Franco: “No hubo golpe institucional sino un cambio de mando ajustado a la Constitución”

ASUNCION. (Enviados especiales: Eduardo Ledesma – Marcos Mendoza). Un clima de normalidad casi absoluta acompañó ayer por la mañana al presidente paraguayo Federico Franco en su primer contacto con la prensa. Sucede que el médico, ex vicepresidente y ahora titular de Ejecutivo local aprovechó su primera mañana de gestión, tras la destitución de Fernando Lugo, para hablar con los medios internacionales, entre ellos El Litoral, en uno de los salones del Palacio de López, sede del gobierno.
En ese marco Franco pidió a los países de Sudamérica “comprender la situación política” de su país, asegurando que el Estado de derecho tiene plena vigencia, por lo cual espera que no sean aplicadas sanciones en su contra, tal vienen amenazando sus pares de la región.
Es que los países miembros de Unasur, Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, e incluso Brasil, miembro del Mercosur, alertaron so-bre un quiebre de la institucionalidad en Paraguay tras la cesantía de Lugo.
Fue entonces que el nuevo presidente de la República del Paraguay dijo: “Puedan llevar la información a los medios de que en el Para-guay no hubo en ningún momento ni quiebre ni golpe, sino simplemente un cambio de mando ajustado a la Constitución y las leyes”.
Franco es un médico de 49 años y representante del Partido Liberal, de la derecha conservadora paraguaya, sostén electoral de Lugo, a quien dejaron solo en los últimos días, lo que posibilitó el trámite celerísimo de su destitución.
Ayer, en lo que fue su primer día de gestión, comenzó a organizar su gabinete y dirigió un mensaje a los medios extranjeros. El Litoral realizó la segunda pregunta de la conferencia que sólo admitió unas pocas consultas. Se requirió su opinión acerca de las declaraciones de la presidenta Cristina Fer-nández; sobre la eventualidad de algún otro respaldo argentino, por caso el del gobernador correntino, Ricardo Colombi, con quien Franco compartió un acto hace tiempo y sobre la tranquilidad de la gente que parece inmiscuida en una cotidianidad ajena a un golpe de estado o cosas por el estilo.
El novel presidente agradeció la pregunta, pues le permitió hacer saber a los medios del mundo reunidos en el Palacio de López que nada de lo que se dijo internacionalmente se ajustaba estrictamente a la verdad. “Nosotros vamos a organizar la casa. Vamos a tomar contacto con países vecinos en su debido momento y es-toy seguro de que van a comprender la situación de Pa-raguay”, explicó.
“Tienen que ver que tuvimos el respaldo de la Iglesia, de los gremios y sindicatos, de las asociaciones y entidades sociales, de los partidos políticos. Deben entender que de 80 diputados sólo 1 vo-to en contra de la destitución; que 39 sobre 45 senadores hicieron lo mismo; que este gobierno surge de una legalidad y legitimidad casi unánime”.
Y “no recibí respaldo de gobernadores, pues tampoco tienen capacidad de reconocimiento. Lo lógico y natural es que sea la presidenta argentina quien reconozca nuestro gobierno”, agregó.
Por lo demás, Franco dijo que los nuevos ministros jurarán el lunes y que ese día hablará con los medios locales.
En todo momento ratificó la voluntad política de su designación, cosa que se tomó casi con naturalidad por la gente. El mismo graficó la situación: “El vicepresidente tiene tres funciones clave y una de ellas es la de reemplazar al presidente. No hubo quiebre ni golpe institucional, sino simplemente un cambio de mando ajustado a lo que manda la Constitución”.
En tanto, Lugo, quien se encuentra desde el viernes en su residencia particular, con una guardia de seguridad mínima, recibió por teléfono llamados de solidaridad de presidentes de la región, según dijo el senador y allegado al ex mandatario José

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