complementarias que contempla la “cuarentena” total de la provincia, el aislamiento obligatorio de personas mayores de 60 años; de personas en situación de riesgo; la obligación de reportes de síntomas y denuncia de incumplimeitnos; además de fuertes restricciones en la actividad comercial, educativa, administrativa, así como de esparcimiento y circulación. Dispuso también el aislamiento preventivo de localidades consideradas “críticas”: Resistencia, Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas, que conforman el área metropolitana.

Hace poco más de una semana habían cerrado otras cuatro localidades: La Verde, La Escondida, Colonia Elisa y Lapachito, todas dependientes económicamente de una firma, Indunor, cuyos dueños son italianos y van y vienen a ese país con regularidad. El aislamiento terminó con el resultado negativo de los estudios realizados a uno de los dueños que tuvo contacto con la mayoría de los 600 obreros de la planta, que a su vez viven en esos cuatro pueblos, que suman una población de 16 mil personas, la mayoría adultos mayores.

Las medidas anunciadas en los últimos días se añaden a otras dispuestas anteriormente y a las anunciadas por el presidente de la Nación, Alberto Fernández. “Ahora, hagamos lo que hagamos, hay dos formas de ver esto: o que son medidas drásticas, o que son medidas lentas. Nosotros preferimos tomar medidas drásticas y ganar tiempo”, dijo Nicolás Ivancovich, titular de emergentología del Chaco.

Mientras tanto, la pelea más ardua y desigual es contra la cuestión cultural. La epidemia del dengue crece con los años. Las campañas parecen insuficientes. La gente sabe las recomendaciones, pero no las acata, y lo que hacen los gobiernos no alcanza. 

Lo mismo parece verificarse ahora con el coronavirus.

“La sociedad chaqueña es atrasada en ese punto. Piensa que puede hacer lo que se le antoja”, dijo José, un ciudadano resistenciano. El doctor Ivancovich coincide. “Hay personas que temen más ser estigmatizadas por el coronavirus que cumplir con su responsabilidad social de aislamiento. Cuando vamos a buscarlos, plantean la agresión antes que la comprensión y la solidaridad con el otro”.

 

Los casos

Hasta ayer, Chaco tenía cerca de 50 de personas con arresto domiciliario por burlar el aislamiento, según informó la ministra de Seguridad, Gloria Zalazar. Los fiscales Patricio Sabadini y Federico Carniel, incluso, requirieron imputaciones para dos personas, madre e hija, por creer que fueron las responsables de propagar el virus en la provincia. Estas mujeres llegaron de España y según la trazabilidad que maneja Salud Pública, son responsables de 10 de los 15 casos que se reportan desde la vecina provincia. 

Una de las mujeres es médica, por lo que a priori cuenta con conocimientos sobre los cuidados de la salud superiores a la media, creen los fiscales. Además se movió por países donde el coronavirus ya era un flagelo. La otra es su hija, becaria de la Universidad del Nordeste, quien estuvo en la institución, lo cual motivó una batería de acciones preventivas tanto en Chaco como en Corrientes.

Los especialistas chaqueños creen que todavía sigue abierta esta vía de contagio, que es la responsable de la situación actual de la provincia, y que incluso puede tener repercusiones en Corrientes. Creen que ambas personas tienen una vida social muy activa y no la morigeraron hasta varios días después de su llegada al país. “Llegaron el 28 de febrero y recién reportaron su caso el 6 de marzo”, dijo una fuente judicial que pidió reserva.

“Estamos atentos, pero no sabemos todo lo que pudo haber pasado en esos días”, añadió otra fuente del Ministerio de Salud del Chaco, que no obstante agregó: “Nosotros no estamos para perseguir a nadie, sino para tratar de entender estos comportamientos para prevenir o curar a los enfermos”

La otra línea de preocupación tiene que ver con el paciente muerto que registra el Chaco, también de la comunidad universitaria. Se trata de un profesor de la UTN que estuvo en Egipto, Alemania y otros países, y del que se desconocen todos los contactos que pudo haber tenido antes de su internación y fallecimiento. Ayer se conoció que una hermana suya está con algunos síntomas. Ya está aislada y sus muestras siendo analizadas.

Hay además una familia de tres miembros contagiada y aislada, que estuvo en Singapur; y finalmente una médica que no tuvo contacto con enfermo alguno, pero tiene el virus, y sobre la que se tejen muchas especulaciones, entre otras cosas por los niveles de contacto de sus familiares que trabajan también, como ella, en los sistemas de Salud Pública tanto de Chaco como de Corrientes.

 

Estado de situación

Si los pronósticos en los que se basan las decisiones gubernamentales se cumplen, la enfermedad podría tener un pico en las próximas 4 o 5 semanas, cuando en esta región caliente empiece a bajar la temperatura. Las dudas, por razones obvias, se multiplican. Son reservados los pronósticos en cuanto a la responsabilidad social de las personas y a la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios públicos de una región estructuralmente pobre.

Los hospitales están funcionando, pero con dispar capacidad de atención. El Chaco ampliará el Perrando y ya tiene disponibles varias carpas de campaña del Ejército. Corrientes dispuso espacios en dos hospitales capitalinos, y puso en alerta a su red provincial. Misiones tiene varios focos de atención, dispuso de una línea de atención telefónica y en pocas horas recibió miles de consultas, sobre todo de las localidades de frontera con Brasil. De Formosa se esperan precisiones en cuanto a los lugares de atención, pero ya se informó que el sistema provincial de salud cuenta con la tecnología y los profesionales necesarios para la atención e incluso la realización de análisis de diagnóstico de coronavirus en laboratorios locales.

Más allá de esto, hay preocupación entre los médicos y el resto de los trabajadores de la salud. La situación general de la salud pública en las cuatro provincias del NEA muchas veces desmiente el optimismo voluntarista de los funcionarios. Y con el correr de los días se multiplican las denuncias por faltantes de insumos y elementos de protección: camisolines, guantes, barbijos y alcohol, o alcohol en gel, cuya escasez excede a los hospitales. En los comercios de la región hace semanas que directamente no se consiguen. Hay promesas de provisión suficiente. Por ahora sólo eso.

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