Cierre de listas o plan integral de “salvación personal”

Hoy hablamos con Daniel Collinet acerca de las listas de candidatos a legisladores para las elecciones del 2 de junio. Esta es una de las columnas que semanalmente tengo (a partir de ahora los días lunes) en el programa “No está todo dicho”, dado el año electoral y las necesidades básicas insatisfechas de desenmarañar la complejidad extrema del sistema y los procesos políticos correntinos.

Gracias Daniel por el espacio, que espero sirva para que entre todos nos ayudemos a pensar lo que nos pasa y por qué nos pasa.

Mirá el video aquí:‼️?

EDUARDO LEDESMA CIERRE DE LISTAS

El cierre de las listas en Corrientes dejó mucha tela para cortar y muchos análisis por realizar, tarea que realizó Eduardo Ledesma en No Está Todo Dicho TV

Posted by No Esta Todo Dicho on Monday, April 15, 2019

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Paridad de género: Corrientes relegada en el Nordeste

Hoy hablamos con Daniel Collinet acerca de la ley de Paridad de Género. De cómo está Corrientes en relación con las provincias de la región. Esta es una de las columnas que semanalmente tendré (a partir de ahora los días lunes) en el programa “No está todo dicho”, dado el año electoral y las necesidades básicas insatisfechas de desenmarañar la complejidad extrema del sistema y los procesos políticos correntinos.

Gracias Daniel por el espacio, que espero sirva para que entre todos nos ayudemos a pensar lo que nos pasa y por qué nos pasa.

Mirá el video aquí:‼️?

EDUARDO LEDESMA PARIDAD DE GÉNERO

¿De qué se trata la paridad de género? ¿Se cumple en la política correntina? Eduardo Ledesma nos contesta

Posted by No Esta Todo Dicho on Tuesday, April 9, 2019

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Colombi, el espía espiado

 

Una versión desusada de Ricardo Colombi fue el jueves a radio Mitre Corrientes, al programa de María Mercedes Vázquez. Versión descontracturada, jocosa, con ínfulas de espía. Un Colombi disfrazado de vigilante. De lobo solitario. De elemento activo de algún servicio de inteligencia, o algo por el estilo, que se reporta a sí mismo.
Esa versión risueña de Colombi, más parecido a un actor de reparto divorciado de su oficio, exageró su sorpresa por la vista que ofrecen los ventanales de la emisora ubicada en la esquina de las calles La Rioja e Yrigoyen (en diagonal al edificio del diario El Litoral), e interpretó una suerte de fruición sobre el espionaje, aunque su personaje (malo) no pudo esconder al menos dos de sus obsesiones verdaderas: el control y el diario El Litoral.

—¿Qué tal Ricardo Colombi? ¿Cómo te va?— empezó María Mercedes.
—Bien. ¿Cómo te sentís en tu nueva casa?
—Bien. ¿Te gusta?
—Sí, porque se observa todo desde acá. Se controla bien (…) Realmente muy lindo lugar…
—¿Te gusta?
—Me gusta. Muy buena imagen. Se observa todo y se controla todo desde acá. Más que Barreiro…
—(Risas). Empezó…
—Se controla más que Barreiro desde acá— insistió, y de ese modo dio cuenta de la situación que se hizo pública en la semana.
¿Cuál? La que sostiene que el espía Hugo Rolando Barreiro declaró ante el juez Alejo Ramos Padilla que la organización de espionaje ilegal, inorgánica de la Agencia Federal de Inteligencia, hizo “trabajos” para el senador Carlos Mauricio Espínola. Según trascendió, el espía/arrepentido le dijo al magistrado que las operaciones se realizaron contra el ex gobernador Ricardo Colombi, y contra el actual gobernador, Gustavo Valdés. Barreiro relató además que participó de una reunión con D’Alessio y Espínola en la que el grupo del falso abogado le vendió teléfonos israelíes al senador. Se supone que no eran para hablar con Santiago Lange.
“Camau” desmintió todo: dijo que no espía a nadie y que con “Santi” habla por WhatsApp desde el celular de siempre, pero parece que sí se reunió con D’Alessio. No quería decirle que “no” quería sus servicios por teléfono.
Valdés, en tanto, dijo que no tiene nada que esconder.
Y Colombi hace chistes, sin inmutarse demasiado.
—Escuchá— ordena la conductora, tratando de retomar el hilo de la entrevista, pero Colombi tenía otros planes.
—¿Qué es lo que está enfrente?— preguntó el ex intendente de Mercedes.
—¿Usted se siente observado? Es el diario El Litoral— acotan Juan Manuel Laprovitta y Horacio Ramírez Verdaguer.
—Ah, pero observás bien, quien entra, quien sale.
—Todo (se ve desde acá).
—Quien escribe, quien no escribe. Los editoriales. Cómo hacen…
—Todo.
—Qué dicen, qué no dicen. La verdad, se controla todo. Mirá vos, no conocía— le dijo a sus interlocutores, y se rió, golpeando el palmar de su extremidad superior derecha contra el dorsal de su extremidad izquierda. El popular “peté por la mano”, uno de sus recurrentes fetiches.

***
Después, más de lo mismo. Cuando Vázquez logró encauzar la entrevista, sólo enganchó la versión “normal” de Colombi.
¿Cuál es?
El Colombi que habla de escuchas y operaciones de inteligencia ilegales como algo natural de la política. El que ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. El que habla de las aspiraciones radicales y exige compartir el poder con Mauricio Macri…
¿Como acá en Corrientes?
Por supuesto. O alguien pone en duda que el radicalismo comparte el gobierno con sus socios.
¿En serio?
Por supuesto. Trabajo en equipo. La escudería perfecta en la que el ex chacarerito del paiubre es el piloto y el resto (partidos -sellos de goma- y dirigentes) los que cambian las cubiertas.
¿Eso dijo Colombi?
Por supuesto que no. Eso dicen sus socios, pero en secreto, porque no se animan a decírselo en la cara.
***

Lo que sí dijo Colombi en radio Mitre es que quiere reformar el Código Electoral provincial. Sostuvo que es “necesario”. (Y nunca es tarde cuando la dicha es buena: vio la urgencia ahora que es legislador, pues no tuvo tiempo de verla en sus 12 años de gobierno).
Hay más. El Colombi “estadista” habla de reformar todo, menos la discrecionalidad de llamar a elecciones. El Colombi “legislador” quiere nuevo código para que la provincia tenga control sobre los padrones, sobre los circuitos electorales y sobre las boletas. Llegó la hora de las boletas únicas, señaló. El Colombi “magistrado” quiere una justicia electoral ad hoc. Algo así como el control sobre quién puede votar y sobre quién puede y no puede ser candidato. ¡Qué bueno es! Un estadista que parece espía y que piensa en el control.
El Colombi “normal”, además, aplaudió la decisión del gobernador del Chaco, Domingo Peppo, de suspender las elecciones Primarias provinciales. No debe haber internas, dijo. Todo debe resolverse en las generales. No vaya a ser que la institucionalidad y las condiciones de cierta igualdad (sobre todo con quien maneja los recursos del Estado) le socaven el poder. En fin. No hay plata para las internas, así que mejor el dedo. Y mejor si es su dedo. (Aunque no lo expresó, tal vez por pudor).
También pidió acompañamiento, porque desde el Gobierno no se puede hacer más, reconoció Colombi, en términos generales. Es la hora de mejorar, hora de cambios profundos, agregó. Esta ya era la otra versión de Colombi: la negadora. La que no recuerda que él y los suyos gobiernan desde 2001.
Habló de ECO, aunque no de la contradicción que implica hablar maravillas del alineamiento Nación-Provincia-Municipio y alejarse del gobierno enclenque de Mauricio Macri desdoblando las elecciones. Habló del ECO en el que ya no hay lugar para Cambiemos.
Habló también, a regañadientes, de la crisis del PJ. Pero no se metió en la interna: sólo comparó:
—Nosotros siempre estuvimos con la boleta 3, en las buenas y en las malas— dijo.
Por supuesto que olvidó que la UCR estuvo intervenida y que hubo problemas con esa boleta en el medio término del arturismo, cuando él y su primo Arturo Alejandro sumieron al partido y a la provincia en un baile institucional como producto de sus irresueltos problemas de medidas parentales. Un detalle. A quién puede importarle.
Igual, cualquiera podría coincidir en algo con el ex diputado nacional que otrora pidió extender la intervención de Corrientes, algo que también suele olvidar. Se puede coincidir en que “siempre (ante) la ineficacia de alguien, la culpa la tiene otro”. Así le dijo a María Mercedes, y él sabe de lo que habla, pues se pasó todos estos años endilgándole a otros las culpas que no eran de nadie más.
De hecho, allí mismo dio una muestra de ese veneno. Cuando le preguntaron por la pobreza, dijo que bueno, estemmm, la pobreza, los índices, las metodologías, estemmm, sarasa, y quemmm, lo que pasa es quemmm los medios, pobreza, sarasa, pobreza. Punto. Clarísimo.
Y para finalizar lo mejor: la cara oculta de la luna. Otra vez el espionaje. El control. Los celos. El dibujo de sí mismo.
—¿Tenés mejor relación con la prensa ahora?
—Y… después de que vos saliste de la otra radio (LT7), sí.
—¿Qué te pareció la mudanza?
—Año nuevo, casa nueva, dicen.
—Bueno, fue mucho tiempo…
—Bueno, pero yo ya te dije ayer el tema de la luz.
—¿Qué es lo de la luz?
—Nooo. (Risas. Golpe palmar derecho sobre el dorsal izquierdo).
—Gracias, Ricardo Colombi.
—Bueno. Pero realmente muy buena visión, eh. Espectacular se ve.
—Capaz se alquila oficinas por acá (si tanto le gusta)…
—No, no, porque ustedes me van a controlar mucho.
—¿Y ya está bastante controlado?
—Me van a agarrar con los teléfonos esos…
—(Risas)
—Pero de ahí se ve bien —insiste—: quién entra y quién sale, ¿no?
—¿Del diario El Litoral?
—No sé de quién es el diario ese, no conozco, pero… estemmm…
—Ese diario es de Carlos Romero Feris.
—¡Ah!, ¿de él es? Me estoy enterando de que queda acá enfrente (manotazo nervioso sobre la mesa). Pero se ve bien.
—Bueno, vamos a despedirlo porque ya empezó con la pavada. Gracias, Ricardo Colombi.
—Bueno, mucha suerte, que tengas éxito y que te quedes por mucho tiempo acá, porque los alquileres salen caro.
—(Risas)
—Los alquileres de las casas salen caro, te actualizan cada 90 días, te indexan.
—Bueno, pero ahora va a salir más barato el alquiler de la otra (casa/radio) porque no estoy yo.
—¡Ah, no!, pero está el gurú… Cierto.
—¿Gurú?
—Sí.
—¿El que está en mi horario?
—No, no. Yo te digo el pecado, pero no el pecador. Averigüen ustedes.
—Bueno, gracias.
—Gracias, suerte, y que se repita la invitación. Para el chipá ya tienen ahí. Como para quince días tienen— dijo y se fue, siendo una caricatura de sí, escuchando El vagabundo, de Alberto Cortéz, que había muerto ese día.
Se fue como siempre que se fue: chiquito, haciendo notar su despecho porque los gurúes ya no susurran en su oído. Hablando del control que tal vez ya no tenga y por eso proyecta esa necesidad. Haciendo notar la dádiva. El chipá, como los sueldos. Pero no todo está perdido: si el Indec encuestara allí donde Colombi deja chipacitos, tal vez haya menos pobres. Ojalá. Así aliviana la pesada herencia con la que carga Valdés.

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Si le preguntan, Flinta cree que lo hostigan

El senador radical cuasi vitalicio Sergio Flinta fue ayer por la tarde a radio Sudamericana. Y no fue de paseo. Al parecer acordó una entrevista en la que no debían hacerle preguntas.
No tan raro por sistemático. Sucede que al parecer el legislador pautó una entrevista que en realidad iba a ser lo de siempre: un monólogo. Pero los periodistas preguntaron. Y como el senador no está acostumbrado a las preguntas, cree que lo hostigaron. Entonces se defendió, según dijo.
—¿Cómo lo hizo?
—Atacando a los periodistas de la radio.
Descalificando a uno porque supuestamente es militante, como si eso, en todo caso, y si así lo fuera, estuviera mal. Porque según dejó entrever, para el senador sólo está bien que los periodistas militen en el radicalismo. Y está aún mejor que no pregunten y obedezcan, como él obedeció siempre a Ricardo Colombi.
De él, del patrón del paiubre, se llevó un latiguillo: que la culpa de todo siempre es del otro. Por eso se encabritó. Porque los periodistas preguntaron sobre la coyuntura nacional, asignándole al gobierno la cuota de responsabilidad en la situación actual, que se agrava conforme pasan los días; en las promesas incumplidas; en las mentiras…
—¿Y qué respondió Flinta?
—Que Macri está mal por culpa de Cristina. Que la economía está mal por culpa de la sequía. El país no despega por culpa del tiempo. Que la inflación no baja por culpa de la especulación. Que el dólar sube porque hay una conspiración comandada por el Vaticano. Que el el país está a punto de explotar, pero está bien, porque este es un país real y no la ficción chavista, según dijo.
Que a Macri no le afectará la economía en las elecciones, dijo, pero todos los gobernadores radicales, incluido el de Corrientes, desdoblaron las elecciones para no ir en la pérdida con Macri.
Pérdida, además, es una palabra que usó su jefe político, que en otra radio también se enojó cuando le preguntaron por el fiasco de la alineación Nación-Provincia-Municipio, que está funcionando tan mal como los semáforos de la avenida 3 de Abril.
Pero como ni él mismo se cree su relato, sintió que estaba siendo atacado. Entonces acusó a uno de sus entrevistadores de militante y descalificó al resto porque no son periodistas recibidos. Diplomados.
Tan soberbio, como siempre el senador, que cree que él sí está habilitado. Claro: porque ser veterinario te hace un experto en leyes. Y por eso está hace tanto tiempo en el Senado: desde 2001 y se quedaría al menos hasta 2023.

***
Pero encima de esto, el senador debe saber, si le interesa de verdad la realidad más allá de la chicana con la que intenta desacreditar a los que le preguntan cosas que no puede responder sin mentir o enojarse, que en Argentina el ejercicio del periodismo goza de amplias libertades. No está colegiado ni se requiere titulación para su ejercicio. Está establecido así en la Ley Nacional 12.908. Tal vez no la leyó, porque esa ley es una ley peronista, y el senador cree que la historia empezó con Ricardo Colombi.
Más aún. Si para entrevistarlo al senador Flinta hace falta una matrícula -lo cual lo desnuda en su postura autoritaria, contraria a la naturaleza de su rol de funcionario público-, habría que preguntarse qué hizo él, siguiendo esa misma lógica, o cuáles son sus pergaminos para seguir viviendo del Estado como senador de un gobierno que se extendió por más de 15 años y que se fue dejando más pobres que cuando empezó.
Difícil que responda. De hecho, en estos días se le andan preguntando cosas de la interna radical y él sale del paso metiéndose en la interna peronista. Cuando ocurre al revés, él suele ser el primero en amonestar a los atrevidos.
Tal vez sólo esté enojado. O quizá no esté encontrando los argumentos. Pero lo que no puede hacer es convertirse en lo que toda su vida criticó. ¿O sí?

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Locas

Por Andrea de los Reyes

La escena es la siguiente. Al frente, hay cinco varones blancos sentados en el Consejo Provincial Partidario. El salón está casi repleto. Están discutiendo si van a ir todos juntos con la lista histórica del PJ o van a ceder a la extorsión del Rodolfo Martínez Llano para bailar el baile que él propone, ir como candidato en primer lugar a Diputado o romper todo (léase judicializar la interna). Cosa de machos.

La discusión es una minucia – pensamos muchas – porque mientras estos tipos están codeándose por una banquita en la Legislatura, por su minúscula porción de poder, afuera en Corrientes, en Chaco, en Buenos Aires y en buena parte de Occidente, las mujeres están poniendo el cuerpo en la calle y en cada ámbito de interacción social para transformar este mundo en otro, terminando con la cultura machista, esa que se mide en centímetros o en un lugar en la lista de candidatos.

Está hablando Rubén Pruyas (ex vicegobernador, siempre bien ubicado en el calor del poder, pero también médico y uno de los poquísimos políticos que se animó a posar con el cartel #AbortoLegal en esta Corrientes arrasada por el conservadurismo). El hombre de pelo blanco y saco y pantalón a tono, sostiene el micrófono y busca argumentar sobre … no importa en lo más mínimo. Entonces irrumpe la loca.

La loca es Pilar Aguirre.

Con una solera de tiras finitas y un rodete bien apretado, entra como quien no tiene nada que perder. A los gritos y con la claridad de un dedo señalando acusa: “Este hombre violó a mi hija”. Ese hombre, al que rotula con el índice, es Víctor Cemborain, ex intendente de Mercedes, condenado por agredir a golpes a otro ex intendente del paiubre y acusado en la justicia por Pilar Aguirre de violar a su hija, dos días antes de que cumpliera 15 años.

Los hombres, que se ven en uno de los videos más compartidos de Corrientes en los últimos días, ni siquiera se dan vuelta a mirarla. Le dan la espalda. Bajan la cabeza, toman mate, miran el celular, uno que se dice muy aliado mira al techo, el acusado se sonríe.

Y con esos gestos sostienen al violador.

Pilar habla entrecortado, pero fuerte. Certera. Se dice “peronista de alma”. La loca, entonces, grita. Grita, se golpea el pecho, habla de Perón, de Evita, de su padre militante y acusa. Lo acusa a Cemboraín de violador. Le grita pedófilo con una tilde equivocada pero con la certidumbre del odio a quien acusa. Gesticula, los reta. Con furia le recrimina al violador pero también al partido que le sigue dando la palabra y un lugar de privilegio.

“Yo me tengo que andar escondiendo. Me tuve que ir Mercedes. Vendí mi casa. Se me murió una hija”, enumera y les escupe un: “Respeten a Eva Perón, carajo”.

Nadie dice nada. Una mujer le grita: loca. La loca termina y mascullando ira, se va.

Un murmullo y los tipos siguen como si nada cocinando la interna del PJ. Nada pasó. Aceptan el juego del ex diputado Rodolfo Martínez Llano, se someten a su voluntad, aceptando –casi sin patalear – que todos tienen un muerto en el ropero y que uno de los titiriteros del poder judicial le puede hacer un carpetazo.

Nosotras vemos el video con impotencia, con dolor en el pecho, con bronca y ganas de llorar, porque a la loca nadie le hace caso. Los tipos resolvieron lo suyo, su metegol de poder.

En los días siguientes, cuando el video se viralizó, los operadores afines al gobierno Eco-Cambiemos aprovecharon la boleada para golpear al peronismo y al kirchnerismo. De nuevo la pequeñez, la mezquindad. La nada.

Nosotras sabemos que el machismo, como la peste, no tiene partido.

De paso, también aprovecharon para hacer circular que a Pilar la mandó Colombi, que se le está haciendo el juego al macrismo, a la derecha, y un sinfín de excusas que las víctimas conocen de memoria. La loca, las locas.

El Consejo Provincial Partidario se puso de acuerdo. Van todos separados pero todos pueden usar los símbolos. Eva Perón, la loca, la puta, antes y después del 45’, va a estar en todas las boletas de todas las líneas internas del PJ. En eso se pusieron de acuerdo. La marchita se comparte, incluso con violadores.

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¿De cuántos años es el proyecto político de Valdés?

Unos días antes hablábamos con Daniel Collinet de las cuestiones centrales, por deficitarias, que debería encarar la provincia para abandonar la situación de pobreza en la que se encuentra. El viernes pasado, el gobernador habló de esas mismas cuestiones en su discurso ante la Asamblea Legislativa. Este es un análisis de todo eso.

EDUARDO LEDESMA 04 – 03

Todo el análisis de la actualidad política en Corrientes llega a No Esta Todo Dicho de la mano de Eduardo Ledesma, periodista de Diario "El Litoral" especializado en la materia. Mira la muy interesante nota aquí

Posted by No Esta Todo Dicho on Monday, March 4, 2019

 

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¿Hacia dónde va el gobierno de Valdés?

El gobierno de Gustavo Valdés sigue la lógica de los pueblos, aún de los más modestos. De aquellos que evolucionaron, y lo hicieron en ancas de las formas de la política, de la economía, de la cultura. El Gobernador parece encarnar esa sofisticación. Pero, ¿servirá para algo? ¿Nos llevará a alguna parte? ¿Necesitamos un estadista o nos alcanza con un patrón? ¿El Gobernador está mirando solo una parte o toda la realidad provincial? ¿Cambiará lo que está mal, lo que está enquistado, mañoso? ¿Hay forma de barajar y dar de nuevo, cuando hay deudas que pagar, producto de una continuidad política y electoral? ¿Oxigenará las zonas estancadas del gobierno? ¿Saneará los empachos heredados? ¿Por qué hay tanta diferencia, si es que la hay, entre estos hombres que nos gobiernan hoy y los que sustentaron la pujanza oxidada de la provincia? Aquí unas pocas claves para entender el cambio y el estado de la época.

#Desarrollismo
Valdés fue a la Legislatura para dar cuenta del primer año de su gobierno y proyectar el segundo. ¿Qué hizo? Un diagnóstico largo de la realidad que algunos dicen que fue poco profundo. Que en todo caso, en términos económicos, fue mezquino en el análisis. Y que por conveniencia obvió a Mauricio Macri y a la situación nacional. Quizás sí.
Para contrarrestar -como si fuera posible en términos reales esa separación entre una supuesta malaria nacional y una presunta bonanza provincial-, allí mismo trazó la línea directriz de su gobierno que proyecta similitudes con los objetivos que marcó y concretó el desarrollismo en Corrientes.
Tan mal estuvimos, evidentemente, que Valdés bosqueja hoy casi lo mismo que Fernando Piragine Niveyro concretó hace más de 60 años. Aggiornado por los tiempos, las circunstancias y las tecnologías, la pretensión parece ser la misma: no sólo crecer en número por la natural reproducción, sino desarrollarnos. Sobre tres o cuatro puntos concretos. Lo triste allí no es proyecto, que parece más que acertado. Lo triste es que nos sigan faltando las mismas cosas que hace medio siglo.

#Sueldos
Hace tiempo que ya no alcanza con que la Provincia sólo pague los sueldos estatales y se contente con ello. Y hace tiempo quiere decir más o menos 15 años.
Que el Gobierno no pague los sueldos es una situación de anomalía. Que lo pague, por tanto, es una situación de normalidad. No es una obra ni una dádiva. Es sólo eso: lo mínimo que debe hacer un gobernante.
Aquí, en cambio, el colombismo abusó de la angustia generada por la crisis del 99 y desde entonces azuza con esos fantasmas, siempre para sostenerse en el poder o conservar su cuota parte. Mientras eso sucedía, es decir cuando sucedía el colombismo, los años también se sucedieron. Inexorables. Y las condiciones de desarrollo para el resto de los correntinos, la mitad que no trabaja en el Estado, nunca aparecieron.
A juzgar por lo que dice constantemente Valdés y repitió en el discurso del viernes ante la Asamblea Legislativa, está para mucho más que pagar salarios. Incluso para mucho más que sólo conservar el poder, que es la lógica típica de nuestros patrones silvestres.

#Trabajo
Valdés sabe que no alcanza sólo con poner plata en los cajeros. Sabe que los trabajadores no “institucionalizados” también dependen en algún punto de él en tanto gobernante. De los horizontes que trace la provincia.
A los más vulnerables -caídos del sistema- se los ayuda, aunque ello implique la queja de los que al parecer no necesitan de ese impulso. Incluso muchos de sus partidarios. Gente que cree que cuando la cosa anda bien es mérito personal, y que cuando anda mal es culpa del Estado que sostiene malandras o piqueteros, choriplaneros o corruptos. ¿Qué hizo con ellos? Les envió un mensaje:
—Nosotros no renegamos de la asistencia social —dijo Valdés—. ¿Cómo podríamos renegar si hay tanta gente que necesita una ayuda para poder vivir? Pero sabemos que esa no es la solución. Que lo que debemos hacer es generar condiciones para que florezca el trabajo, para que todos y cada uno de los correntinos puedan ganarse la vida con el sudor de su frente y el esfuerzo propio. Y tiene que ser una vida digna. Una vida que dé oportunidades. Que brinde acceso a una educación de calidad que nos permita crecer y progresar como personas, pero también como sociedad.

#Industria
¿Cómo se hace, en todo caso, para generar esos parámetros de dignidad?
Valdés dice que están las condiciones básicas para la industrialización, que allí está puesta la expectativa de la provincia. En los bosques. En la madera.
—Tenemos que apostar a la forestoindustria. Ese es un potencial de crecimiento fenomenal —afirmó. Tan convencido está, que en el discurso ante los legisladores usó más de 30 veces la palabra industria. Fue de las más recurrentes.
El trabajo saldrá de allí y del turismo, manifestó. Trabajo de calidad, digno, que ayude a limar las bases sólidas que estructuran la pobreza. Pero también de las obras. De los miles de trabajos que demandará el Estado a lo largo y ancho de la provincia. Con plata propia y con plata que reclamará a la Nación, según expresó. Gobierne quien gobierne. Las regalías de Yacyretá son un ejemplo.

#Infraestructura
Pero para generar trabajo, sostiene el Gobernador, también se necesita una infraestructura que permita producir y transportar la producción: energía eléctrica y gas natural, rutas y autopistas seguras, puentes, parques industriales, puertos como los de Lavalle e Itá Ibaté o los que se están proyectando en Ituzaingó y El Sombrero. Aeropuertos como los que se necesitan en Paso de los Libres, Goya y otras ciudades, caminos rurales, comunicaciones, internet de alta velocidad para conectarnos con el mundo…
Energía, rutas, puertos, aeropuertos, comunicaciones, educación, parques industriales, incentivos fiscales, seguridad jurídica. En suma, la provincia de Piragine. Una provincia que exige mucho más que sólo pagar en tiempo y forma pequeñas sumas que ni en suma hacen una gran suma.

#Pobres
Pagar los sueldos, si bien aportó en su momento la dosis de paz social necesaria para poder reencauzar la provincia, no alcanza hoy para cambiar los cimientos de la marginación, de la indigencia, de la pobreza. De allí se sale con salud, trabajo y educación. Pero para aprender, por ejemplo, hay que comer. Tan mal estamos que de eso todavía se encarga el Estado: de la comida de los chicos. Esa es la provincia que tenemos. Esta es la provincia que gobierna Valdés. Esa es la provincia que heredó de Ricardo Colombi: con 40% de pobres, y de pobres que se mueren.
El Gobernador mismo lo dijo:
—La mortalidad infantil que cae año tras año desde 2014 cuando era del 15,9 a 2018 donde fue del 11,6. En 5 años se redujo un tercio. ¿Alcanza? No. Pero es la prueba de que estamos haciendo las cosas bien.
También se refirió al embarazo adolescente, asunto que “afecta mayormente a los sectores más postergados de la población, donde hay más desinformación y más abuso”. Dijo que el embarazo adolescente también bajó del 21% al 18%. Estamos por debajo del promedio nacional. Aunque se redujo un 15%, aún sigue siendo muy alto si nos comparamos, reconoció.

#Proyección
Hay muchos otros índices. Algunos son buenos o están en eso, pero otros siguen siendo malos. Lo bueno en todo caso está en que Valdés parece no esquivar el bulto. La suma de sus dos discursos en la Legislatura constituyen un vuelco en la política provincial: pasamos de una provincia escondedora y sin rumbo de mediano y largo plazo a una que empieza a mostrarse y proyecta.
—¿Es suficiente?
—No.
—¿Qué es lo alentador entonces?
—El incremento de la obra pública, multiplicador de trabajo; el accionar de algunas reparticiones y empresas públicas; los procesos de modernización e inclusión con trabajo; el pedido a los legisladores para aprobar las leyes de voto joven y de paridad de género; el compromiso con las políticas de igualdad de derechos entre hombres y mujeres; de contención para la comunidad Lgbtq y las acciones de ataque contra la violencia de género. Acción, ante tanta quietud y quebranto. Acción. Veremos.
—Tenemos una política federal de desarrollo porque promovemos el arraigo de la gente en las ciudades de toda la Provincia —dijo Valdés para finalizar—. No queremos que los correntinos tengan que emigrar buscando mejores de oportunidades. Queremos nacer, crecer y morir en Corrientes.
Tampoco esto es casual.
Si en el último tiempo era difícil hasta nacer en estas tierras, crecer y morir en Corrientes se ha convertido en un “privilegio” que ha perdido al menos un tercio de los correntinos. Son los que se fueron porque acá ya no podían.
Si alguno vuelve es porque tuvo buenas noticias. Ojalá.

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Valdés brindó un mensaje desarrollista, se desmarcó de Macri y desdobló las elecciones

Con sutileza, Gustavo Valdés no sólo abrió anoche el año legislativo. Volvió a hacer un diagnóstico amplio y crudo de la realidad provincial -antes silenciada-, y trazó la línea directriz de su gobierno que, sobre la base de tales planteos, proyecta similitudes con los objetivos que marcó y concretó el desarrollismo en Corrientes.
Pero no sólo eso. Además de inaugurar anoche el período ordinario de sesiones de la Legislatura con un discurso desusado, estructurado sobre obras, objetivos y conceptos, desmenuzando el estado de la cosa pública y centrándose en lo local, Valdés apenas hizo referencia a la Nación. Apenas una mención a Macri.
Nada casual: el Gobernador goza de buena salud y no quiere contagiarse de nada, razón por la cual después del discurso, ya en Casa de Gobierno, firmó el decreto para llamar a elecciones provinciales el 2 de junio. Desdoblar para evitar que la bronca por la inflación, los tarifazos y la pérdida de trabajo o de poder adquisitivo arrase con la fase electoral provincial.
Nación, Provincia y municipios, pero lejos de las urnas.

 

***

De nuevo ayer Valdés habló de objetivos que están por encima del pago de salarios, pese a que lo mencionó como un cimiento de su gestión, y además adelantó que en breve anunciará un aumento para los estatales. Dijo que Corrientes invierte cada año 30 mil millones de pesos en el sueldo de sus agentes. Hubo alaridos de alegría. Pero fijó su mensaje en esto otro: en el desarrollo, la modernización y la inclusión.
—Corrientes se destaca por ser una de las pocas provincias que incrementó la obra pública durante el periodo 2015-2018, junto con Córdoba, Santa Cruz, Santa Fe, Caba y Buenos Aires, con lo cual somos los únicos del NEA —dijo Valdés y recibió aplausos. En el recinto y afuera, donde un nutrido grupo de militantes fue a acompañarlo.
Después volvió a un latiguillo ya usado. Otro detalle para diferenciarse:
—Modernizar no es solamente comprar computadoras —dijo, y habló entonces de desarrollo, modernización e inclusión con trabajo, educación, salud. Con mejores condiciones materiales, contextuales, que es lo que falta y que, al faltar, empeora los parámetros de la pobreza, que sigue siendo estructural.

***

En eso gastó los 90 minutos exactos que le demandó su discurso. Fueron una hora y media de datos. De diagnóstico. De acción, en el marco del cual enumeró las gestiones realizadas. De objetivos y proyectos. Y de conceptos.
Valdés dejó dicho ante los legisladores, más allá del posicionamiento político de cada uno y de las críticas que se le pueden hacer, que está para más que sólo concentrar y conservar poder. Tiene el mandato ético de mejorarle la vida a su pueblo, dijo.
—¿Cumplirá?
Es pronto para saberlo. Pero ya está pensando en otra cosa. Ya se ven algunos cambios formales en su posicionamiento político. Ricardo Colombi fue la composición nominal más repetida en los discursos del año pasado. Ayer no se lo nombró. Bastó apenas la cortesía del agradecimiento a la presencia de varios ex gobernadores.
—¿Otras diferencias?
—Nosotros no renegamos de la asistencia social —dijo Valdés. ¿Cómo podríamos renegar si hay tanta gente que necesita ayuda para vivir? No es la solución -reconoció-. La solución es el trabajo. Y el trabajo digno.
—¿Qué más?
—Valdés fue enfático al solicitar a los legisladores la aprobación de las leyes de voto joven y de paridad de género en las listas legislativas a nivel provincial. Las llaves para esas normas las tiene el oficialismo. La oposición ya se manifestó a favor.
Sobre los jóvenes, además, pidió incluirlos para que puedan elegir a sus representantes:
—¿Cuál es la lógica por la cual un joven a partir de los 16 años puede elegir al presidente de la Nación, a los diputados y senadores nacionales, y no puede votar al intendente o al concejal de su pueblo con el que seguramente tiene una relación de cercanía mucho mayor? Es una cuestión de coherencia —dijo. Tal vez antes no la hubo.

Hay más:
Reconoció los déficits de energía, gas natural, rutas, autopistas, puentes, parques industriales, puertos, aeropuertos, caminos rurales, comunicaciones.
Habló de inclusión para derrotar a la pobreza. De alimentar a los chicos. A los más vulnerables, y de paso, educarlos. Dignificarlos, no sostenerlos así hoy para manejarlos mañana.
Condenó las drogas y bregó por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
—Las mujeres son más de la mitad de la población, sin embargo están subrepresentadas en la política, en el mundo del trabajo, ganan menos por igual tarea y acceden menos a los lugares de conducción. Es hora de cambiar.
Hubo aplausos, pero también miradas cruzadas y mohines de desconcierto. Ahora habrá que demostrarlo en los hechos. Tal vez podría empezar por el Gabinete.
Pero después dio otro paso importante. Habló de la comunidad Lgbtq: de sus condiciones de vida, de las políticas sanitarias. Falta. Falta tal vez una contención mayor o mejor del Estado, que de darse sería revolucionario para Corrientes. Igual, ya lo es que un gobernador incluya el tema y lo lleve nada menos que ante la asamblea legislativa.
Atacó la violencia de género, dijo que contribuirá a cambiar esa lógica. Habló de paz social y saludó a la mayoría de los “gremios razonables” que permitirán, por caso, que Corrientes empiece las clases sin problemas. Y a los maestros y profesores les envió un saludo: la idea de instrumentar los concursos docentes y directivos en todos los niveles.
—¿Más?
—Dijo que bajó la mortalidad infantil, aquella que en épocas de Colombi tenía a Corrientes en la cima de las peores. También que bajó el embarazo adolescente. Que falta, pero que está a la baja.
—¿Para la tribuna?
—La caja previsional (IPS) seguirá siendo de los correntinos —dijo. Aplausos.
Por otra parte, destacó como “un paso trascendente” el reclamo por las regalías de la represa hidroeléctrica Yacyretá, punto por el que la Provincia obtuvo $800 millones.
—Todavía no nos pagan lo que reclamamos, lo seguiremos haciendo al Gobierno nacional, no importa el signo político: que nos paguen a los correntinos lo que nos corresponde, gobierne quien gobierne —dijo. Aplausos.
Dijo además que “vamos a recuperar el frigorífico Tomás Arias”. Que hay déficit de viviendas, pero también planes para reducirlo. Anunció la creación de un “fondo fiduciario específico para la vivienda”, además de los proyectos de casas de madera. Habló de los nuevos puertos, varios, pero sobre todo del puerto de El Sombrero, que será, según dijo, el mejor de la región.
Dijo que aun en la crisis la provincia mantuvo los niveles laborales el año pasado. Aun en la crisis nacional, claro. Aunque reconoció el apoyo del macrismo para proyectos como el del brazo Añá Cuá en Yacyretá.
No obstante, sostuvo que a los valores sociales y culturales, Corrientes debe sumar su proyecto industrial. Corrientes es industrial, remarcó. La forestación es la clave del futuro. Ya hay bosques, ahora sólo falta el resto. El Gobierno pondrá su parte, pero también pidió por los empresarios privados.
—Todos tenemos que poner el hombro, y todos tenemos derecho a recibir los beneficios —dijo para terminar.
El discurso fue suculento, largo, por momentos lento, incluso repetitivo. Pero los legisladores escucharon en silencio. Los únicos ruidos venían desde afuera. Grandes y chicos. Jóvenes en su mayoría. Militantes de la juventud radical y de otras agrupaciones fueron a vivar a su líder, y eso es lo que hicieron. Incluso los de “La Teko”: una marea humana, militante, política. Como La Cámpora, pero vestidos de verde.

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