Macri: “La inflación es la mayor estafa que uno le puede hacer a los que menos tienen”

POR EDUARDO LEDESMA. Enviado Especial. El presidente de la Nación, Mauricio Macri, habló ayer sobre el tema político y económico más importante del momento: el proyecto que modifica los valores mínimos del Impuesto a las Ganancias. Fue cauto y no se animó aseverar que vaya por el veto, como sugirió la vicepresidenta Gabriela Michetti. Dijo más bien que confía en los senadores y en su sensatez. También ensayó un balance y se paseó por temas de implicancia local, cuestiones que se irán publicando en los próximos días. Todo ello en el marco de una entrevista con periodistas de la región, entre ellos uno de El Litoral, que se realizó ayer por la tarde en el despacho presidencial de Casa de Gobierno.
El tema central de los primeros minutos de la charla, fue el del impuesto y la posibilidad de que se recurra al veto para mochar los dividendos políticos de la oposición que se muestra abroquelada, al menos en la Cámara de Diputados. “No me adelantaría” a decir qué vamos a hacer, corrigió el Presidente. “Confío en la sensatez de los senadores que velan por las cuentas de sus provincias”, ya que en varias de ellas “hay problemas severos de déficit”.
Confía en un freno senatorial o al menos en la introducción de modificaciones que estiren una definición al respecto. No obstante, dijo que mandó a preparar una “propuesta de reducción de déficit” que incluye mecanismos de financiamiento de la ley, que se ahorra en estos términos: “Mitad obras y mitad giros a las provincias”.
Suena como una presión directa para los senadores y gobernadores por el achicamiento de partidas clave. El no lo ve de ese modo. Dice que busca una base de sustentación y recuerda, de paso, que “la propuesta de la oposición no es sustentable”.

¿Por qué envió el proyecto sin tener números? ¿Por qué prometió eliminar ganancias en la campaña? ¿Fue error de cálculo? ¿Si fue la herencia por qué no la expusieron?, preguntó este diario.
“Expusimos el 1 de marzo que había que evitar la crisis de 2001. Que Argentina estaba quebrada, sin energía, llena de deudas. ¿Quién nos iba a financiar así?”, preguntó.
“Sabemos que no teníamos los votos, pero apostamos a que la palabra es más importante que ganar o perder una votación. Y yo había dicho que iba a mandar un proyecto antes de fin de año y eso es lo que hice: cumplir con mi palabra”, respondió seguro.
¿Qué pensaba cuando prometió eliminar Ganancias?, insistió El Litoral.
“Volver a 2011, que es cuando se empezó a utilizar la inflación como mecanismo para cobrar el impuesto”, añadió el mandatario, poniendo de relieve que la propuesta oficial vuelve las cosas a ese contexto. En el mismo acto criticó a la oposición que a su vez lo critica por tomar deuda. “Critican pero lo que proponen es aumentar el gasto”.
“Eso es más inflación, que es la mayor estafa que uno le puede hacer a los que menos tienen. O es endeudamiento”, completó.
Macri quiere hacerse entender. “Apuesto a que la gente entienda” los esfuerzos que hace el Gobierno, aunque también dijo entender que fueron “muchos años los que (estos dirigentes) gobernaron juntos”, bajo una lógica que es difícil cambiar.
Acto seguido, puso en vereda del kirchnerismo-massismo la consolidación de la pobreza pese al viento de cola mundial y al crecimiento de la región de los últimos años.
Fue entonces cuando, dirigiéndose a los argentinos remarcó: “Creo en este país. Sé que somos una mayoría los que apostamos a otra forma de gobierno”, cosa que “esos dirigentes (ahora abroquelados) no entienden y por eso perdieron las elecciones”.

Si Massa es el impostor menos confiable de la política Argentina, ¿es peor que quién?, indagó El Litoral.
“Siempre puede haber peores. Lo que tuve para decir ya lo dije”, añadió el Presidente. Igualmente no evitó hablar a la política. “A los dirigentes de la Argentina, sobre todo a los más jóvenes”, les digo que “este cambio de época requiere de coraje, de visión de largo plazo, de entender que a veces tenés que hacer cosas que tienen costos. Si creés en lo que hacés, vas y hacés. Y sé que (esto) nos va a llevar a buen puerto. No hago lo que me conviene a mí”, sentenció.
Por lo tanto, “necesito dirigentes que hagan lo que le conviene al conjunto, no a ellos. Es lo que apliqué a mi vida siempre”.
Ya sobre el final y en relación a la grieta que aún se manifiesta en todas las opiniones que se fueron recogiendo a lo largo del país con motivo del primer año de gestión, Macri reconoció que “todavía hay mucha gente enojada”. Aún más: admitió que “razones hay”, pero que de la situación en la que está el país “no se sale de un día para el otro”.
“Fue un año duro. Todos tuvimos que poner el lomo”. Pero “les pido que se den y nos den una oportunidad. Yo gobierno para todos los argentinos”, dijo para terminar.