Colombi: “El sectarismo ya no va; nuestro esquema de alianzas es un ejemplo para la Nación”

ENTREVISTA A FONDO CON RICARDO COLOMBI, EL PRIMER GOBERNADOR REELECTO DE CORRIENTES. Con Sebastián Bravo y preproducción de Moira Insaurralde, Hernán Molina, Agustin Gómez

Pautada con anterioridad, esta entrevista costó concretarse. Es parte de una serie en la que El Litoral tiene pensado abrir sus páginas a todos los protagonistas de las elecciones de este año.

En ese marco, el primer gobernador reelecto de la historia de Corrientes, Horacio Ricardo Colombi, fue quien en persona puso fecha y hora para el encuentro. Fue el jueves por la noche, en el intervalo del espectáculo que brindó en el Anfiteatro Cocomarola el tenor internacional José Carreras. “Mañana a las 9.30”, pautó.

La charla, que es la primera con un diario local luego de la victoria del domingo 15, con la que alcanzó su tercer mandato al frente del Gobierno de Corrientes, arrancó el viernes, poco después de esa hora, en la oficina principal de Casa de Gobierno.

Apenas si un saludo, diarios sobre el despojado escritorio en el que conviven una lista telefónica de las dependencias oficiales e intendencias, una lámpara, algunos papeles, una cruz, una imagen de la Virgen y una estampita de San Expedito. No hay rastros de tecnología digital en ese espacio que preside, desde lo alto, un cuadro de San Martín.
“Veo que está estudiando”, balbucea el entrevistador para romper el témpano del encuentro. “Siempre empiezo por El Litoral, ya te dije una vez”, responde el mandatario.

El Gobernador escanea los diarios, amonesta a un ministro, controla una gestión sanitaria en favor de un periodista (que se empeña en hacer saber) y luego de varios minutos se saca los lentes, deja a un costado los tres celulares que no dejan de sonar, se acomoda en la poltrona (la simbólica, la de Ferré), se sirve un mate y pide dejar las fotografías para después.
“Me quiero concentrar en las preguntas”, aclara. Sorbe el amargo en bombilla de alpaca con sus iniciales grabadas y ordena: “Bueno, empecemos”.

¿Por qué ganó la elección del 15?
Existen varios factores, desde la confianza que la sociedad ha depositado en nosotros, pasando por la experiencia de la gestión pública. Forma y modo de gobernar, de defender los intereses de la Provincia, de poner siempre en valor la idiosincrasia del hombre y de la mujer de Corrientes.
Tiene que ver con una comunidad, que más allá de las necesidades que tiene, aspira a vivir en paz, libertad, con respeto, dándole valor al trabajo, a la historia, a su forma de ser.

¿Por qué cree que perdió Camau Espínola?
Cuando se pierde una elección, uno debe analizar por qué perdió. A nosotros no nos corresponde hacer eso en este caso.

La diferencia fue mínima. ¿Qué análisis hace al respecto?
Sabíamos que iba a ser una elección complicada. En la última semana fue infernal el aparato del Estado nacional y eso hizo que (Espínola) recupere algunos puntos. Toda la logística que tuvieron: hornos eléctricos, heladeras, chapas de zinc. La presencia del Gobierno nacional, 16 gobernadores. No fue fácil enfrentar a toda esa estructura política y económica. Pero eso creo que los perjudicó, porque el correntino no quiere gente extraña en Corrientes. Quiere defender el destino de la provincia por su propio pensamiento.

¿Por qué perdieron en Capital?
Hicimos una muy buena elección. Imagínese, con todas las obras que se hicieron en Capital, perder por un punto, prácticamente es un empate técnico. La elección se dio vuelta en las zonas periféricas donde se montó toda esta estructura de la que estoy hablando.
Sin embargo la campaña de ECO estuvo centrada en los barrios…
Se votó muy bien, pero hubo varios circuitos en los que el resultado no fue favorable. Pero se votó parejo en la mayoría de las zonas de la ciudad.

¿Hubo algunos socios que cortaron boleta? ¿Se pudo haber ganado Capital?
Pudimos haber ganado en muchas ciudades, pero al no tener la boleta completa se desperdiciaron votos. Y dentro el cuarto oscuro, el ciudadano vota. Haciendo un análisis frío se puede pensar en el corte. Lo que sí, algunos partidos políticos no tuvieron el resultado electoral que tuvieron en otras elecciones.

¿Por qué perdieron en distritos clave como Goya o su ciudad, Mercedes?
Hay factores que conllevan a ese resultado negativo. Lo importante es que se analice en cada una de las ciudades y se proyecte una nueva estrategia. De hecho, nosotros ya estamos trabajando para recuperar Goya y Mercedes.

¿Usted ganó por la alianza que armó o ese mismo esquema impidió que la diferencia sea mayor?
Con los números en la mesa se pueden hacer muchas suposiciones. Lo importante es el convencimiento y las formas de llevar a cabo las alianzas. En el 2001 nosotros hicimos esto. Reeditamos en 2005 y creo que no nos hemos equivocado más allá de algunos matices, algunas desavenencias. Pero ese armado fue exitoso. En 2009 lo pudimos hacer y en 2013 otra vez.
Lo importante es que la sociedad cree en la unión de estos distintos sectores sociales y políticos. Es posible en una provincia como la que hoy tenemos. El sectarismo no va más. Creo que esto puede ser un buen ejemplo para la Nación. El modelo de Corrientes puede ser copiado por otras provincias e incluso en la Nación.

Pero el kirchnerismo habla de fracaso…
Hoy el kirchnerismo cuestiona los 12 años de gobierno, pero se olvidan que como Partido Justicialista fueron socios nuestros en 2001-2005, 2005-2009. Los vicegobernadores, las candidaturas nacionales, ¿de dónde salieron? Que no traten de tapar el sol con las manos. Ellos fueron socios nuestros. Entonces no pueden hablar de 12 años de fracaso.

Usted también fue socio del kirchnerismo, en todo caso.
Del justicialismo. Sí, fuimos socios, no hay problema, pero lo hicimos pensando en 2001, mucho antes que el 2003. Lo armamos en 2001 y ya lo pensamos en 1997. Y en muchas ciudades en el ‘83 y en otras en el ‘89, como en Mercedes. No renegamos del marco de alianzas. En muchas ciudades, la gente tiene confianza en una fórmula mixta: uno radical y otro justicialista o viceversa.
Y gracias a Dios, en Corrientes hace mucho tiempo que no hay crisis institucional, sobre todo en los gobiernos locales. Y creo que a nivel provincial hemos roto ese mecanismo de intervención cada 8 años. Logramos algunas cosas.

¿La gente cree en ese mecanismo según su experiencia o es un tema medido en encuestas?
Las dos cosas, por percepción y por la opinión de la gente.

¿Qué opinión tiene de lo que pasa en el PL, cuya vertiente cassanista es ahora su socio mayoritario?
Cuando la Justicia se entromete en la política, sabemos cómo comienza pero no cómo termina. Es un grave error judicializar la política. A nosotros nos pasó. Lo del PL es lamentable, pero bueno, se judicializó.

Pero a usted siempre le fue bien con eso, con los pedazos de los partidos que tenían los votos. Siempre trabajó con esquemas de partidos quebrados.
Bueno pero la responsabilidad es de los partidos. Nosotros también sufrimos esa crisis en 2009. Pero lo más importante es que lo superior, que es la Provincia, no sufrió crisis.

¿No es una contradicción permanente su alianza con el pasado, con sectores que incluso combatieron en el ‘99?
Vos perdés de vista la conformación de la alianza que es por poder territorial, que son los intendentes. Que se materializa a través de los partidos políticos, es cierto. Aunque nosotros priorizamos la pertenencia territorial, que son los intendentes, eso nos fortalece. Por eso de esta alianza participaron 60 intendentes, eso es lo que tenés que ver, no los nombres. (Se refería a los nombres de “Tato” Romero Feris, Pedro Braillard Poccard, Gustavo Canteros, todo junto en una misma boleta)

¿Cómo se plantea ahora el armado del nuevo Gobierno? ¿Considera que los socios ya están pagados o los incluirá en el gabinete?
No creo que “pagado” sea el término correcto, esto no es una moneda de cambio. Me conocen y saben cuál es el comportamiento que debe tener una gestión de gobierno: con aciertos y errores, una matriz que nos ha permitido tener una provincia creíble, fuerte, sana, equilibrada, con inversiones. No vamos a salirnos de esa matriz porque el Gobierno no es un botín de guerra.

RELACION CON LA OPOSICION
Tras las elecciones, el PJ le está buscando a Camau un rol de gestor. ¿No ve en ello una pretensión de administración paralela?
El 15 de septiembre habló la gente, así que a nosotros no nos preocupa eso. Además falta la elección del 27 de octubre y la de 2015. Esto no es una carrera de velocidad, sino de resistencia.

En ese marco, ¿cree que el resultado de las Paso influyó el 15?
No, porque eran elecciones diferentes. Si influyó, lo hizo negativamente.

¿Influyó el antikirchnerismo de cierto sector del electorado?
No hay que hablar de anti. Ese es un error de ustedes (los periodistas). Acá no somos anti. Eso no existe. Por el hecho de pensar diferente uno no es anti. Creo que en eso hemos evolucionado bastante los argentinos. Las Paso fueron un muestreo. Dicen que se puede ratificar ahora, no sé.

¿Y lo del 15 tampoco va a influir el 27 de octubre en Corrientes?
Lo único que te puedo decir es que la imagen de la Presidenta, que estaba en un 70 por ciento acá en Corrientes, ahora no supera el 40%. Ahora, no sé cómo será el comportamiento de la gente. Nosotros vamos a tratar de hacer una buena elección y meter la mayor cantidad de diputados nacionales posible

¿Analizan un esquema del 66%? (De lograrlo ingresarían los 3 candidatos de ECO)
No. Hay que ser consciente.

¿No está medido?
No.

RELACIÓN CON LAS COMUNAS
¿Cómo será la relación con los municipios?
Vamos a tener la misma relación.

¿Con los de PJ también?
La misma.

¿Con Fabián Ríos?
La misma tiene que ser. Nosotros no tenemos problemas.

El tampoco, según dijo la semana pasada en El Litoral, siempre que haya respeto…
Nosotros siempre nos manejamos así. El único que no quiso relacionarse con nosotros fue el Intendente de la Capital (actual). No porque nosotros no quisimos. Pregúntele a los intendentes del PJ cómo trabajamos.

¿La cosa puede cambiar ahora?
No depende de nosotros sino de quien gobierne el municipio.

¿Qué opina del proyecto de Santa Catalina?
Dijeron que era una propuesta electoral.

Cosa que fue desmentida en una entrevista en este diario…
Y bueno. Esperemos que se concrete. Bienvenido sea. Yo tengo mis dudas, pero bueno. Faltan muchas cuestiones técnicas. Creo que muchas cosas fueron sólo anuncios electorales.

¿Y de la autovía y el segundo puente, qué opina?
Y bueno. No sé con quién va a hacer el segundo puente. ¿Van a llamar a Fabián Ríos? Esas cosas caen mal entre los correntinos, eso de menoscabar a sus autoridades.

¿Seguirá reclamando por el segundo puente?
Nosotros vamos a seguir reclamando. Fíjese: ahora leo unas declaraciones de (Carlos) Rubín, ese sátrapa (sic), habla del gas. El gas es una realidad en Paso de los Libres y en Curuzú Cuatiá. En su pueblo, él negó el crédito. Dice que la Nación va a hacer el gasoducto. La Nación no tiene un mango. Le miente a la gente. El gas va a ser una realidad en Libres porque ya está. En breve se va a licitar el gas para Curuzú, la ciudad de estos diputados (alude a la esposa del diputado Rubín, Alicia Locatelli) que se negaron al crédito.

Ahora, pensando en una nueva relación desde 2014, ¿piensa en infraestructura también para Capital?
Por supuesto, lo primero es la energía. Las obras energéticas están en marcha, y eso pese a que la Nación todavía no nos autoriza a conectar al sistema integrado la estación de Colonia Brugne. Espero que ahora revierta esa postura. En energía invertimos más de 500 millones de pesos. La de Brugne ya está lista. La de Capital se encuentra en condiciones de ser habilitada a fin de año.

¿No hay diálogo con la Nación?
Espero que a partir de los resultados se modifique esa situación.

¿Lo llamó alguien?
No, nadie.

¿Los cuadros intermedios tampoco hablan?
Entre los ministros hablan.

Usted ¿hace cuánto que no habla con la Presidenta?
Tres años y medio.

Usted habla de recomponer relaciones. ¿Cómo hacer con Jorge Capitanich, gobernador del Chaco, que fue blanco de sus dardos durante la campaña?
Es que jugaron muy mal. Inclusive el día de las elecciones. Lo que hicieron a través del canal de televisión desde las 4 de la tarde bombardeando la elección a favor del candidato kirchnerista fue terrible. La vida es una rueda que gira y en ese constante girar hay momentos buenos y malos. Nunca tenemos que perder la fe y debemos saber que hay un ser superior que nos guía, que tiene presencia.
Yo recién te comenté, (“y poné esto”, exige) el caso de un periodista. La vida es una rueda que gira. No hay que ser rencoroso, no hay que vivir del odio, del pasado. Somos seres humanos. Tenemos errores y aciertos. Si yo hubiese sido rencoroso con todo lo que me pasó en la vida, con todo lo que me hicieron y me siguen haciendo, no hubiese podido gobernar esta provincia.

Capitanich es muy creyente, así que no habría problemas…
Hay muchos que van a misa y toman la ostia todos los días y se golpean el pecho, pero no son personas de bien.

LAS METAS DE LA NUEVA GESTIÓN
¿Cuál es el panorama económico para 2014, año en que ya empiezan a operar vencimientos de deuda?
Estaríamos en unos 700 millones de pesos menos en 2014, justamente por los vencimientos, así que vamos a ver si la recaudación cubre ese número.

En ese marco, ¿qué es lo más urgente de resolver?
La crisis de crecimiento, viviendas y energía. Corrientes es una de las provincias que atrajo mayores inversiones. Hace pocos días hemos logrado que esté la Coca Cola. En el interior las empresas que se radican son importantes. Siempre hay cosas por hacer, pero todo esto tiene que servir para mejorar los vínculos y roles sociales, la familia.
En el caso de la energía y la vivienda, son las deudas estructurales de su gestión.
Pero el déficit de estos temas es del país, no solo de Corrientes. La Nación tiene un déficit energético y nosotros somos parte de la Nación. Y la Nación dejó de construir viviendas populares. Nosotros no tenemos recursos para hacer viviendas.
Cuando la Nación se queda con el 78 por ciento de los recursos y las provincias con el 22%, no hay federalismo posible. No podemos hacer absolutamente nada.

¿Y qué pasa con los índices de pobreza, sanidad, de educación?
Es que si no se revierte esta relación Nación-Provincia no vamos modificar esto. Nos alarma y nos preocupan los índices, que generalmente son de Capital, porque los números no reflejan lo que pasa en el interior, ya que no miden el interior. En el conurbano bonaerense la situación es la misma, pero lógicamente Buenos Aires es Buenos Aires.
Acá un tubo de gas de 45 kilos sale 380 pesos. Para consumir 380 pesos de gas en Buenos Aires tenés que dejar la hornalla o el calefón prendido todo el año. El boleto de colectivo, ahora va a subir acá en Capital, a 3 o a tres pesos y pico, en Buenos Aires cuesta un peso. Estas son las cosas que ustedes (de nuevo los periodistas) tienen que discutir.

¿Hace alguna autocrítica puntual?
Siempre hay cosas que mejorar en todas las áreas y yo quiero mejorarlas, quiero un Estado más dinámico. Pero hace 5 años, por ejemplo, se espera un Código Procesal Penal que no sale de la Legislatura. A veces todo no es culpa del Gobierno. La Ley de Educación, la necesitamos, pero es una ley…

¿Cuál cree que será el punto alto de su nueva gestión?
La Coca Cola va estar instalada antes de 2017.

¿Hay otras obras?
Existen otras empresas que se están radicando, pero en el interior. Tienen que salir e informarse. Ustedes creen que la provincia es la Capital.

Muchos de nosotros venimos del interior y lo conocemos.
Pero tienen que salir de acá.

Usted cree que le habla a Espínola, Gobernador…
Bueno esperá, el molino arrocero más importante de Sudamérica está en Mercedes. En Goya se instaló una fábrica de hebras de tabaco. Hay un montón de pequeñas fábricas que se están instalando.

¿Y entonces?
Lo que nosotros necesitamos es mayor compromiso del sector privado. Que el empresario correntino invierta más en Corrientes. El Estado tiene un límite. ¿Por qué el deporte local tiene renombre nacional? Porque el Estado puede apoyar, pero si no puede, no hay Regatas, no hay Boca Unidos, no hay Curupay, no hay nada, porque el sector privado es reacio. Hay que romper el chanchito.

La cultura…
Fíjese el espectáculo que vimos anoche (se refiere a la presentación de José Carreras en el popular escenario del Anfiteatro Cocomarola). Poco y nada del aporte privado. Actuó porque el Estado lo permite, pero la vaca lechera tiene leche hasta cierto punto. Todos tratan de tomar de la misma teta y no se puede. Los medios de prensa quieren más plata y no se puede. No hay. El sector privado debe entender que Corrientes es una provincia para invertir. ¿Cómo no vamos a tener un frigorífico? Vamos a tener una fábrica de jugo, pero después de cuántos años. Todavía no podemos generar energía a través de biomasa, de los desechos de la madera. Está el tema del banco…

Justamente, ¿cómo se desarrollará la política salarial en el futuro?
Las paritarias que reclaman los trabajadores están, solo que después la desconocen. Y la masa salarial tiene que ver con los recursos que tenga la Provincia. A más recursos, más posibilidad de aumento. El empleado entiende que las medidas que nosotros adoptamos son previsibles. Esto es lo que hoy podemos. Si podemos, avanzamos, pero no sabemos qué va a pasar en marzo del año que viene. Sí que la inflación va carcomiendo todo.
Se enojan si queremos subir los impuestos, pero bueno, no tenemos la maquinita de imprimir dinero, ni tomamos crédito. Somos la única provincia que no se endeudó. Si se compensa lo que la Nación nos debe y nosotros debemos, tendríamos un superávit de 200 millones de pesos. Histórico.

A propósito de la historia, sabe que la está escribiendo. ¡Será tres veces gobernador!
Pero es porque la gente ha confiado. No somos ningunos genios. Sabemos nuestras limitaciones, falencias, fortalezas y debilidades. El ser común nos da la garantía de poder transitar con total libertad las calles, las rutas. Ser uno más del millón de correntinos. Poder transitar sin custodia. Yo soy un gobernante igual a ellos, de carne y hueso.

¿Cómo cree que será este tercer mandato? ¿Piensa en el bronce?
El bronce es para cuando uno se muere, para que pongan: “Era una buena persona”…

O no.
O no. Exactamente. Para que diga: “Era un hijo de p”. Pero eso cuando te morís.

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Fabián Ríos: “Mi proyecto central es desarrollar Santa Catalina; la autovía comenzará en 2014”

Fabián Roberto Ríos es el nuevo intendente de la ciudad. Tiene 49 años y un hijo de 25, que se llama Marcelo. Nació el 8 de febrero del 64 y es hincha de San Lorenzo de Almagro, como el Papa y otros tantos ilustres nacionales e internacionales. Juega al basquet y es amante de la lectura, según dice, además de la tecnología: sus libros (la mayoría novelas policiales, biografías e informes históricos o revisiones como las de Felipe Pigna) e incluso los documentos más importantes de su gestión como diputado nacional o presidente del PJ correntino los consulta a través de una tableta digital.
El desprecio por el papel deviene en conducta ecológica, aunque no es una postura razonada, advierte.
Su oficina en el Estudio San Juan, donde transcurre el encuentro entre periodistas de este diario y el jefe comunal electo, es un cuarto más bien despojado. Escritorio, una mesa de reuniones, 6 sillas, un escaparate bajo, pocos papeles, unos cuadros de Evita, alguna escultura, el escudo del PJ y poco más.
Sobre la mesa de reuniones, cientos de cartas de los vecinos. Hay también dibujos en agradecimiento de chicos de distintos barrios e instituciones comunales.
En cuartos contiguos, decenas de personas trabajan en el procesamiento de datos. En el ingreso, gente pidiendo cosas, otras agradeciendo gestiones y otras tantas esperando para hablar con el flamante intendente. La política del PJ e incluso la transicional en el esquema de poder del distrito más importante de la provincia parece pasar ahora por esa locación.
Esa misma mañana, antes de que El Litoral acceda a realizar la entrevista, Ríos recibió la noticia que lo confirmó, resuelto el escrutinio definitivo, como el nuevo alcalde de la vieja ciudad de Vera.
La charla ocurrió el viernes. Y comenzó luego de que un empleado le acercara varios paquetes de cigarrillos Marlboro. Enciende uno y empieza.

¿Qué pasó el domingo 15?
El balance es negativo. Podemos encontrar los atenuantes a la negatividad, pero es negativo el balance que hacemos de las elecciones.

Pero, ¿qué pasó?
Yo me niego a ser intérprete de la sociedad. Esta tiene un sinnúmero de incentivos o desánimos para ir a votar. Un porcentaje muy chico no nos quiso votar, porque tras el recuento las diferencias se achicarán a los 2,5 puntos.

¿Esa es la diferencia final según ustedes?
Sí. Por eso. Los atenuantes son: que nos faltó muy poco; que casi la mitad de la sociedad tiene ganas de tener un modelo nuevo en la provincia; que duplicamos el número de municipios. Pero el punto fundamental es que fuimos por la gobernación de la provincia y no logramos ese objetivo.

Lograron casi todo, menos el premio mayor…
Es hasta paradojal, porque quienes plantearon nuestra oposición acá en Capital, dijeron que nosotros no nos dedicamos a los barrios y que todo lo que hizo Camau fue en el centro. Sin embargo la deferencia electoral más fuerte se dio en los barrios y en el centro el voto nos castigó duramente.

¿A qué se debe eso?
En el centro la gente estuvo muy bien tratada por Camau, pero también fue muy bien tratada por otros intendentes. Pero creo que la gente se guió no por su día a día sino por lo que ve en los medios. Me da esa impresión.
Ahora va a tener que gobernar para todos…
Voy a tener que sortear una circunstancia de oposición que es casi venal, no es una oposición razonada, pero hay que lidiar con eso.

Algunos analistas dicen que Camau Espínola perdió por no conocer el territorio y por el “gorilismo ancestral” de los correntinos. Sin embargo el PJ es el partido más votado de la provincia hace tiempo.
Los esquemas de alianzas tienen algún tipo de incidencia en las elecciones, pero no es la mayor. La gente termina votando candidatos. Habrá que hacer una prueba y tratar en todo caso de cambiar el sistema. Corrientes no puede seguir con un sistema tan vetusto. Si hay 4 candidatos a gobernador, que en el cuarto oscuro haya 4 boletas. Ahí creo que se va a poder clarificar un poco más la cuestión. Ver si la política es de alianzas o no.

¿Y lo del PJ cómo se explica?
No me llena eso de que cada partido muestre cuántos votos tiene, porque la gente cuando va a votar agarra cualquier boleta. Muy poca gente hace un uso razonado de esa herramienta. En cuanto a nosotros, vamos a persistir en el esquema de que el peronismo tiene que construir en Corrientes un proceso. Antes se empezaba de cero. Esta es la primera vez que el peronismo construye un proceso distinto, desde el 2008 en adelante.
Nosotros agarramos un peronismo con el 8 por ciento de los votos y venimos creciendo. En ninguna elección fuimos para atrás. Aspirábamos a imponernos en esta. No se dio. Tenemos que seguir construyendo.

¿No midieron la fórmula al revés: Ríos gobernador, Espínola intendente?
No. Esto fue el resultado de las decisiones políticas. Decidimos que lo mejor era eso.

¿No podía cambiar la cosa si se daba al revés?
No. Sinceramente no creo.

Capital es una picadora de carne, dicen. Ahora se lo comió a Camau.
Hay que lidiar con eso. Pero en el espacio de cooperativa, que para nosotros no es una mala palabra, tenemos que seguir liderando el proceso de construcción del peronismo. No pretendo ser yo el próximo candidato a gobernador.

Pero se muestra como el conductor del proceso…
No se trata de una cuestión personal. Hay que construir paso a paso.

Hay quienes dicen que faltó dinero para la campaña y que hasta usted tuvo que hipotecar parte de su patrimonio.
No tengo patrimonio para eso. Y además siempre nos va a faltar para la campaña. Hay mucho de fábula, como eso de que había camiones repartiendo dinero en la calle. Si querés decir eso en el momento de la campaña, bueno. Pero eso lo dijo ahora, con el resultado puesto, el vicegobernador electo (Gustavo Canteros en su incursión en el canal TN el pasado jueves). No hay necesidad. Nosotros siempre vamos a estar por debajo del aparato de un gobierno provincial.

¿Hubo traición en la derrota de Camau?
No, no, no. De ninguna manera.

La gestión
¿Cuándo va a renunciar a su cargo de diputado nacional?
En diciembre. Todavía tengo alguna responsabilidad en una comisión bicameral (Revisora de Cuentas) que es muy sensible en la aprobación de cuentas del Estado nacional. Tengo trabajo que hacer. Tenemos una relación muy tensa con el auditor general de la Nación (el titular de la Auditoría General es el doctor Leandro Despouy) y entonces tengo que dejar la bicameral ordenada.

¿Cuáles son las obras que proyecta para su gestión?
El desarrollo de Santa Catalina. Es central eso. Los problemas más graves de la ciudad tienen relación con la centralización, con la vivienda, con el tránsito. Hay que expandir la ciudad. Santa Catalina era el Muro de Berlín a atravesar después de la dictadura. Ahora se puede cruzar. Luego de que la Municipalidad comprara esos terrenos, hoy tenemos la posibilidad de que la ciudad se afloje el cinto.

Justamente, durante la campaña habló de descentralizar la ciudad y trasladar incluso el palacio municipal. ¿Cómo es eso?
El mercado inmobiliario de Corrientes tiene un condimento especulativo altísimo, por eso no decimos dónde vamos a hacer la nueva Municipalidad. Cuando tengamos aprobado el proyecto recién lo vamos a decir.

¿Santa Catalina es uno de los lugares posibles?
Puede ser una posibilidad. Está proyectado allí un centro cívico. Estaría bueno que el Gobierno e incluso el Poder Judicial quieran ir para allá, para sacar la administración del centro de la ciudad, como lo hicieron Salta o Mendoza.

Obras y servicios
¿Sigue en pie el sistema integrado de transporte?
Sigue el plan. Está aprobado y vamos a continuar.

¿El boleto gratuito?
Va a continuar.

¿Va a aumentar el boleto antes de que asuma?
No lo sé.

¿Deberían consultarlo?
Sí. Lo conversaremos seguramente. Esto es razonable. Si los sueldos públicos y privados crecieron y crecen los sueldos de los conductores, por ejemplo, uno tiene que revisar todos los esquemas tarifarios. Es racional para que la economía funcione.

¿Y el servicio de recolección?
Hay que mejorar el sistema, pero la mitad de la mejora viene de la mano de una mejora en la construcción colectiva.

¿Seguirá la misma empresa?
Por ahora sí. Pero es necesario que los vecinos entiendan que la basura mata. Es la campaña que hay que hacer. No podemos tener un empleado en cada esquina o con cada contenedor para cuidar que los vecinos no tiren basura a la calle.

¿Qué pasará en los barrios?
Yo creo que el Municipio debe llegar a las escuelas. Esa es nuestra meta. Hay cosas que son imposibles de solucionar. Cuando llueve, las calles de tierra se hacen barro. Lo ideal sería que ese día no pasen los camiones recolectores. En el microcentro no es necesario porque está todo pavimentado. ¿Es justo entonces que en el centro haya un contenedor por cuadra porque los vecinos no quieren cumplir con el horario para sacar la basura? Hay que recuperar el sistema de vida en comunidad.

Se habla de algunas áreas comunales con bolsones de corrupción. ¿Está al tanto de eso?
Hay áreas de la Municipalidad que no se pueden jerarquizar por limitaciones legales. La reforma de la Carta Orgánica va dirigida en ese sentido. La cuestión medioambiental tiene que pegar un salto cualitativo.

¿Tiene algún punto para aportar a la reforma que pronto se pondrá en marcha?
Sí. La idea es desarrollar un poder de lobby que no se si es mayor o menor, pero es para sentar las bases expresivas de los nuevos tiempos y las herramientas que se necesitan. Por ejemplo: los Juzgados de Faltas no constituyen el Poder Judicial de la Municipalidad sino que son resortes administrativos. No es un poder del Estado. Son empleados de la Municipalidad que dependen de ella y no gozan de ninguna prerrogativa del Poder Judicial de la Provincia. Tienen que tener un código normativo que les establezca plazos. Por ejemplo para controlar y clausurar obras, que es uno de los puntos más discutidos.

¿Cómo será el financiamiento comunal?
Coparticipación y ayuda nacional. Lo de la ayuda es razonable que ocurra. Sucede que si un municipio mantiene un nivel de inversión en el tiempo va generando un crecimiento de la infraestructura. Cuando pasa como en Corrientes, que se frenó ese crecimiento, es necesaria una ayuda para acelerar el crecimiento. Sin la plata de la Nación no era posible este crecimiento porque en Capital hace más de 10 años que no se hizo nada. Ahora los recursos de coparticipación, bien administrados, dan para un crecimiento normal y natural, pero todavía hay tiempo perdido y sin duda hay que requerir ayuda.

El gabinete
¿Ya tiene gabinete de secretarios?
Todavía no.

¿Se puede quedar alguno de los actuales?
(Piensa). Cuando razonemos sobre el gabinete puedo tener esa respuesta.

¿Ya tiene algún nombre, por lo menos?
No tengo a nadie. Sí un grupo de gente que trabaja conmigo desde 1998. Pero no cubre toda la demanda de la Municipalidad.

¿Es posible que Camau integre su gabinete?
No creo que sea parte de mi gabinete. Es una decisión de él. Pero me da la impresión de que es un retroceso para él. Siempre busca ir hacia arriba.

¿La Nación le tiene un espacio reservado?
No lo sé.

¿Usted va a tener el mismo apoyo que Camau? ¿Se puede esperar el mismo volumen de obras?
Se mantiene todo igual, porque este tipo de cosas, generar una buena gestión, no se arregla levantando un teléfono. Se logra yendo y juntando orín (pide perdón por la gráfica). Tenés que tener paciencia y no enojarte. Hay que estar y golpear puertas. Nosotros vamos a seguir haciendo lo mismo.

¿Incluye a Santa Catalina y la autovía?
Esos proyectos están vigentes. (Nota de la Redacción: mientras Ríos respondía esto, el actual secretario multifunción de Espínola, Martín Barrionuevo, decía que el proyecto grande de Santa Catalina era posible si Camau resultaba electo gobernador. El intendente electo minimizó esa apreciación con lo que sigue). Antes de que se vaya Camau va a estar aprobado el plan urbanístico de Santa Catalina en trazos generales, para que lo del Procrear se inicie lo antes posible. Lo de la autovía lo mismo. Está firmado el convenido, ahora hay que licitar.

¿Licitar y listo?
Hay que hacer una licitación internacional, pero en 2014 se va a iniciar la obra.

 

“Creo que podemos entendernos con el Gobierno”
En un tramo de la entrevista Fabián Ríos se refirió a su contrincante en las elecciones del domingo pasado, Pedro Braillard Poccard, quien durante la semana dijo sentirse injuriado. También de Ricardo Colombi, con quien tendrá que convivir por los próximos 4 años.

¿Qué pasó con Pedro Braillard Poccard? Dijo que se sintió agraviado…
Revisé todo lo que había dicho y en ningún momento lo injurié en términos personales. Si en algún momento se me escapó algo que no estoy valorando, sinceramente pido disculpas, pero no he valorado nada que no haya sido posicionamiento político en diferentes circunstancias de la historia de Corrientes, que para el caso de Braillard Poccard arranca en la década del ‘80. Pero injuriarlo en términos personales o familiares jamás, porque no es mi estilo y nunca cruzo esa línea, aun cuando la crucen conmigo.
Si por alguna frase que haya tenido doble interpretación esa fue la idea que surgió, pido disculpas. Pero esto es política y uno para encontrar algunas respuestas del hoy tiene que mirar un poco para atrás.

¿Y usted?
Yo tengo historia y me hago cargo. Me puedo enorgullecer porque toda mi carrera política la hice dentro de un partido político, y no fui saltando de un lado para otro según las conveniencias personales. Y si la respuesta a eso es: “Vos estuviste con Tato en la peor etapa del Panu”, me tengo que hacer cargo de que me lo digan. En cada cosa que le ocurre a la sociedad correntina hay actores.

No lo llamó Pedro entonces…
No, no, no lo hizo.

¿Va a conciliar las deudas que reclama la Provincia?
Aspiro a que haya sido una muletilla de campaña. Todos sabemos cómo se arreglan estas cosas.

¿Cómo cree que será su relación con el gobernador Ricardo Colombi?
Espero que sea normal.

¿Ya habló con usted?
No. Pero la relación tiene que ser normal y respetuosa. Eso creo y espero. El punto de inflexión en la relación con Camau, obligado por la circunstancia, fue cuando Camau exigió la refinanciación de deudas a todos los municipios. Nos vimos en la obligación de torcerle el brazo a Colombi. El quería firmar y luego ver qué hacía con las comunas.

Lo acusaron a usted de eso.
Era lo razonable. Era lo que había que hacer para proteger los intereses que nosotros teníamos que proteger.

Hay gente del Gobierno que dice que la relación con usted ahora será distinta.
Puede ser. Lo único que quiero es que mantengamos una relación de equilibrio, al menos en lo humano. Porque cuando se abren heridas, después se termina afectando la relación institucional.
Creo que podemos entendernos con el Gobierno.

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¿Se puede suspender una elección?

No sé. No sé. Ojalá que no. Se puede hacer cualquier cosa, como intervenir la Provincia. El motivo no interesa. Lo que interesa son las intenciones.

 

 

La charla, segunda en pocos meses, transcurrió temprano a la mañana durante una hora el miércoles último, dos días después de que el ministro y presidente del Superior Tribunal de Justicia, Carlos Rubín, hiciera pública su dimisión.

La renuncia ocurrió el lunes, luego de que se confirmara la información que como rumor se filtró el viernes: el fallo en contra de la re-reelección de 13 candidatos a intendentes de Encuentro por Corrientes.

Todavía estaba caliente la decisión, tan rotunda en términos políticos e institucionales, cuando el experimentado juez abrió las puertas de su despacho despojado para entregarse, suelto de cuerpo, a las preguntas de El Litoral.

Porque hay que decirlo: tan rápido y sorpresivo fue este desenlace como la limpieza del cuartito que durante 10 años ocupó Rubín como despacho, pues se negó desde un principio a franquear la puerta de la oficina presidencial, vacía desde la muerte de Eduardo Farizano en 2009.

A la hora de la entrevista sólo quedaba prendida una computadora. Los muebles, vacíos y abiertos, tenían rastros de polvo. Una caja completaba la escena. Cerca de ella, una trituradora de papel reposaba satisfecha, después de largas horas de trabajo. Además, un busto pequeño de Sarmiento hecho en bronce y una lámpara. Ambos estaban allí buscando destino.

A espaldas de la poltrona que lo acomodó y reposó tanto tiempo en ese lugar, incólume resistía un crucifijo, testigo tal vez de las desdichas del hombre en retirada.

La renuncia fue aceptada el mismo lunes pasado por el gobernador Ricardo Colombi. Por eso es que desde hoy Carlos Rubín dejó de tener investidura. Es ahora un ciudadano más: abogado de medio siglo; un ex ministro y ex presidente de la Corte Provincial.

Lo bueno del caso, según dijo, es que ahora no tendrá problemas con la lengua, pues ya no carga con la necesidad de prudencia que exige el puesto ahora en manos de Guillermo Semhan. En ese clima transcurrió esta conversación con Rubín, la última de su etapa de ministro y presidente del Superior Tribunal.

¿Qué balance hace de su gestión?

Yo no tengo por qué hacer un balance. Son mis conciudadanos los que me tienen que juzgar. Son los encargados de decir si cumplí o no.

¿Y cómo se siente usted al dejar este Tribunal?

El 16 de septiembre cumpliré 50 años de casamiento con el Derecho. Mi vida está enderezada con esas enseñanzas. Eso quise transmitir acá. No sé si lo logré o no.

¿Qué va a hacer ahora?

Ahora estoy tramitando mi jubilación. El problema es que en la Argentina los jubilados no somos muy apreciados y yo tengo que vivir de eso, porque no soy un hombre de fortuna. Lo que sí ahora estoy tranquilo. Antes tenía que ser prudente por el cargo. Ahora tengo la lengua suelta. (Risas)

¿Se cansó?

A mí no me cansa hacer expedientes. El trabajo a mí nunca me cansó. Lo que a veces cansa son las ingratitudes.

Felizmente aquí he tenido gente extraordinaria trabajando conmigo que hoy se siente más triste que yo. Para ellos, mi ambición sería que la semilla que he dejado fructifique y que el Poder Judicial sea un poder totalmente independiente, sin que tenga latente sobre la cabeza pedidos de intervención o de juicios políticos. Sin que haya personas que todavía tienen el tupé de decir “si se portan bien no los vamos a intervenir”. Cómo puede un ciudadano ser indiferente ante ese agravio, esa destrucción de las instituciones del país.

¿Las ingratitudes fueron internas o externas?

Nunca tuve ingratitudes de los funcionarios y empleados.

¿Ingratitudes políticas?

Prefiero no aclarar eso. Confucio siempre dice: “Si no puedes hablar bien de alguien, cállate”. (Sic)

¿Quién? ¿El Confucio real o su alter ego local?

No. No. El real. (Risas)

¿Hubo gente que festejó su salida?

Mire. Cuando murió el doctor Farizano, hubo gente que destapó botellas de champagne. Ahora hubo gente que destapó cajas de champagne.

¿Cree que es tan villano?

No es que sea malo. Lo que pasa que los hombres que hacemos algo siempre tenemos amigos y enemigos. El que no tiene enemigos es porque nunca hizo nada. A mí me incomoda nomás el hecho de los amigos que no son tales. Eso es más triste. Además, mi presencia aquí estaba causando molestias a mucha gente.

¿A quién?

A mucha gente, sobre todo a los que perdían los juicios.

¿Tanta gente está enojada con usted?

Y yo no tengo una estadística, pero a la gente que conozco que está enojada conmigo, merece lo que le está pasando. Desmiento que me vaya asustado por alguien, porque a mí me podrán fusilar, menos hacerme tener miedo. (Eso poné expresamente, solicita)

¿Y por qué se va entonces?

Me voy por cuestiones de honor y dignidad, esperando que mi renuncia sirva para despertar conciencias.

 

Filtraciones

¿A quién se dirige?

Me dirijo al hombre común pidiéndole que cese los agravios porque estamos destruyendo el país.

¿Se molestó por la filtración del fallo contra las re-re?

¿Por qué?, si mi voto fue el que triunfó.

Pero por eso lo recusaron, entre otras cosas…

Eso es cosa de todos los días. El Estado Provincial me vivió recusando cuando no le convenía mi actuación. No me molesta porque está haciendo uso de su derecho.

¿Y qué le pareció que se haya filtrado el fallo?

Me pareció una infidelidad, porque en realidad no se filtró. Pero eso no afecta el fallo.

¿No se ha respetado un código de trabajo?

No. No. No se ha respetado la ley, porque acá alguien no guardó el secreto profesional que tiene obligación de guardar.

¿Usted cree que se rompió un pacto de confiabilidad?

No. Yo creo que es consecuencia de la situación que se vive, donde todo se ha licuado. No existen los valores, los ejemplos y el materialismo es lo único que guía las acciones en una sociedad como la nuestra, lo que tarde o temprano va a costar caro.

¿Cree que se puede cambiar eso?

Siempre se puede cambiar.

 

Presiones

¿Se sintió presionado en este tiempo?

Fíjese que antes los que querían intervenir a la Justicia ahora dicen que este Tribunal defendió la Constitución. Entonces cómo creer en la palabra de alguien que cuando no le conviene dice algo y cuando sí, se aferra a lo contrario. Le creería al que habla así, cuando acepte un fallo contrario a sus intereses.

¿Conoció a alguien así?

Cuando era abogado sí. Hubo gente a la que yo he desalojado que después se hizo cliente mía.

¿Se llega a acostumbrar uno a las presiones?

Depende de la concepción de vida que tenga una persona. Si uno está convencido de que está trabajando para la paz social y el derecho, no hay fuerza ni presión que lo pueda hacer claudicar.

¿Entonces qué pasa hoy?

Es que ahora parece que tanto en la política como en el amor todo vale, y no es así.

Hay candidatos que creen que la voluntad popular debe estar por encima de la Constitución…

Eso es desconocer la democracia. La democracia no es solo las elecciones o los votos. Hitler fue electo por mayoría. Además del voto, la democracia debe tener razón, respeto por las minorías y justicia.

Dicen por ahí que si alguien creía que este Tribunal era débil, lo es todavía más ahora…

La fortaleza del STJ no está en la cantidad de personas ni tampoco en quiénes son los que están. Están en los principios…

 

Situación política

¿Cómo ve toda esta situación de alta litigiosidad que se vive en Corrientes?

Lo que a mí me parece es que en las elecciones, en todas ellas, tiene que haber un clima de justicia.

¿Cree que se da en este caso?

Las decisiones están tomadas, solamente hay que ejecutarlas, porque los fallos están firmes desde el momento que ya no queda ningún recurso normal. Acá se llegó al recurso extraordinario máximo de la Justicia. Salvo que la Corte acepte una queja. (Se recuerda que la entrevista es del miércoles a la mañana)

¿Se puede entender que la Justicia inferior hace lo que quiere? Porque ha tardado en algunas diligencias…

No tengo pruebas de que ocurra así.

No hay plazos pero…

Bueno, ellos sabrán, pero la realidad es que no hay pruebas de incumplimiento.

¿El clima enrarecido no es indicador de ello?

Hemos pasado muchas elecciones en las cuales el STJ era el órgano máximo. En todas las elecciones ocurrió lo mismo. No conozco ninguna elección en la que no se hable de fraude.

¿Pero con tanta virulencia?

Probablemente no sea exclusiva de Corrientes. El país está demasiado dividido y nos estamos olvidando del concepto de Nación. Veo que se quiere eliminar al adversario y no competir con él, y eso me llena de congoja, porque ante cualquier dificultad, el argentino busca irse.

Los jueces dicen que se llega a esta situación por culpa de la política.

Siempre hay un tire y afloje. No es culpa parcialmente de alguien. Es culpa de un sistema que los argentinos hemos adoptado. Estamos destruyendo gradualmente la Nación Argentina y por ende la Provincia con estos enfrentamientos.

¿Por qué?

Porque toda Nación depende de sus instituciones y si sus instituciones no son respetadas, esa Nación se está destruyendo. Fíjese que al peso argentino no lo quieren ni los habitantes del país. Y la moneda es signo de soberanía.

También hay quienes dicen que los jueces son los que tienen parte de la culpa, por lentos, por indiferentes…

Pero el STJ no puede ordenar de oficio toda esta situación política de incertidumbre. No. Imagínese si nosotros tuviéramos en cuenta todo lo que se dice, no podríamos vivir. Y menos lo que dicen políticos en campaña. Lo que no está en el expediente no está en el mundo.

¿Siente que se va sin poder aplicar la autarquía financiera del STJ? ¿Sin tener las herramientas de trabajo que ha diseñado?

Mire, desde el año 2004 está en la Legislatura un proyecto de Código Procesal Penal y todavía no se puede aprobar. A mí no me pueden endilgar el fracaso de la inactividad legislativa.

Y en cuanto a la autarquía, esto lo da la ley, así que no hay otra cosa. Nosotros hacemos nuestro presupuesto como dice la Constitución y lo mandamos al Poder Ejecutivo.

 

La salida

¿Por qué renunció?

El año pasado ya quería renunciar. Mi familia me perseguía, me pedía que renuncie. No me quise ir por las elecciones, pues yo no podía dejar al Tribunal que enfrente así ese proceso. Entonces mi compromiso era quedarme hasta después de las elecciones.

¿Y qué pasó entonces?

Entendí que estaba relevado de ese compromiso.

Desconocimiento de sus pares…

No interprete lo que yo no dije…

Pero usted era el Presidente del cuerpo. ¿Quién puede relevarlo de una tarea?

Los acontecimientos que se sucedieron me autorizaron a pensar que mi presencia era más un factor de molestia que de ayuda y que tenía que alejarme.

Es decir, la tarea que iba a realizar ya no fue necesaria. Entonces me voy. (Silencio)

Acá pasó algo…

Y bueno, ustedes los periodistas fueron los beneficiarios de la infidelidad que hubo acá. ¿O no?

El término infidelidad, es suyo, pero sí, alguien filtró buena información desde acá adentro…

Y bueno, evidentemente algo se rompió.

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Nito Artaza: “La gente debe entender que si se muere Colombi los sueldos se pagarán igual”

Su principal característica es hacer reir. De hecho, sus oponentes lo tratan de bufón. Lo cierto es que una vez puesto el resultado de las elecciones Primarias, el que empezó a reirse fue él. Consiguió 49.189 votos y festeja porque son votos propios, de un electorado no acarreado que podría ungirlo diputado nacional en octubre.
Sabe que repetir esta elección en septiembre no servirá para mucho, por lo que aspira a más. A multiplicar esa cantidad de sufragios para ingresar a la segunda vuelta. Sabe que es difícil, pero se escuda en la máxima de un político y escritor ecuatoriano para morigerar los dolores del proceso electoral: “Quien no espera vencer ya esta vencido”, afirma.

¿Cómo ves actualmente el escenario político después de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias?
Veo que hay cuatro fórmulas, tres sectores bien diferenciados y dos aparatos. De todos ellos, nuestro espacio es el nuevo, lo más novedoso de estas elecciones y que además, se ha convertido en una alternativa después de las Primarias del 11 de agosto. La gente ahora ya no solo podrá optar sino que también elegirá entre los mejores candidatos.
¿Te esperabas, sinceramente, el resultado de las Primarias?
No. No me lo esperaba. No creía que podíamos juntar casi 50 mil votos con dos meses de preparación y casi sin estructura. Fue un logro y ahora el desafío es que esos 50 mil votos convenzan a otros dos amigos más para estar en octubre, en la segunda vuelta.
¿Creés que las elecciones de septiembre no se van a resolver en primera vuelta?
Yo creo que va a haber segunda vuelta y espero estar en ella. Compito para eso.
¿Cómo va la campaña?
Bien. Nosotros vamos muy bien, mas allá de que no me quieren dar el gusto del debate, que sería, para mi, una muy buena actividad de campaña. Pero también para la gente.
¿Para qué querés debatir?
Para discutir sobre las cuestiones que hacen falta y ponernos de acuerdo en ellas, elaborar de una vez por todas las políticas de Estado de las que se habla pero de las que nadie se ocupa. Hablar de las viviendas, de las casas que faltan, pero también de lo mal que se vive en general en la provincia. De la pobreza estructural producto de años de dejadez y de la falta de industrias. De la descentralización de la salud, de la buena ocupación de los recursos, de las ambulancias y de los aviones sanitarios. De las paritarias para los empleados del Estado. Quiero hablar del 82 por ciento móvil para los jubilados. La búsqueda de consensos mínimos y de una relación madura con el Gobierno de la Nación, de pleno diálogo, porque sino no sirve.
¿Por qué Ricardo Colombi sigue en situación de expectativa a 12 años de su primer gobierno?
Uno gana o pierde elecciones por su gestión. Y lo que podría decirse hoy es que Ricardo Colombi no resolvió ninguna cuestión estructural de Corrientes. Parece como que es un gran intendente provincial. Y por si fuera poco, se encerró sobre la provincia. Mantuvo una relación dispar con la Nación (porque antes era kirchnerista y ahora ya no) y encima toma decisiones siempre unilaterales.
Pero entonces ¿por qué todavía puede ganar?
Porque todavía no le sacudimos la cabeza a la gente. Porque todavía se utiliza a los pobres para hacer política. Por eso llamo yo a los empresarios a generar un proyecto inclusivo de progreso. La gente debe entender que si se muere Colombi los sueldos se pagarán igual, en tiempo y forma. Eso es una decisión administrativa no una cualidad del gobernante.
¿Y Camau Espínola? ¿Por qué, al parecer, polariza con el gobernador esta elección?
También por su gestión. Por haber hecho más que (Carlos) Vignolo. Es decir, puso un banquito más, porque cualquiera hizo una mejor intendencia que Vignolo. También porque recibió planes por afuera del presupuesto municipal y porque es nuevo. Es una de las caras nuevas de la política como, por ejemplo, (Emilio) Lanari, que tuvo una excelente elección en agosto. (El doctor Lanari fue uno de los precandidatos de Encuentro por Corrientes en las Paso. Representó al Partido Liberal despojado del sello, que quiso estar con el Frente para la Victoria. Logró más de 50 mil votos y se metió por sistema D’Hont a la lista oficial de octubre).
¿Y qué pensás de Manuel Sussini, otro de los competidores?
Es un hombre que tiene mucha experiencia y está más loco que yo para largarse a esto. (Risas). A todo esto hay que sobreponerse con ideas y honestidad. No puede ser que el “Gasoducto del Sur” se haya licitado cuatro veces y aún no comience la obra. Un gobernante no puede ser sólo funcional a los empresarios que los apoyan y financian sus campañas. Hay que trabajar para no acostumbrarse a los paisajes de la pobreza que tiene la provincia.
¿Qué opinás de la Justicia?
En cuanto a mi rol de senador ya dije y reitero que estoy en contra de cualquier intervención federal a las provincias y más aún a la de Corrientes. Creo que aquí se han hecho muchas modificaciones pero faltan otras cuestiones. Habría que poder avanzar con el asunto de los juicios políticos y gestionar consensos para mejorar las instituciones. En eso creo que Arturo fue mejor que Ricardo, pues al menos dejó una reforma de la Constitución en la que se mejoró mucho el Poder Judicial y en general, a las instituciones del Estado.
Se te ha visto con Tato Romero Feris…
Tato ha sido uno de los hombres de Estado más influyentes de Corrientes. Tiene experiencia y yo me nutro de eso. Pero además yo hablo con todos. Hablé hasta hace tiempo con Ricardo Colombi; hablo permanentemente con Sergio Flinta, aunque disiento en muchos de los planteos que él hace. Dialogo con Fabián Ríos e incluso con Camau Espínola. Converso con todos en busca de lo que yo llamo el consenso de las prioridades. Si soy gobernador no puedo aislarme, tengo que conversar con todos.
¿Creés que vas a ganar las elecciones?
Quien no espera vencer ya esta vencido (*). Y yo quiero ganar para trabajar por la gente. Estoy orgulloso de nuestra gente, pero no de la pobreza.
Si no estás en la segunda vuelta, que decís que habrá, ¿a quién votarías?
Hay que correr primero el 15 de septiembre. Pero yo pienso estar en segunda vuelta. Todo puede suceder.
¿Hay candidatos que creen que ya ganaron?
Ricardo Colombi no es ese. El está asustado porque sabe que las cosas van a ser parejas.
¿Por un día fuiste el vice de Camau?
Tuve ofrecimientos pero en ese momento decidí construir por dentro de la UCR. Cuesta más, porque no tengo el apoyo de la estructura, pero decidí mantenerme adentro, más allá de lo que digan.
Dicen que tenés reuniones periódicas con Oscar Parrilli, secretario de la Presidencia…
Dicen muchas cosas, pero la verdad es que yo le vote todo en contra al Gobierno nacional. Yo hablo con todos. Pero ustedes creen que el Gobierno me apoya. No es así. ¿Vos creés que el kirchnerismo me va a apoyar pese a que le voté todo en contra, aún en contra de los pedidos del Gobierno de Corrientes?
¿Quién te apoya?
Mi chequera y unos pocos amigos. Por eso es que insisto a mis rivales que presenten sus declaraciones juradas para que la gente sepa cómo se ha hecho o desarrollado el patrimonio de cada uno.
¿Cómo sigue la cosa de ahora en más?
Políticamente hay que generar un postcolombismo en el radicalismo. Hay que recuperar el radicalismo porque no es radicalismo lo que ha hecho Ricardo Colombi en la UCR.

(*) “Quien no espera vencer, ya está vencido”, fragmento de la poesía “La victoria de Junín”, de José Joaquín de Olmedo. Nació en Guayaquil en 1780 y murió en 1847. Fue abogado, político y poeta ecuatoriano. Fue diputado en las Cortes de Cádiz y Alcalde de Guayaquil.

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Carlos Rubín: “Hay políticos que aún hoy creen que la democracia es solamente números”

 

 

El miércoles, día en que Carlos Rubín podría haber estado en Buenos Aires compareciendo ante los senadores de la Comisión de Asuntos Constitucionales, estuvo en su despacho. Habló con la prensa radial durante la mañana y luego se hizo un espacio para atender a El Litoral.

El presidente del Superior Tribunal de Justicia dialogó más de una hora con este diario acerca de los temas que preocupan a la comunidad judicial y política: la situación del Poder Judicial de Corrientes y la posibilidad de intervención que se baraja en el Congreso Nacional.

La importancia del asunto, no obstante, excede la corporación en cuanto lo que está en juego es la prestación del servicio de justicia, que es lo que en definitiva afecta a todos los cuidadanos en tanto justiciables, no en las candidaturas, cargos y procesos abiertos a funcionarios, legisladores y ex mandatarios que, al parecer, motivan en este caso gran parte de las gestiones que en clave de amenaza buscan censurar o dirigir la acción de la Justicia so pena de una medida extrema como la intervención.

El abogado curuzucuateño de 73 años, que preside el alto tribunal local desde diciembre de 2009, habló de todos estos temas: de las amenazas que reciben los jueces; del cuestionado ministro Juan Carlos Codello; de la llamada mayoría automática; de la proscripción de Camau Espínola, candidato a gobernador del kirchnerismo e incluso, del supuesto manejo que el gobernador Ricardo Colombi hace del Poder Judicial.

Una entrevista central para entender cómo concibe su tarea el titular del Superior Tribunal de Justicia, un hombre de pueblo y de una austeridad a prueba de jerarquía.

En este clima, despojado de solemnidad, comenzó la charla que a continuación se describe y que tuvo lugar en la oficina principal del palacio de la calle Pellegrini 934.

 

¿Porqué está acá y no en Buenos Aires?

Porque no fui. Porque fue una invitación y a las invitaciones se puede decir que sí o que no.

¿Mandó una nota excusándose?

Sí. Mandé una nota en la que decía que no era procedente que yo acuda porque se me iba a interrogar sobre cuestiones que hacían mi cargo, a mi provincia, a mis funciones y a mi persona. Y entiendo que un juez no puede ser interrogado. Por otro lado, se me avisaba que se me mandaba documentaciones sobre la presentación hecha por un legislador que está procesado acá por fraude a la Administración Pública. Me parece improcedente que yo tenga que contestar esos dichos.

¿Qué cree que tratan de hacer con este procedimiento? ¿Tiene una motivación extralegislativa?

Bueno, yo no puedo entrar a suponer intenciones de las personas. Justamente eso es lo que yo critico cuando me dicen que no hay justicia. Pero cómo puedo yo defenderme ante afirmaciones de este tipo. ¿Por qué no hay justicia en este caso? ¿Por qué en este caso no y en otro sí? Son las afirmaciones que no se puede responder ligeramente.

Por otro lado, en un juicio hay siempre una parte que pierde y otra que gana. Para el que pierde, el juez es una porquería. Para el que gana, es un gran tipo. Hay subjetividades que tiñen de parcialidad ciertas afirmaciones que son genéricas.

¿Usted tiene una opinión formada sobre el proyecto?

Es sugestivo que el señor que presentó el proyecto (el senador radical José María Roldán) tenga un procesamiento firme, con sentencia de Cámara por fraude a la Administración Pública. Entonces ahí yo tengo un antecedente que me permite suponer que existe algún interés.

¿Y es sólo el interés del senador Roldán?

Y, no sé. No sabría decirle, porque en realidad nosotros tenemos tres legisladores y dos ex gobernadores procesados, así que no sabría decirle quiénes más están interesados.

Usted sabe que en las cuestiones políticas hoy me conviene a mí una cosa y mañana a otro. Así, a los que podría convenirle esta situación la van a apoyar, y a los que no, no. Nosotros, los jueces, nos sustentamos más por el razonamiento que por las estimaciones o afirmaciones. Además, el problema de las intervenciones federales no se trata como la Constitución lo dice…

¿Cómo es eso?

La Constitución diseñó esta institución para ayudar a las provincias, para poder defender a una provincia que está invadida, que cae en un problema, para restablecer a sus autoridades o para sostener sus instituciones y devolverle a sus legítimos mandatarios el mando. Eso dice.

Yo tengo escritos sobre las intervenciones federales desde cuando era abogado. Y allí criticaba el mal uso que se hizo de esta figura. Porque siempre se intervino por razones que no siempre eran las que correspondían. En algunos casos sí, cuando hay dos gobernadores que están disputando o cuando no funcionan las instituciones, pero acá las instituciones están funcionando. Que puedan funcionar bien, mal o regular, eso ya es otra cosa, pero la Constitución autoriza a intervenir cuando hay inexistencia de algo, y acá hay existencia.

¿Todas las acusaciones que se hacen sobre el funcionamiento del Poder Judicial son inválidas?

Yo no las conozco en su totalidad porque quedaron en mandar la documentación y no llegó. O sea, no conozco en su totalidad. Lo que sí puedo saber es que en algunos casos la denuncia se basa en sentencias. Y la doctrina ha establecido hasta el cansancio que nunca una intervención puede basarse en las sentencias que se emitan, porque sean buenas o malas, siempre existen remedios. Se puede acudir a tribunales superiores que pueden rever la situación. Si no fuera así, si estuviéramos los jueces expuestos a una intervención por cada sentencia que dictamos, imagínese como sería la cosa.

El proyecto hace particular hincapié en Codello…

El ministro (Juan Carlos) Codello (tío del gobernador Colombi) está acá enfrente, actuando, por si lo quiere ver…

Bueno, muchos de los puntos del proyecto de intervención intentan saber qué pasa con Codello.

Mire, el pobre Codello estuvo enfermo y se le dio la licencia que se le da a cualquier empleado, a cualquier funcionario y a cualquier juez. Y una vez repuesto, vino a cumplir con su obligación. El colega está trabajando en este momento. Ni siquiera vale el comentario.

Tuvo muchos proyectos de juicio político en su contra. De hecho hoy (por el miércoles) entró uno más.

Yo ya perdí la cuenta. Desde que entré acá, hace 10 años, tuve no sé cuántos pedidos de juicio político, denuncias penales, hasta un juicio de indemnización por daños y perjuicios por sentencia.

También entró un pedido del Tribunal Oral de Paso de los Libres que denuncia a varios de los ministros del Superior Tribunal por un procedimiento de designación de fiscales. ¿Hay algún defecto en la designación de fiscales?

Sé que se inició, pero no conozco el texto. Sí le puedo decir los antecedentes que tenemos acá. Ellos (los doctores Marcelo Pardo, Marcelo Fleitas y Gustavo Ifrán) cuatro veces, en cuatro sentencias, luego de que el Superior Tribunal les había dicho cuál era la directiva, siguieron insistiendo en su postura, al punto que se entendió que debía aplicársele una sanción y así fue.

Ellos denuncian un supuesto intento de censura, de disciplinamiento…

Ellos incurrieron en un procedimiento incorrecto, y aquí se les corrigió.

En la designación de fiscales de Paso de los Libres, ¿estuvo bien el procedimiento?

Acá el Tribunal no entró a ver el fondo de la cuestión, así que yo no puedo decirle, por si tengo que resolver el mismo.

¿Tampoco conoce la denuncia contra usted?

Sé que existe, por los periódicos, pero no conozco en qué se basa. El problema es que no se encara como debe encararse, porque en este caso el Superior Tribunal falló de acuerdo a derecho, como correspondía. No veo cuál es la situación. Probablemente sea por la sanción.

Teniendo en cuenta estos cuestionamientos, ¿no hay nada para cambiar en el Poder Judicial?

Sí, ¡cómo no! Continuamente estamos cambiando. Cuando yo vine existía una cosa y ahora existe otra cosa totalmente distinta. Cuántos juzgados hemos hecho nosotros, cuántos edificios había y cuántos hay ahora. Ahora está el fuero Contencioso Administrativo, totalmente nuevo. A raíz de la reforma de la Constitución del año 2007 y las leyes posteriores, los habitantes de la provincia ahora pueden litigar en su lugar de residencia, antes tenían que venir hasta acá. Ahora hay un tribunal para entender en las cuestiones electorales, lo que deja al Superior Tribunal como última instancia, como apelación extraordinaria en esta materia. Debe haber motivos muy graves para que nosotros actuemos.

Pero más allá de los juzgados, los edificios e incuso las cuestiones tecnológicas, en cuanto al concepto de justicia y la preparación de los jueces, ¿se avanzó en algo?

Constantemente tenemos talleres de capacitación, conferencias, jornadas. Ahora se están haciendo talleres de gestión judicial… El concepto de juez varió completamente. Hasta hace una década atrás, el juez estaba en su despacho, en el bronce, nadie lo podía mirar. Hoy es el jefe del equipo, el gestor, el hombre que maneja y organiza su tribunal. Bajamos de nuestro pedestal. Aunque muchos jueces han continuado con esa creencia, por eso es que hay problemas.

Hoy el juez anda por la calle, explica sus sentencias, habla con la prensa, cosa que antes no ocurría. Pero todavía quedan cosas por cambiar.

¿Qué cosas, por ejemplo? ¿Dónde están más quedados?

El problema es que el servicio de justicia también es un servicio público, como la Dpec. Y cuando la Dpec no brinda un servicio de acuerdo a lo que el consumidor espera, cuando usted va a la Administración Pública y tardan sus trámites, si no lo atienden como corresponde… La gente en general no va a la Nación a pedir la intervención de la Provincia porque le atendieron mal. Entonces por qué al Poder Judicial se le pide perfección. Nosotros no somos perfectos. Se le pide perfección a un sistema manejado por hombres y mujeres que tienen defectos y virtudes.

¿Cómo se puede ayudar?

Nosotros desde el año 2004 queremos que la Legislatura nos apruebe un Código Procesal Penal, uno moderno que nos agilice las cosas, y no lo podemos conseguir, por ejemplo. Hay muchas cosas que se están haciendo y hay otras que se deben hacer, pero eso no significa que ande mal. Significa que se deben hacer y mejorar las cosas. Todas las instituciones son así, pero a nosotros se nos exige perfección.

Pero un juez no es lo mismo que un empleado de la Dpec, con el respeto que se merecen los empleados de la Dirección de Energía.

La superioridad de los jueces ya no existe. Lo que existe…

Entonces poco se hizo para cambiar la matriz cultural en este asunto.

Probablemente. La gente sigue pensando en el viejo juez clásico, aquel que decía Martín Fierro: “Hacete amigo del juez/ no le des de qué quejarse/ y cuando quiera enojarse/ vos te debés encoger/ pues siempre es güeno tener/ palenque ande ir a rascarse”. Esa vieja cultura criolla es la que prendió en nuestra sociedad, pero no vio los cambios que se están haciendo. Todos los hombres y mujeres de la justicia estamos todos los días pensando en cambiar. A veces se puede y otras, no.

Vivimos en una sociedad que ha perdido muchas cosas, entre ellas el peso de los valores. ¿No será que se espera de la Justicia que sostenga esos valores que el conjunto social ha perdido?

Tal vez. Pero eso le digo, a nosotros se nos exige perfección. El juez no puede tener mala conducta ante la sociedad, no puede desviarse, no puede andar borracho por la calle. Quiere decir que ser juez no es solamente un cargo. Es una decisión de vida, es adoptar un sentido de vida. No sólo el juez sino toda su familia. Por eso debemos tener cierta protección para poder fallar sin temor a las acechanzas que por ahí tenemos. Si no tuviéramos esa protección, que es constitucional, seríamos avasallados directamente.

¿Qué es la mayoría automática?

Es un viejo cuento adoptado por algunos políticos para tratar de defenestrar ciertas actitudes judiciales. Nació en la época de (Carlos Saúl) Menem por su relación con la Corte y fue adaptada por políticos locales pretendiendo con ello desvirtuar la actuación de los jueces, sobre todo, del Superior Tribunal. Y la ley orgánica establece que las decisiones jurisdiccionales se hacen por simple mayoría. De 5, 3. Firmando 3 ya es suficiente. Hay un político que quiere que firmen los 5.

¿Y el orden de los votos?

Bueno, en ese caso también nos quieren ordenar cómo tenemos que votar. Imagínese que nosotros le digamos a la Legislatura: “No, señores, ustedes no tienen que votar así, con las manos levantadas.”

Esa teoría de la mayoría automática no existe. Si usted supiera la cantidad de incidencias que hay acá, no se diría eso. Pero se largan esas calificaciones al aire por placer y va en desmedro de las mismas personas que conforman el Superior Tribunal porque se los está calificando como si fueran autómatas. Acá no se levanta la mano como en otros lados; acá se piensa y se falla en consecuencia, sobre lo que se considera justo. Pero además, acá hay una distribución del orden de las votaciones que fue exhibida como parte de un juicio. Está divida por materias. Pero bueno, lo que pasa es que hay determinados políticos que quieren que determinados ministros voten en determinadas materias o en determinados casos, pero como a veces no ocurre eso, se quejan.

¿Hay gente que lo quiere lejos del Superior Tribunal?

Ya me voy a ir… (Risas) Que no me apuren que ya me estoy por ir. Cumplo 74 años ahora y tengo 43 de servicio. Este año cumplo medio siglo de abogado.

Está amortizado ya…

Sí, y ya tengo el reconocimiento jubilatorio, lo que pasa es yo soy muy terco y cuando todos me dicen que me vaya, no me voy. Ahora, cuando nadie me diga nada, ahí me voy a ir. (Risas)

Usted es como el burro…

Sí. Soy un burro viejo.

Pero reconoce que lo quieren lejos.

Yo sé que a alguien le estoy molestando.

¿Y a quién se imagina que molesta?

Es aquel sector que piensa que se puede volver a las viejas artimañas políticas, que se puede manejar a los jueces. Ese es el sector que quiere que yo me vaya, porque a estos jueces que están ahora no los pueden manejar.

¿Hay, cree usted, una constante demonización de su persona y de otros ministros?

Mire, el año pasado me tomé el trabajo de contar. Salí en 100 de las 361 tapas del año de un periódico. Hasta me han puesto varios sobrenombres.

¿Y cómo se lleva con eso?

Ya aprendí y no me conmueve. Pienso toda mi vida de acuerdo con mi profesión; por lo tanto, usted me va a convencer si me da argumentos. Con simples afirmaciones o creencias, no. Si yo estoy de acuerdo con mi conciencia y con mis principios ya no me interesa el número y eso es lo que le desespera a mucha gente que se basa en el número.

¿Puede explicarlo?

Hay un error tremendo, sobre todo en los políticos actuales -y es una crítica-, que creen que la democracia es solamente números. La democracia no es solamente números. Y yo le puedo demostrar que es así. Hitler en Alemania no llegó por un golpe de Estado. Llegó por el voto de la mayoría de los alemanes. Quiere decir que el número puede equivocarse.

Es así que el número, para ser democrático, debe tener los ingredientes de la razón. Y la democracia no es solamente el dominio de la mayoría, sino también el respeto a las minorías. Es decir, hay una serie de principios que integran el sistema democrático, de los cuales el número es sólo uno de ellos.

¿Los problemas de la Justicia se deben resolver en la Provincia?

Yo soy provinciano y correntino. Y como tal, pienso que nosotros somos los que tenemos que resolver nuestros problemas y tenemos los resortes para solucionarlos. Que se pueda llegar a una solución definitiva, eso es otra cosa, porque ninguna institución en este país es totalmente perfecta y anda sin problemas, ni acá ni en ninguna parte del mundo.

¿Los poderes políticos son parte del problema?

También tienen sus problemas y deben mejorar, como cualquiera, no deben quedarse paralizados en el tiempo. Ninguna institución es perfecta, pero que se achaque el Poder Judicial las desgracias de todo el mundo, me parece excesivo.

¿Quieren proscribir a Camau?

Hecha la pregunta, Carlos Rubín estalló en una carcajada. Pero, ¿lo quieren proscribir o no?

(Risas) Eso es una estupidez. Discúlpeme la palabra, pero es una estupidez. La sentencia que dictó la doctora Ferreyra, nadie sabía que iba a dictar. Yo me enteré por internet, por los diarios digitales, que había salido y cómo, pero nunca hubo una intención de proscribir a nadie y, más aún, no podríamos hacerlo con un procesamiento, porque la Corte, ya en el caso (Tato) Romero Feris, había dicho que un simple procesamiento no es causal de proscripción. Y este STJ ya consagró eso. Quiere decir que de ninguna manera se nos pasó por la cabeza una proscripción de esta naturaleza…

Se lo criticó al Superior Tribunal también por eso.

Sí, salieron a decir que es un fallo que no sirve, etc. Entonces yo, al salir a defender a una jueza, que es mi obligación, dije que evidentemente el que dice eso no ha leído los más de 20 cuerpos que tiene el expediente y las 104 páginas que tiene la sentencia.

Y aunque fuera así, aunque fuera el peor fallo del mundo, tiene sus resortes para poder cambiarlo. Acá no está en juego si es lindo o feo. Está en juego el respeto que un juez merece para que pueda dictar un fallo sin que nadie lo presione.

¿Ricardo Colombi los maneja?

Con el gobernador Ricardo Colombi, si habré hablado tres veces en 10 años, es mucho. Y yo lo conozco de cuando era intendente de Mercedes. Nunca en la vida el Gobernador me ha dicho algo en relación a una sentencia. Yo tampoco iba a dejarlo, pero todos sabemos que en general el Gobernador es más bien tosco, y no lo sacamos casi de los saludos. El siempre tuvo respeto por la Justicia y hay que reconocerlo, y no es propaganda política. Es la verdad.

He tenido que luchar muchas veces por el presupuesto, eso sí, porque es medio tacaño (golpeó el codo en la mesa); pero eso de querer influir, no. Al menos en el Superior Tribunal. No sé si por allí habrá algún juez que se somete a eso. Eso no puedo enterarme yo. En el caso de que fuera así, el ciudadano puede recurrir…

Pese a ser tacaño ¿se puede entender con él?

Todos los años tiene el mismo cuento, pero lo que pasa es que el Gobernador es el administrador de los fondos y el puede reducirlos, pero tiene la obligación de mandar a la Legislatura lo que él dice y lo que nosotros decimos. El siempre dice menos (risas), pero de ahí a presumir que no nos manda dinero porque no quiere, no tengo ningún argumento.

¿Es independiente la Justicia?

Es totalmente independiente. Los jueces correntinos nunca fueron corruptos en el sentido de recibir dinero o beneficios indebidos. Lo que sí podríamos apreciar es que, a veces, influenciados por el temor, ante tanta falta de inamovilidad, pueda sacar una sentencia influenciada por la autosensura, eso sí ha existido, porque los jueces somos seres humanos.

Es más, con el asunto este de la intervención, yo he leído en los periódicos los dichos de algunos de los actores que dicen que no va a haber intervención si nos portamos bien. ¿Qué es portarse bien o mal? ¿Es dictar una sentencia favorable? Hay que ser muy duro para resistir esos embates.

Es insensato criticar la dependencia de la Justicia al poder político, amenazando desde la política…

Esa es la realidad. Nosotros continuamente recibimos amenazas. Y yo quiero enseñarle a los jueces nuestros a resistir esos embates.

¿Hay otro tipo de amenazas?

De otro carácter, no sé. La mayoría de las amenazas son de este tipo: se utilizan instituciones que están para otra cosa, para amedrentar a los jueces para que éstos fallen de una manera determinada.

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Agustín Payes: “La Justicia debe demostrar independencia de la política”

¿Cuáles son sus propuestas?
Trabajo, participación ciudadana y compromiso para elaborar las herramientas legislativas que le sirvan al vecino y al intendente para optimizar la gestión.

¿Cómo se diferencia de otros candidatos?
A diferencia de otros candidatos tengo trabajo realizado en el Concejo Deliberante, siendo el concejal que más proyectos de ordenanza presentó en los últimos 3 años.

¿Conoce a la gente que aspira a gobernar?
Si.

¿Cómo cree que es gobernar?
Gobernar es crear oportunidades para que todos tengamos las mismas posibilidades que acceder a los servicios de un estado que está presente, oportunidades laborales, de vivienda, de salud, de educación, etc.

¿Qué cree que piensan de usted?
Que soy frontal con la injusticia y me dedico al trabajo.

¿Cómo lo ven sus amigos?
Como alguien con quien pueden contar.

¿Y sus adversarios políticos?
Como un rival de respeto.

¿Cuál es su entorno y equipo de trabajo?
La mayoría está conmigo desde cuando empecé mi vida en la función pública hace 7 años y también todos jóvenes.

¿Cuál cree que son los problemas más acuciantes para la gente?
La falta de oportunidades que obliga a la gente a seguir siendo pobre y así mantenerse en el círculo vicioso de la pobreza.

¿Podría solucionarlos?
Sí.

¿Cómo?
Trabajando en forma conjunta Nación, Provincia y Municipio. Sin politiquería y tilinguería barata.

¿Esas propuestas ya se llevaron a la práctica?
Sí.

¿En dónde?
En Misiones, Formosa, Entre Ríos, Chaco.

¿Enfrentaría a los intereses que afectan a la ciudadanía?
Claro que sí. Me enseñaron con el ejemplo en mi casa.

¿Cómo se definiría como político?
Comprometido, leal, amistoso, y por algún momento calentón.

¿Qué piensa de la política?
Es la herramienta para cambiar la vida de la gente, a favor o en contra. Es linda, difícil y complicada practicarla.

¿Evolucionó?
Los políticos, sí desde la gesta del ‘99.

¿Qué crees que aportó tu padre, el extinto juez y el fiscal general, Mario Payes, a Corrientes?
Un granito de arena para creer en la Justicia y las instituciones de Corrientes, luchando, a veces, en soledad contra el gobernador más corrupto de la historia y su poder.

¿La política le da lugar hoy a las nuevas generaciones?
Muy poco.

¿Qué aportó a la política?
Trato de aportar entusiasmo y compromiso con mi tarea.

¿Y desde las funciones que desempeñó?
En www.agustinpayes.com.ar están los resúmenes de mi gestión como viceintendente y los dos años primeros de concejal, también los proyectos que presenté el año pasado y hasta el día de la fecha.

¿Qué piensa de la Justicia?
Que debería hacer un gran esfuerzo para demostrar su independencia del poder de turno.

¿De la economía?
Que no está al servicio del hombre en Corrientes. No se generaron condiciones en 12 años de radicalismo.

¿De la salud?
Colapsada en Corrientes, en algunos lugares del interior no existe la salud pública prácticamente.

¿De la educación?
Mucho que desear. Se pusieron carteles verdes con la suma de 90 millones de pesos para refacción y se caen a pedazos.

¿Cree en Dios?
Soy católico, apostólico, romano. Muy contento con el papa Francisco.

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Carlos Alonso: “Lamento los políticos que dicen patéticamente que van por todo”

Si fuera candidato, cuáles serían sus propuestas?
Lograr de Corrientes una provincia fuertemente industrializada de productos agropecuarios, ícticos, turismo y bienes de consumo, muebles y durables.

¿Cómo se diferenciaría de otros candidatos?
Arranqué de abajo, me dediqué a aprender, acumulé mucha experiencia. Tengo los oídos grandes, no me la creo, voy de frente, no paso la raya y no dejo de putear cuando es necesario torcer el rumbo.

¿Conoce a la gente que aspira a gobernar?
Absolutamente. Mi vida se desarrolla en todos los sectores de la comunidad porque siempre estuve convencido de que soy uno más entre todos. Nunca me sentí arriba de la loma, el mejor de todos o insustituible.

¿Cómo cree que es?
Egocéntrico porque me hace fuerte, muy celoso de mis afectos porque me hace sensible y tremendamente abierto porque me permite saber lo que la gente realmente quiere.

¿Y qué creen sus adversarios políticos?
Saben que nunca voy a ser su enemigo, pero también saben que no les voy a palmear la espalda cargado de hipocresía. Es una actitud que no me sale. Entiendo al adversario como una persona que piensa distinto a mí y mi relación con ellos me hace crecer en el disenso. No soy como el estiércol de paloma que no tiene olor. Buena o mala, tengo una fuerte identidad y además no soy ni collar ni perro de nadie. Amo ser un hombre libre.

¿Cuál es su entorno y equipo de trabajo?
El mismo de siempre en los últimos 20 años. Sin importarme los celos de ellos, la cara visible es Ramón Vallejos. Tiene prohibido darme la razón en todo porque soy conciente que tengo muchos defectos. Estoy seguro de tener entorno y no alcahuetes.

¿Cómo ejerce el poder?
Con mucha firmeza, con mucha autoridad, puteando bastante pero cero rencor, cero persecución y siempre respetuoso de la persona. Su vida no es mi patrimonio.

¿Qué no está dispuesto a negociar?
La dignidad, la libertad, mi familia, mis amigos y el futuro de todos ellos incluyendo el mío.

¿Cuál cree que son los problemas más acuciantes para la gente?
Para los jóvenes, el horizonte laboral. Para los viejos, la soledad en el momento más difícil. Para quienes estamos activos, un país que nos contiene cada vez menos, que nos separa peligrosamente y que nos muestra un escenario dirigencial en donde hay un sector que dice patéticamente que va por todo.

¿Enfrentaría a los intereses que afectan a la ciudadanía?
Absolutamente, sin ninguna duda. Es más, hasta me encerré en un banco para lograr que la gente no se vea afectada en sus salarios y los vecinos en sus servicios.

¿Tiene fortuna personal?
Después de 40 años de trabajo ininterrumpidos y ocupando cargos jerárquicos, nunca gasté más de lo que ingresábamos con el trabajo de mi esposa. No soy un hombre rico, vivo bien.

¿De qué ha vivido hasta ahora?
De mi trabajo.

¿Cuánto cobra?
Preguntá en el estudio del contador Leiva, allí me llevan la parte de ganancias y bienes personales.

¿Qué piensa de la política?
Es una actividad que debe hacer sentir orgulloso a quien la ejerce pero especialmente la gente te tiene que hacer sentir que la estás ejerciendo bien. Si no es así, no seas mal parido y andate!

¿Cómo calificaría a la política correntina?
Tiene aciertos importantes y desaciertos realmente graves que se deben corregir rápidamente. No permite que la provincia evolucione como realmente se merece. Y desgraciadamente, casi todo pasa por la relación entre oficialismo y oposición en todas las épocas. Hemos comprado desde 1983 muchos problemas y que nos hicieron mucho daño.

¿Qué aportó a la política?
Mucho: familia, físico, años, salud y sobre todo en la Municipalidad de la Capital ha quedado al día de hoy lo que se puede definir como mi aporte en lo ejecutivo, en lo legislativo y en las relaciones sociales. Estoy satisfecho pero hubiera podido dar más.

¿Cree en Dios?
Creo en Dios absolutamente. Y cuando camino todos los días hablo con él, agradeciéndole y pidiéndole perdón por mis miserias.

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Carlos Gelmi: “El periodismo está confundido, tergiversado, ya no es lo que era”

 

 

 

 

Con Gustavo Lescano y Sebastián Bravo. Hace un tiempo fue protagonista de un episodio que lo alejó temporalmente de la Redacción. Su salud le impuso un paréntesis que se resiste a cumplir porque le cuesta, como le costaría a cualquiera quedarse en su casa a ver televisión después de haber entregado 55 años de su vida a una profesión en la que se generan los contenidos de los que habla la televisión.

Carlos Alberto Gelmi, el decano de El Litoral, a su vez medio decano de la región, accedió a esta entrevista para hablar, en las vísperas del Día del Periodista, que se conmemora el 7, de la actualidad de la profesión. Una charla sin tapujos donde la crudeza del contexto del oficio se ofrece a borbotones. Un punto de vista tras medio siglo de trayectoria.

¿Cuál sería su definición de periodismo y de periodista?

Se repite todos los años a esta altura del partido, y pese a todo el tiempo en que uno está en esta temática no se puede llegar nunca a ninguna conclusión. Primero, porque cada uno va a tener una definición porque depende de cómo le fue en la feria. Y segundo porque es indefinible.

¿Pero qué es ser periodista?

Si hace 55 años me hubieran preguntado habría dicho la misma respuesta que ahora, es decir, por lo menos mostraría coherencia: diría no sé. Nadie me puede discutir porque eso es una cosa totalmente privativa de mi criterio, de mi forma de pensar que seguramente va a disentir de cada uno de los que me están escuchando que están queriendo interpretar mi pensamiento y nadie me va a poder discutir.

Eso es como la mamá: mi mamá es la más linda del mundo y la más buena. Eso es periodismo. Ahora, qué es ser periodista, eso es mucho mas difícil de definir, porque periodista puede ser cualquier persona que trabaja en un periódico o diario. Eso es ser periodista. Ahora, ¿se desempeña bien como periodista? Ahí está el asunto. Hay muchísima gente que no tiene la oportunidad de desempeñarse en un medio y sin embargo es buen periodista y no lo sabe.

Entonces, ¿hay una forma de hacer periodismo que puede ser distinta de la del periodista?

¡Sí! Sí, esa persona humilde, anónima, valiosa, los hacedores sociales, esos personajes que trabajan en los barrios y que a veces nosotros le negamos protagonismo, que están olvidados, a los que llamás por teléfono para preguntarle sobre los problemas de su barrio y te hacen una descripción increíble que nadie lo puede hacer tan bien como él, como ella. Esa persona es un periodista porque lo ha captado, lo ha vivido, lo ha interpretado. Es capaz de traducirlo y de interpretarlo. Y sobre todo transmitirlo, hacerlo entender.

En ese marco, ¿usted cree que hay categorías de periodistas, o está primero el periodista y después el medio y sus categorías?

Sí, al final, en el fondo, pero cada vez menos. Es la calidad que está oculta, que está tan desvalorizada, que se nota muy poco. Es decir, ahora por ejemplo, qué es lo que más se cotiza por imperio de la televisión: la imagen. Es muy difícil encontrar que triunfe en la televisión una chica que no sea bonita. Es más fácil que triunfe una mediocre pero que sea bonita. O un muchacho con buena pinta. Se privilegia la imagen sobre la personalidad, sobre la calidad. Pero la calidad al final se impone.

Igual, aflige un poco que a 55 años de trayectoria no tenga una definición de la profesión. Es decir, ¿a qué se debe esa negativa, ese no sé en cuanto a la definición?

Porque no creo que haya una persona que pueda decir “este es periodista”, es muy difícil. Por lo menos yo no la tengo, es como una vocación, es como cuando te dicen: hace 55 años que estás haciendo periodismo, entonces esa fue la vocación de tu vida. Y yo no sé si fue la vocación de mi vida. Lo único que sé es que siempre me gustó leer, escribir. Pero a mí, hace 55 años, me llegó un momento crucial: tenía que trabajar para comer. La opción en ese momento se dio en una redacción, en el diario La Provincia, que fue antecesor de este diario. Y bueno, entré y nunca más salí, se convirtió en mi vocación, se me metió el veneno en las venas y no pude salir. Pero qué habría pasado si en vez de meterme en la jaula de una redacción me hubiera metido detrás de un mostrador de una tienda. Hoy hubiera sido vendedor de telas, de zapatos. No hay una vocación original, una vocación nueva.

¿Fue casualidad o causalidad, finalmente?

Pudo haber sido las dos cosas. Yo hice mucha fuerza porque me gustaba, y no hice ningún esfuerzo para salir de esta tortura porque vos viste que los periodistas tenemos una característica también, siempre estamos protestando: que para qué me metí; que si puedo salir de esto me voy a meter en otra cosa. Si yo pudiera cambiar de profesión cambio, pero siempre vamos por lo mismo. Y así nos pasamos la vida. Es uno de los presupuestos esenciales del periodista: protestar y protestar, pero siempre aferrado a lo mismo.

Bueno, pero ahí está un concepto: la necesidad de protestar, la profesión es eso…

Sí, por supuesto.

Tratar de cambiar algo…

Sí, así como criticar, nosotros no estamos para aplaudir, no vamos a poner hacer una nota elogiosa para un médico que hizo una operación, salvo que esa operación sea excepcional, porque sino, ¿para qué está el médico? Nosotros estamos y siempre nos quejamos.

¿Es una protesta por la falta de reconocimiento, por trabajar hasta los días en que todo el mundo descansa?

Sí, pero también tenemos que tener en cuenta los privilegios que tenemos y que muchas veces nos echan en cara y nosotros lo dejamos pasar y miramos para el techo haciéndonos los distraídos. Nosotros tenemos muchos privilegios, por el solo hecho de ser periodistas; tenemos acceso a muchos lugares que otros no tienen, reuniones por ejemplo, donde va gente importante.

No me estoy refiriendo solamente a un ágape especial, cosa por la cual somos muy criticados y con mucha razón, porque tenemos una fama tremenda de ser grandes consumidores de sándwiches y otros bocaditos gratuitos.

¿Y cómo ve la profesión hoy?

Totalmente confundida, tergiversada, ha dejado de ser la profesión que era. No estoy haciendo la comparación en cuanto a su calidad, sino a los límites de su actividad. Está metida en cosas en que no tiene que estar metida y está ajena de cosas en las cuales debería estar metida.

Está tremendamente politizada y ha llevado a esa guerra de canibalismo entre el Gobierno y las empresas Clarín y La Nación. No sé quién tiene la razón, tal vez los dos tengan un poco cada uno, pero seguramente sean más las culpas. Así que eso que lo arreglen entre ellos pero sin mezclar a la gente.

Ni siquiera le echo la culpa a ambos sectores, sino a nuestros colegas que se dejan utilizar, que son personas inteligentes pero son lamentablemente aprovechadores de una circunstancia en las que buscan un beneficio muy especial, por lo menos circunstancial.

¿Cree que esa pelea Clarín-Gobierno se los llevó puestos a los periodistas?

Sí. A muchos se los llevó y otros se dejaron llevar. Pero no sé, ni me atrevo a pensar los costos. Cada uno tendrá su costo estampado en el orillo. Inclusive es fácil dar nombre: cuánto debe cobrar Víctor Hugo Morales para hacer esa campaña que está haciendo. Pero hay otros, como Mariano Grondona. Todos los cuestionamientos o todos los halagos que podés decir de Grondona tienen vigencia siempre. No cambió ayer ni va a cambiar mañana, no. Pero hay otros que cambian de ayer para hoy y según cómo viene. Si alguien del gobierno le hace un guiño no tiene problemas de cambiarlo. Como dijeron alguna vez: “Bueno, yo tengo mis principios, pero si no les gusta lo podemos cambiar”.

Usted fue en su momento editor de Clarín. ¿Qué siente hoy con este conflicto?

Eran tiempos totalmente diferentes. Esto es como decir la selección nacional con Messi, o la selección nacional con Labruna. Son diferentes.

¿Hoy proliferan más las operaciones de prensa o bien se puede notar más por la mayor cantidad de medios que hay?

Sí, hoy se nota mucho más porque ahora se mueve más dinero. En mi época (lo digo tocando de oído, porque de una de las cosas que me jacto es de que nunca me mezclé con la basura), se movía mucho dinero, pero ahora se mueve muchísimo más. En aquella época era, digamos, dinero barato: beneficiarte con un viaje, incluirte en una comitiva que viajaba a un determinado lugar, unas vacaciones pagas. Ahora es una cosa de fábula. Toda una familia empleada… Además, con un descaro sin rubor. Antes si se decía “fulano trabaja para tal partido, para tal gobierno”, uno no salía a la calle. Ahora se jactan, llevan una cucarda en el pecho.

Pese a esta descripción tan desalentadora, ¿cómo hacemos para preservar al periodismo?

Es que no hubo cuestionamiento. Nosotros vivimos pidiendo a los partidos políticos que hagan una autocrítica. ¿Y nosotros cuándo hicimos eso? Por qué tenemos que llegar a esta pelea de que un medio sea hoy de fulano y mañana es de otro, pero resulta que en los papeles aparece un tercero siendo el dueño. Acá hay medios que no sabemos de quiénes son.

¿Y esta pelea Clarín-Gobierno? No es una forma de autocrítica, de cuestionar al periodismo?

No, porque ellos no se cuestionan.

Pero la pelea deja al descubierto todo esto que estamos hablando y en definitiva la gente puede llegar a sacar sus conclusiones…

Sí, por supuesto que sí. Yo por ejemplo trabajé 16 o 17 años en Clarín, pero jamás supe que había acciones metidas en la TV; y hoy resulta que tiene 210 estaciones de cable, inmobiliarias, pilas de cosas. Si a vos te dicen “esto es El Litoral”, vinculás todo lo que así se llama; pero si se llama Pirulo no lo vinculás. Al final, todo parece que es para cambiar el collar pero es el mismo perro. Porque quieren destruir el monopolio de Clarín y La Nación para hacer el monopolio del Gobierno. Qué garantías tengo de que no será así.

En medio de esta disputa, ¿el periodista que hoy comienza tiene mejores perspectivas de encauzar su profesión?

No, siempre va a ser igual. Acá hay una relación empresa-empleado y así será, igual. Esa discusión sobre de “no hay libertad de prensa, sino de empresa”, siempre va a existir. Además, se puede plantear como propiedad privada.

Y los periodistas ¿tienen propiedad sobre algo?

No. Tienen los derechos que marca la ley sobre su estabilidad de empleo y nada más.

¿Y sobre su creación intelectual?

Bueno, sobre eso sí. Pero dónde la publicás. Si yo empresa te digo “no, esto no va”, por más que vaya con tu firma…

Entonces cómo hace el medio, ante este escenario, para generar cierta confianza con la gente, ¿falta autocrítica solamente o también decir cuáles son los intereses que te mueven?

Y, cumplir sus enunciados fijados como misión desde su fundación como medio, su rol social. Sin embargo, nadie controla que se cumplan esos objetivos fundacionales. Hay un descontrol absoluto. Hay diarios que podrían considerarse clandestinos y se venden en el kiosco de la esquina. La gran falla, por ejemplo, es que no tienen editor responsable.

¿Cuál sería, entonces, la principal motivación o misión del periodista?

Tenemos que ser sinceros: la principal es ganar el sueldo, sino no trabajarías de periodista. Hay una realidad cruda, que sangra a borbotones y es que mucha gente está dejando el periodismo por la función pública. Porque en la función pública trabaja mucho menos y gana mucho más. Y allí nadie le pide que rinda cuentas sobre su forma de pensar y cada dos años hay elecciones y cambia la forma de pensar.

¿Qué está planteando: un medio despersonalizado, que demuestre cuál es el atril desde el que habla y haga un pacto con el lector sin camuflar ideología, posicionamiento político?

Todo lo que digamos sobre eso, es inútil. Lo que pasa es que nosotros, los periodistas, creemos que los lectores son tontos, que los engrupimos, que lo que decimos ellos creen. Pero en la mayoría de las veces, el lector nos engrupe. Lo que pasa es que los periodistas somos como los artistas, somos vanidosos, egoístas, orgullosos. Que te feliciten nadie rechaza, lo malo es que te la creas, que te engrupas. Y el lector no es tonto, de ninguna manera.

¿Usted cree que el medio es el mensaje?

Sí, yo creo que es así.

Y si tuviera que empezar de nuevo ¿qué haría?

Y por ahí me empleo en una tienda. (Hay una escapatoria: haría lo mismo pero mejor).

 

Versión local

¿Cómo ve el periodismo de Corrientes hoy?

Que como mensaje no existe. Mientras siga vigente la situación económica general, y ahí involucro fundamentalmente el sustento económico del empresario periodístico, va a seguir siendo así. No se puede vivir pendiente de los humores de los funcionarios. Es diferente en Buenos Aires, donde hay fortaleza económica. Acá no tenemos absolutamente nada dónde rebuscarse. Al contrario, te castigan. Además, en ese sustento económico no sólo está el dinero que entra sino también está en una columna principal el dinero que debés.

Entonces, ¿somos presa del discurso único?

Exacto.

¿Cómo se resiste?

El día que descubramos eso, somos Clarín o La Nación.

 

La era digital

¿Qué suma o qué resta Internet en el periodismo?

Internet es lo mejor que hay. Hay esos cuestionarios en que se pregunta cuál es el hecho más importante de la historia. Y dicen el descubrimiento de la penicilina, el trasplante de corazón, la llegada del Hombre a la Luna, el descubrimiento de América. No, es Internet, no hay nada superior.

Y en el periodismo también, es el que más se beneficia por la inmediatez, pero es una partecita. Es una máquina de fabricar novedades. De la historia que viví yo, es una evolución de novela.

Y en el caso del periodismo, ¿hay una mayor variedad o una unificación más amplia? ¿Democratiza el mensaje o es una propaladora del discurso único?

Y eso lo tenemos que ver sobre la marcha. A ver si no es el Gran Hermano.

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