Coronavirus, el nuevo enemigo de una región pobre jaqueada por el dengue 

La situación es complicada en el Chaco y la psicosis va en aumento, tanto allí como en el resto de las provincias del Nordeste. Y si bien el Estado nacional es el principal ordenador del itinerario a seguir, todavía no se verifica un trabajo conjunto en las cuatro provincias de la región, más allá del cierre de sus respectivas fronteras terrestres y de los aeropuertos. Más allá, incluso, del aislamiento obligatorio decretado anoche por el presidente Alberto Fernández. 

En este marco, gana terreno una situación de zozobra propicia para macerar más que un virus, dada la persistente irresponsabilidad social, civil y sanitaria de muchas personas que desoyen todo protocolo de aislamiento, pero también la persistencia de la desinformación, la sobreinformación, e incluso las avivadas de algunos inescrupulosos que apuestan al caos generando y difundiendo noticias falsas de todo orden y caladura, de a cientos por día.

La situación es compleja, pero puede volverse crítica y caótica. Desde hace tiempo, la región NEA constituye el territorio más pobre del país: problemas laborales, educativos y sanitarios, como la desnutrición o el dengue, forman parte de su realidad. Los índices de inflación, incluso, son los más altos del país en el rubro alimentación. Y ahora, por si fuera poco, acecha el coronavirus.

Después de Capital Federal y Buenos Aires, Chaco es la tercera provincia con la mayor cantidad de personas afectadas. Según el racconto que hizo el gobernador Jorge Capitanich, el detalle sería el siguiente: “En total son 15 casos confirmados por COVID-19 hasta el momento: 6 importados, 8 por contacto estrecho y 1 sin nexo epidemiológico, por lo tanto estamos ante una probable circulación viral”. Anoche se confirmaron los últimos dos casos por contacto estrecho, de los 15 registrados.

La pregunta que surge ante este cuadro es por qué el Chaco, y no Corrientes, Formosa o Misiones, provincias que comparten todo, desde el clima hasta la idiosincracia e incluso la frontera terrestre más importante de la zona, que es la de Paraguay, seguida de la frontera con Brasil.

“La respuesta a esa pregunta es muy sencilla, sin ánimo de polemizar: nosotros decimos la verdad. Las otras provincias no buscan o no quieren buscar. O no quieren encontrar casos”, dijo el doctor Nicolás Ivancovich, director de la Central de Emergencias Médicas del Ministerio de Salud Pública del Chaco.

“Además nosotros formamos prematuramente un equipo de infectólogos y epidemiólogos que buscaron los primeros casos, hicieron los mapas de seguimiento, y por eso vamos encontrando casos siguiendo esos rastros”, añadió María Elisa Flores, directora de Epidemiología.

“Igual es una cuestión de tiempo, más allá de los procedimientos. Cuando salten los primeros casos en las otras provincias, esperemos que no sea tarde”, completó Ivancovich, sustentando su línea argumental en la estrecha relación que tiene la población del NEA, sobre todo la del Chaco y Corrientes. Sucede que ambas provincias comparten todo, desde la educación superior (la Universidad Nacional del Nordeste tiene sede en ambas orillas del Paraná) hasta cuestiones familiares, pasando por una intrincada red de relaciones laborales que, sin conciencia preventiva, ofrece grandes posibilidades de desarrollo a una pandemia como la del coronavirus.

El ministro de Salud Pública de Corrientes, Ricardo Cardozo, defiende sus estadísticas. El parte oficial de ayer decía que Corrientes seguía sin registrar casos de coronavirus. Se realizaron exámenes que dieron negativo. Cardozo informó además que son 217 las personas aisladas y que enviaron 40 muestras al Instituto Malbrán para ser analizadas. “Sí se registraron más casos positivos de dengue. Ya son 430”, apuntó.

“Estamos preparándonos para atender coronavirus. Por ahora no lo tenemos. Tampoco creció el número de otros cuadros respiratorios, por lo que no hay motivos para pensar ni siquiera en malos diagnósticos”, se defendió el ministro, en contacto con este diario, cruzando de ese modo la crítica del emergentólogo chaqueño.

“Alquilamos un hotel para alojar extranjeros con síntomas, tenemos dos hospitales con sectores aislados y preparados para recibir pacientes con el virus, y respiradores para contener la demanda, más allá de que seguimos buscando respiradores para adquirirlos preventivamente. Y tenemos cinco líneas telefónicas de denuncia y consulta”, concluyó.

 

La región

Misiones cerró su frontera, tiene un caso sospechoso y 177 personas permanecen en aislamiento. Otros 13 casos fueron descartados y 16 fueron desestimados. Y hasta el momento suman 19 los misioneros repatriados del exterior.

Por lo demás, allí ya dejaron de contar los casos de dengue, por su magnitud. Hace tres días, de hecho, se registró la primera muerte por esa enfermedad.

En Formosa también manda el dengue. El Ministerio de Desarrollo Humano provincial informó ayer que son 510 los casos confirmados de dengue en todo el territorio. Las localidades más afectadas con trasmisión viral del serotipo 4 son Formosa capital, Clorinda, Laguna Blanca y Naineck.

La provincia administrada por Gildo Insfrán es vecina de Paraguay y paso obligado para los argentinos que van al exterior por el aeropuerto internacional de Asunción. Por ahora, según se reporta desde allí, hay sólo dos casos sospechosos por coronavirus.

El director de Epidemiología de Formosa, Mario Romero Bruno, explicó el miércoles en conferencia de prensa, que aguardan los resultados de la médica aislada desde el sábado, cuando regresó al país tras un viaje a Europa. Ingresó por el paso “Puerto Falcón”, junto con dos familiares que la buscaron del aeropuerto Silvio Petirossi, y que se encuentran en cuarentena preventiva.

Ayer actualizó el parte y confirmó que hay un segundo caso sospechoso en Formosa. Se trata de un hombre de 31 años que estuvo en Brasil hace menos de una semana. Su familia también está en aislamiento.

 

Epicentro chaqueño

Mientras todo esto ocurre en el vecindario, Chaco se prepara para lo peor. La confirmación de un caso de coronavirus sobre el que hay fuertes indicios que se trata de un contagio “autóctono”, sin trazabilidad aparente, profundizó el diseño de medidas preventivas.

Ya están trabajando con el Ejército. La Brigada III de Monte, con base en La Liguria, desplegó sus carpas para situaciones de emergencia. Y aunque todavía no entran en acción, fueron habilitadas con el objetivo de contar con equipos médicos y espacios para la toma de muestras a los efectos de contar con un sistema de diagnóstico descentralizado y cercanía con la comunidad. Epidemiólogos chaqueños, además, reciben capacitación del Malbrán para poder estudiar las muestras más rápidamente, lo antes posible, en la propia provincia.

Ayer, en tanto, tras el anuncio de la titular de la cartera sanitaria, Paola Benítez, comenzó la construcción de un hospital modular de emergencia en el predio del Hospital Perrando, en Resistencia, que al cabo de unos 20 días, según se prevé, estará equipado con 48 camas para internación y 24 para terapia intensiva.

El gobernador Capitanich, en tanto, firmó el miércoles un decreto, el 433/20, con medidas complementarias que contempla la “cuarentena” total de la provincia, el aislamiento obligatorio de personas mayores de 60 años; de personas en situación de riesgo; la obligación de reportes de síntomas y denuncia de incumplimeitnos; además de fuertes restricciones en la actividad comercial, educativa, administrativa, así como de esparcimiento y circulación. Dispuso también el aislamiento preventivo de localidades consideradas “críticas”: Resistencia, Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas, que conforman el área metropolitana.

Hace poco más de una semana habían cerrado otras cuatro localidades: La Verde, La Escondida, Colonia Elisa y Lapachito, todas dependientes económicamente de una firma, Indunor, cuyos dueños son italianos y van y vienen a ese país con regularidad. El aislamiento terminó con el resultado negativo de los estudios realizados a uno de los dueños que tuvo contacto con la mayoría de los 600 obreros de la planta, que a su vez viven en esos cuatro pueblos, que suman una población de 16 mil personas, la mayoría adultos mayores.

Las medidas anunciadas en los últimos días se añaden a otras dispuestas anteriormente y a las anunciadas por el presidente de la Nación, Alberto Fernández. “Ahora, hagamos lo que hagamos, hay dos formas de ver esto: o que son medidas drásticas, o que son medidas lentas. Nosotros preferimos tomar medidas drásticas y ganar tiempo”, dijo Nicolás Ivancovich, titular de emergentología del Chaco.

Mientras tanto, la pelea más ardua y desigual es contra la cuestión cultural. La epidemia del dengue crece con los años. Las campañas parecen insuficientes. La gente sabe las recomendaciones, pero no las acata, y lo que hacen los gobiernos no alcanza. 

Lo mismo parece verificarse ahora con el coronavirus.

“La sociedad chaqueña es atrasada en ese punto. Piensa que puede hacer lo que se le antoja”, dijo José, un ciudadano resistenciano. El doctor Ivancovich coincide. “Hay personas que temen más ser estigmatizadas por el coronavirus que cumplir con su responsabilidad social de aislamiento. Cuando vamos a buscarlos, plantean la agresión antes que la comprensión y la solidaridad con el otro”.

 

Los casos

Hasta ayer, Chaco tenía cerca de 50 de personas con arresto domiciliario por burlar el aislamiento, según informó la ministra de Seguridad, Gloria Zalazar. Los fiscales Patricio Sabadini y Federico Carniel, incluso, requirieron imputaciones para dos personas, madre e hija, por creer que fueron las responsables de propagar el virus en la provincia. Estas mujeres llegaron de España y según la trazabilidad que maneja Salud Pública, son responsables de 10 de los 15 casos que se reportan desde la vecina provincia. 

Una de las mujeres es médica, por lo que a priori cuenta con conocimientos sobre los cuidados de la salud superiores a la media, creen los fiscales. Además se movió por países donde el coronavirus ya era un flagelo. La otra es su hija, becaria de la Universidad del Nordeste, quien estuvo en la institución, lo cual motivó una batería de acciones preventivas tanto en Chaco como en Corrientes.

Los especialistas chaqueños creen que todavía sigue abierta esta vía de contagio, que es la responsable de la situación actual de la provincia, y que incluso puede tener repercusiones en Corrientes. Creen que ambas personas tienen una vida social muy activa y no la morigeraron hasta varios días después de su llegada al país. “Llegaron el 28 de febrero y recién reportaron su caso el 6 de marzo”, dijo una fuente judicial que pidió reserva.

“Estamos atentos, pero no sabemos todo lo que pudo haber pasado en esos días”, añadió otra fuente del Ministerio de Salud del Chaco, que no obstante agregó: “Nosotros no estamos para perseguir a nadie, sino para tratar de entender estos comportamientos para prevenir o curar a los enfermos”

La otra línea de preocupación tiene que ver con el paciente muerto que registra el Chaco, también de la comunidad universitaria. Se trata de un profesor de la UTN que estuvo en Egipto, Alemania y otros países, y del que se desconocen todos los contactos que pudo haber tenido antes de su internación y fallecimiento. Ayer se conoció que una hermana suya está con algunos síntomas. Ya está aislada y sus muestras siendo analizadas.

Hay además una familia de tres miembros contagiada y aislada, que estuvo en Singapur; y finalmente una médica que no tuvo contacto con enfermo alguno, pero tiene el virus, y sobre la que se tejen muchas especulaciones, entre otras cosas por los niveles de contacto de sus familiares que trabajan también, como ella, en los sistemas de Salud Pública tanto de Chaco como de Corrientes.

 

Estado de situación

Si los pronósticos en los que se basan las decisiones gubernamentales se cumplen, la enfermedad podría tener un pico en las próximas 4 o 5 semanas, cuando en esta región caliente empiece a bajar la temperatura. Las dudas, por razones obvias, se multiplican. Son reservados los pronósticos en cuanto a la responsabilidad social de las personas y a la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios públicos de una región estructuralmente pobre.

Los hospitales están funcionando, pero con dispar capacidad de atención. El Chaco ampliará el Perrando y ya tiene disponibles varias carpas de campaña del Ejército. Corrientes dispuso espacios en dos hospitales capitalinos, y puso en alerta a su red provincial. Misiones tiene varios focos de atención, dispuso de una línea de atención telefónica y en pocas horas recibió miles de consultas, sobre todo de las localidades de frontera con Brasil. De Formosa se esperan precisiones en cuanto a los lugares de atención, pero ya se informó que el sistema provincial de salud cuenta con la tecnología y los profesionales necesarios para la atención e incluso la realización de análisis de diagnóstico de coronavirus en laboratorios locales.

Más allá de esto, hay preocupación entre los médicos y el resto de los trabajadores de la salud. La situación general de la salud pública en las cuatro provincias del NEA muchas veces desmiente el optimismo voluntarista de los funcionarios. Y con el correr de los días se multiplican las denuncias por faltantes de insumos y elementos de protección: camisolines, guantes, barbijos y alcohol, o alcohol en gel, cuya escasez excede a los hospitales. En los comercios de la región hace semanas que directamente no se consiguen. Hay promesas de provisión suficiente. Por ahora sólo eso.

About the author: Eduardo Ledesma

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