Touch

Touch es un drama en el que la ciencia y la espiritualidad se encuentran con la esperanzadora premisa de que todos estamos interconectados, atados con lazos invisibles a aquellos cuyas vidas estamos destinados a impactar y alterar. La historia se centra en un ex reportero Martin Bohm (Kiefer Sutherland) y su hijo de 11 años de edad, con trastornos psicológicos, Jake (David Mazouz). La esposa de Martin murió en la World Trade Center en los ataques del 11 de septiembre, y él ha estado luchando para comunicarse con Jake desde entonces, pasando de un trabajo a otro mientras atendía a las necesidades especiales de Jake.

Algunos capítulos son muy buenos. La historia en general tiene algunos condimentos que nos interpelan, sobre todo a los periodistas, pero se puede ver más allá de cualquier pertenencia. Me gustó. Está en Netflix.